El 80% del malware en la actualidad está cifrado y que
la falta de visibilidad representa una brecha de seguridad enorme,
especialmente para el sector financiero que maneja las cifras más altas de
encriptación.
El sector financiero está siempre a la vanguardia de la
tecnología porque tiene mucho que proteger y también por es donde más se
enfocan los ataques. Donde hay dinero hay peligro.
En general, la banca entiende el papel que juega la
seguridad –tanto física como virtual- y es por ello que destinan grandes
inversiones a este segmento. Sin embargo, el desafío actual es que si bien las
empresas están protegidas de lo que conocen, los ataques han cambiado, han
mutado y son más avanzados y persistentes lo que genera brechas de seguridad
que requieren nuevas medias y soluciones.
La peor pesadilla de cualquier CISO de un banco es que
lo llamen en medio de la noche por una alerta de seguridad y no tener la
herramienta para identificar cuándo, qué, cómo y, sobre todo, prevenir que no
se vuelva a repetir.
La seguridad es muy compleja. Lo que falta es contexto,
qué significan las alarmas. La mayoría de los ataques son internos, con lo cual
es imposible protegerse 100%, por eso el desafío está en identificar
rápidamente la brecha y responder al incidente. Hay estadísticas que muestran
que toma meses detectar que hubo una brecha.
El análisis de tráfico encriptado, que en el sector
financiero supera el 70% de todo el tráfico de Internet, y el análisis forense
de la red son dos soluciones indispensables que el mercado financiero y
gubernamental están adoptando rápidamente para enfrentar estos nuevos desafíos
que se plantean actualmente.
Fuente: Diarioti.com