31 de diciembre de 2020

2020. EL PRIMER AÑO DE LA PANDEMIA FINALIZA.

 El 2020 pasará a la historia como el año donde la pandemia atacó con extrema virulencia en todo el mundo, causando 83 millones de contagios y 1,8 millones de muertos oficiales.

Pero también pasará a la historia como el año en que los populismos, que antes encabezaban el negacionismo del cambio climático, ahora además, encabezan el negacionismo de la pandemia y de la necesidad de invertir en vacunas y por supuesto de  la obligación moral y sanitaria de vacunarse, valiéndose para ello de todos los medios a su alcance, incluidos los parlamentos supranacionales, federales, nacionales, estatales y autonómicos, que utilizan como arietes para atemorizar y confundir a la ciudadanía, polemizando sobre todos los aspectos de la emergencia sanitaria, a sabiendas de la manipulación calculada que están llevando a cabo a nivel global.

En cuanto a España, se registraron 1,9 millones de casos positivos por coronavirus y hubo que lamentar una cifra de decesos causados por la covid que osciló entre los 50.837 según fuentes del Ministerio de Sanidad, bajo criterios de la OMS (se contabilizan solo fallecidos diagnosticados con pruebas PCR o test rápidos) y los 70.000 del INE o los 75.000 del Instituto Carlos III, ambos dos siguiendo criterios distintos a los de la OMS.

En cuanto a la actuación política de los diferentes partidos populistas de derechas españolas, fue continuista respecto a años anteriores, siguiendo al pie de la letra las indicaciones llegadas desde el otro lado del Atlántico (hasta ahí llega su pobreza intelectual) y espero me disculpe el todavía Presidente de EEUU, Donald Trump, pues a mi entender, considero que los alumnos aventajados del PP y Vox, han superado al maestro.  

Y siendo así, si quisiéramos conocer la opinión sobre temas de actualidad de formaciones políticas populistas, solo necesitamos prestar atención a lo que dicen desde el Gobierno de la Nación sobre dichos temas, e instantáneamente como por arte de magia, obtendríamos el parecer de los populistas al respecto, por supuesto contrario a cualquier posición o decisión tomada por el Gobierno, faltaría más. Supongo creen que su intelecto les dicta el rigor científico de cada postura adoptada, aunque personalmente entiendo que probablemente un buen psiquiatra les hubiese diagnosticado de mentirosos patológicos y ese fuese el principal leitmotiv de su vida política.

Por ejemplo, de pasar primero, por parte de los populistas, de la petición de dimisión por incapaz,  al Ministro de Sanidad, Salvador Illa, en plena primera ola de la pandemia, a luego declararle imprescindible para poder acusarle de irresponsabilidad (cuando ya se está vacunando contra la covid) por su probable dimisión del cargo de ministro,  al presentarse, por responsabilidad hacia la tierra que le vio nacer, a las elecciones catalanas para servir a la sociedad desde otra administración no menos importante, cual es la autonómica de Cataluña que también le necesita y puede que más que la Administración Nacional. Solo queda agradecerle el gran trabajo realizado en su etapa como ministro de sanidad y desearle mucha suerte en su próximo destino.

Otro ejemplo sería, cuando hace unos días, los populistas en el Congreso de los Diputados, exigieron despectivamente al Presidente del Gobierno que felicitase las Navidades en nombre de la religión católica, en lugar de exigirle que las cancelase. Y las consecuencias de las celebraciones navideñas es la tercera ola de la pandemia en España que ya está aquí, de la cual los populistas empiezan a pedir responsabilidades al Gobierno del Estado. ¿No creen ustedes que estos ejemplos podrían encajar dentro de las definiciones de irresponsabilidad e incoherencia política?

Pedir a los populistas responsabilidad y coherencia política, es como pedir peras al olmo y la cuadratura del círculo al mismo tiempo.

 Y hasta tal punto llega su desapego de la sociedad civil, que algunos periodistas, actuando de facto como auténticos portavoces populistas, comienzan a trasladar a la opinión pública, que mejor sería nunca creerse ningún informe que proceda del Gobierno de la Nación (posiblemente así lo crean también dentro del PP y Vox). Lo cual coincide con las tesis populistas de los trumpistas, sobre deslegitimación de gobiernos elegidos democráticamente, ideas que ostensiblemente intentan socavar la democracia, pero de gran aceptación entre exmilitares progolpistas y nostálgicos del franquismo, de los cuales los populistas se enorgullecen al decir que son de los nuestros, para luego añadir que España se rompe por culpa de los independentistas.

Vaya ejemplos de democracia para la ciudadanía, que hablan bien a las claras de los populismos en España y les deja en el pésimo lugar que les corresponde, como no podía ser de otra manera.

En fin, para finalizar este breve resumen del 2020 simplemente añadir que no todo ha sido malo. También por primera vez en la historia, toda la humanidad se ha unido y han aportado fondos, que solo contando a EEUU y la Unión Europa, combinados el sector público y el privado, han superado los 30.000 millones de dólares (más o menos unos 16.000 millones cada uno) que ha permitido alcanzar el hito de ser capaces de crear vacunas en menos de 1 año. Y al contrario que en la crisis anterior, los organismos supranacionales (BCE, FMI, BM, etc.) cuando no los propios gobiernos y bancos centrales de cada país, han relanzado sus economías, lógicamente afectadas por la pandemia, con importantes estímulos económicos y fiscales.

Quiero despedirme de este año, con mis mejores deseos para el 2021 y lanzando un brindis por el éxito de las vacunas contra la covid para que también sean compartidas con países sin recursos, y así derrotemos juntos a la pandemia, y por la economía global para que vuelva a funcionar creando trabajo para todos, y por el uso exclusivo de energías renovables para detener el cambio climático evitando así desastres humanitarios y sanitarios como el actual, etc., etc.

Por pedir que no quede.

Fuente: Redacción

CORONAVIRUS. España cierra el año con 50.837 muertes y 1,9 millones de casos de COVID

 Las comunidades autónomas afrontan la Nochevieja con la incidencia de la COVID en fase expansiva y con los contagios disparándose en varias regiones. Este miércoles la incidencia se situaba en 265,45 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, frente a los 255,55 del martes.

Además, Sanidad ha notificado 16.716 nuevos casos de COVID-19 y 247 fallecimientos en las últimas 24 horas. Por comunidades, la incidencia más alta la sigue teniendo Baleares con 528,77, seguida de Extremadura, con 459,86. Ha subido en todas los territorios, salvo en Canarias, Galicia y País Vasco.

España pasa estas fiestas navideñas con restricciones de aforo, movilidad y toque de queda en todas las comunidades autónomas para evitar una tercera ola.

Cinco comunidades autónomas -Madrid, Andalucía, Galicia, Valencia y Asturias- han confirmado, por el momento, 19 casos positivos de la nueva cepa británica de la COVID-19 en España desde que el Reino Unido alertase de la aparición de esta variante del coronavirus SARS-CoV2.

Respecto a la vacuna, los reguladores del Reino Unido han aprobado la vacuna contra la COVID-19 desarrollada por la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca. Es una vacuna más barata que la de Pfizer y Moderna y es más fácil distribuirla.

Fuente: rtve.es



CORONVIRUS. Los pioneros de la vacuna de la covid basada en “ARN Mensajero” ya investigan vacunas contra otras 30 infecciones diferentes

 Los científicos que están detrás de la vacuna contra la covid creen que esta tecnología permitirá hacer una vacuna universal contra la gripe y muchos otros virus

El inmunólogo estadounidense Drew Weissman dice que tras la primera dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech le dolió el brazo, pero solo durante una hora. “Mi mujer y mi hija, que participaron en el ensayo clínico de Moderna, tuvieron dolor durante días y algún síntoma como de gripe. Es un efecto indeseado de la vacuna, pero hasta cierto punto es inevitable, pues es la señal de que el sistema inmune ha reaccionado y que la vacuna está haciendo su efecto”, comenta el científico de la Universidad de Pensilvania desde su casa en Filadelfia (EE UU).

En 2015 Weissman, Katain Karikó y Norbert Pardi, también de la Universidad de Filadelfia, hicieron un descubrimiento importante. Crearon el envoltorio adecuado para que el ARN mensajero llegue a las células del músculo del brazo y a las del sistema inmune. Se trata de nanopartículas esféricas hechas de grasa que transportan hasta las células del sistema inmune el ARN mensajero. El equipo de Weissman ha demostrado en animales que estas vacunas encapsuladas generan una respuesta inmune mucho más efectiva, por ejemplo contra la gripe. La clave es que estimulan la producción de linfocitos T auxiliares foliculares, que a su vez estimulan la producción de anticuerpos contra el virus y células de memoria que serán capaces de reconocerlo meses, años, tal vez incluso décadas después.

El laboratorio de Weissman y Pardi está desarrollando nuevas vacunas de ARN para 30 enfermedades infecciosas diferentes. Son el futuro. Cinco de ellas se están ya probando en humanos: dos contra el virus del sida, una contra la gripe estacional, otra contra todas las gripes, y otra contra el virus del herpes genital. “Esta tecnología tiene un potencial enorme”, señala Weissman.

“Las nanopartículas lipídicas eran la pieza que faltaba para hacer posibles estas vacunas”, explica Norbert Pardi. Este joven bioquímico representa la segunda generación que ha dedicado su carrera a hacer posible las vacunas de ARN. Su abuelo era carnicero y trabajaba junto al padre de Karikó en la misma ciudad húngara en la que nacieron ambos, Kisújszállás, a unos 100 kilómetros de Budapest. “Conocí a Katalin en 2000 y durante diez años nos encontramos cada verano, cuando ella venía de visita y hablábamos de ciencia. En 2011 me uní a su grupo, que ya estaba trabajando en la manera de producir ARN con menos propiedades inflamatorias, lo que permitía poder usarlo como terapia o como vacuna”, recuerda Pardi.

El ARN es una molécula que hace casi todo el trabajo de la vida a nivel molecular. Es el encargado de entrar en el núcleo de nuestras células y leer el ADN, la secuencia de 3.000 millones de letras ordenadas en un orden preciso —ATCG...— y que contiene todas las instrucciones para mantener a un ser vivo. Una vez leído, el ARN mensajero sale del núcleo e inicia el proceso para producir proteínas, las moléculas que nos permiten ver, pensar, andar y respirar. En 2005 Weissman y Karikó descubrieron que cambiando una sola letra de la secuencia genética del ARN —escribir una Ψ (pseudouridina) en lugar de una U (uridina)— el ARN mensajero producía mucha más proteína y no generaba inflamación, algo frecuente con ARN no modificado.

El estudio tenía implicaciones muy profundas sobre la evolución la vida en la Tierra. La modificación del ARN hecha por este equipo es una imitación de la que sucede a menudo en las células de nuestro cuerpo de forma natural. El ARN modificado es mucho más abundante en mamíferos que en bacterias —y la vida en la Tierra comenzó con bacterias hace unos 3.500 millones de años—. Las células del sistema inmune son muy susceptibles al ARN no modificado y generan una respuesta inflamatoria, pues consideran que se trata de un virus o bacterias peligrosas. De alguna forma, el avance de Karikó y Weissman podía leerse como una modificación natural que sucede en los mamíferos y que evita que se dispare el sistema inmune. “Moderna y BioNTech usan ARN modificado en sus vacunas contra la covid, es algo fundamental”, resalta Pardi.

Ahora que se ha aprobado ya una vacuna de ARN —Pfizer/BioNTech— y hay otra en camino —Moderna— Pardi cree que se abre la puerta a muchos más usos. “Potencialmente el ARN te permite atacar a muchos patógenos, no solo virus, sino también parásitos como el de la malaria”, resalta.

Más allá, el ARN modificado podría abaratar los fármacos más caros del mundo. El trabajo actual de Katalin Karikó en BioNTech es el reemplazo de proteínas. Estas por ejemplo son los famosos anticuerpos monoclonales, que ya se usan contra el cáncer y que se están probando como tratamiento contra la covid. Producir estas proteínas capaces de neutralizar al virus es complejo y muy caro. Un solo tratamiento puede costar varios miles de euros. “El ARN mensajero en cambio es barato de producir y podría tener el mismo efecto: entrar en las células y producir la proteína deseada”, explica Karikó. Es el futuro del ARN mensajero, una molécula sin la que no podríamos vivir y que puede sacarnos de esta pandemia.

Respecto a la revolución que supone las vacunas de la covid, desarrolladas en menos de un año el discurso de Weissmann es tranquilizador: “Creo que los antivacunas que no atienden a razones son solo un pequeño porcentaje de la población. El resto de los que dudan solo están nerviosos, pero no deben estarlo. Estas vacunas se han desarrollado en apenas 10 meses, pero no ha sido a costa de dulcificar los criterios de aprobación, sino permitiendo que las diferentes fases de ensayos clínicos se hiciesen a la vez. Desarrollar la vacuna fue fácil porque solo hubo que cambiar el ARN mensajero para que produjese una nueva proteína, la espícula del nuevo coronavirus”.

En su opinión —y también la de Karikó— es imposible dar un Nobel al descubrimiento de la vacuna porque en él han participado innumerables científicos. Por ejemplo, Weissmann dice que el equipo del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas dirigido por Barney Graham y en el que ha participado Jason McLellan de la Universidad de Texas, ha hecho una contribución fundamental al desarrollar la forma estabilizada de la proteína S que usa la vacuna de Moderna. Esta es la pieza clave del virus, pues le permite unirse a las células, entrar en ellas, secuestrar su maquinaria y producir decenas de miles de copias de sí mismo.

Fuente: El Pais.com

2020. El año en el que Ayuso se convirtió en la lideresa del PP

 La presidenta madrileña se impone como figura cada vez con más peso en el PP con un discurso frentista y nacionalista

Isabel Díaz Ayuso acudió a la plaza redonda y castiza de Chinchón el 31 de diciembre de 2019. Bajo uno de sus 234 soportales de madera, ofreció a los madrileños su primer discurso de Navidad. “Buenas noches, españoles que vivís en Madrid”, observó, “así es como me gusta dirigirme a los madrileños”. Ya no hizo más menciones a los ciudadanos de la región que gobierna. “Tenía un discurso en el que pretendía exponerles un balance de mis primeros cuatro meses”, continuó, “pero en estos días de preocupación compartida por el destino de España, he decidido no dar este discurso de año nuevo […] y en su lugar adherirme a las palabras de su majestad, confiemos en España”. Y deseó felices fiestas y un próspero 2020. Su año.

Varios miembros del equipo de la presidenta reconocen que durante los primeros 100 días de mandato, donde la pandemia todavía no había llamado a las puertas y donde la gestión política se resumía en tiranteces diarias con su socio de Gobierno, la presidenta aún no tenía un rumbo fijo. Sus mensajes no calaban. Sus salidas de tono duraban más de lo esperado. Su gabinete de comunicación no hilvanaba. La inexperiencia en el mando era evidente a la vista de todos. Tanto, que ella misma decidió prescindir de parte de su equipo de confianza con tal de virar el barco. Entre agosto de 2019 —que llegó al poder— hasta enero de 2020, se deshizo de un director de comunicación y de un director de gabinete. Dos figuras clave en cualquier navío que surca una legislatura en minoría y con marejada.

Ayuso, consciente de que las cosas no iban bien, se apoyó como candidata del PP a la región varias veces en la figura de Miguel Ángel Rodríguez. Él fue su jefe de campaña en las elecciones de 2019. “Ella abría los ojos cuando él le contaba las batallas con Aznar”, cuenta una periodista que cubrió su contienda electoral. Casi todas las tardes de la campaña se reunían en el jardín de la casa que Rodríguez tiene en Majadahonda. La presidenta añoraba aquellos tiempos. En las navidades de 2019, antes de su discurso en los soportales de la plaza de Chinchón, lo llamó de nuevo. Le dijo que lo quería a pocos metros de su despacho y como jefe de gabinete. Dos décadas después de llevar los mensajes de Aznar en La Moncloa, el exdirector de comunicación del primer Gobierno del PP en España aterrizaba por primera vez en el edificio principal de la Puerta del Sol. Un año después, la imagen de Ayuso como figura del PP ha entrado en todas las casas de España y en algunos de los diarios más importantes de Europa a golpe de frases e imágenes polémicas, enfrentamientos políticos a escala nacional y barrabasadas: la escuela Rodríguez.

“Fichar a Miguel Ángel fue una decisión muy acertada”, asegura un estrecho colaborador de la presidenta. En la otra ala de Gobierno, sin embargo, pronunciar su nombre es casi cometer un pecado. “Ayuso está rodeada de hooligans que le dicen que lo está haciendo todo fenomenal. Vive en una burbuja”, asegura sin mencionarlo un consejero de Ciudadanos.

En marzo, dos meses después del nuevo giro de Ayuso, todo voló por los aires. La pandemia entró silenciosa por todos los recovecos de Madrid. La presidenta, siempre crítica con el Gobierno de Sánchez por la imprevisión de aquellos días, tampoco la vio venir. “Es más peligroso el miedo que el virus”, confesó en una entrevista en Antena 3 el pasado 26 de febrero para, 12 días después, ordenar el cierre de todos los colegios de la Comunidad ante el miedo que daban los datos que ella misma manejaba. El resto, ya está escrito. Más de 11.000 muertos en 9 meses; 1.100 al mes, casi 40 al día. “Lo peor fue un día que no teníamos ataúdes”, aseguran en el entorno de la presidenta. Fue el 28 de marzo. Fallecieron 591 personas en la capital. De golpe.

La gestión del coronavirus ha puesto el contador de la legislatura de nuevo al cero. Nueve meses después, la mayoría de los expertos en comunicación consultados consideran que los ciudadanos votarán en las próximas elecciones pensando en la economía. De ahí que la presidenta sea el adalid del liberalismo patrio en cuanto a la gestión de la crisis. Y de ahí que, siendo la región con más casos de coronavirus de toda Europa en septiembre, los restaurantes y los comercios siguieran abiertos. Una decisión que le ha provocado graves enfrentamientos con su socio de Gobierno, al que ella misma considera su compañero de viaje y, también, una piedra en el zapato. De hecho, confiesa un colaborador de Ayuso, el botón del adelanto electoral estuvo muy cerca de pulsarse este año. Hoy, pese a que aseguran que manejan encuestas internas que rozan la mayoría absoluta, prácticamente está descartado. “¿Y si no sale bien?”, confiesa otra persona de su equipo. Ciudadanos, pese a todo, tampoco romperá la coalición. Asume abiertamente que las turbulencias entre los dos socios seguirán hasta el final de la legislatura.

Ayuso, de 41 años y periodista de formación, ha manejado muy bien los tiempos informativos tanto en la primera como en la segunda ola. Gobierna de manera personalista. Al contrario de aquellos primeros meses, ahora sabe dónde y en qué lugar hay que decir los mensajes. Se dirige a la audiencia de cada televisión, periódico o radio. Mima muy bien a los medios afines. Ha logrado monopolizar la conversación durante la pandemia a golpe de fotos, mensajes y enfrentamientos con el Gobierno de Sánchez. Está más segura de sí misma. La consigna de su equipo era muy clara. Desviar el foco del zarpazo de la pandemia en la región, la más devastada de España con miles de fallecidos en las residencias y en hospitales.

Su imagen vestida de negro simulando una virgen para una entrevista con el diario El Mundo fue otro ejemplo de distracción. Nadie se acuerda de las respuestas, solo de la fotografía, que generó decenas de miles de mensajes en grupos de WhatsApp y redes sociales. 24 horas después, ella misma se disculpó. A ese polémico retrato se suma la idea del menú infantil de Telepizza para familias y niños necesitados que ella misma acabó desechando. El anuncio del primer avión con material sanitario en España que al final llegó con semanas de retraso. La tarjeta de vacunación que anunció en agosto y desechó a las 24 horas.

Y cuatro viajes a Cataluña para atacar a los nacionalistas, el multitudinario cierre de Ifema con un acto repartiendo bocatas de calamares, el gasto de, al menos, 125 millones de euros para el primer hospital de pandemias de Europa al norte de Madrid, muy criticado por toda la sanidad madrileña, sin un documento que explique qué científicos o expertos de salud pública lo han recomendado, sin quirófanos, con una inauguración que incluyó a más de 80 medios de comunicación y con una entrevista en la que no supo contestar con cuántos médicos o enfermeros iba a comenzar a funcionar el hospital. “No es una pregunta para una presidenta”, dijo. O la última, de hace solo unos días, cuando se quejaba de las pocas vacunas que Madrid había recibido. La realidad es que cada comunidad recibe lo que le corresponde proporcionalmente a su población.

A esta idea se ha sumado también el líder del partido, Pablo Casado. La relación entre la presidenta y el gestor de Génova es muy buena, según reconocen en ambos entornos. La elección de Ayuso como candidata en enero de 2019 descolocó a los grandes dirigentes conservadores por lo arriesgado de la apuesta para gestionar un presupuesto, el de la Comunidad de Madrid, de 20.500 millones de euros. Salvo una breve etapa como viceconsejera de Justicia, su experiencia política se limitaba al área de comunicación y redes sociales.

Un año después, Ayuso lidera el auténtico PP sin complejos, el estilo de Cayetana Álvarez de Toledo que tanto gusta en la derecha más escorada. Su figura se ha multiplicado exponencialmente. Tanto, que en la gestión de la pandemia ha ensombrecido al propio Casado. En Génova, conscientes de lo que eso supone, quieren limitar los poderes en la batalla interna que se celebrará a finales de 2021. El control del partido en Madrid está ahora en manos de una gestora, liderada por Pío García Escudero. Llevar el timón del PP regional supone asumir más escaparate público y el poder de gestionar las listas electorales. Casado y el alcalde José Luis Martínez Almeida apuestan por una tercera vía. Ayuso, sin embargo, por guardar silencio y no mostrar todas las cartas. “Está centrada en el Gobierno regional”, dicen en su entorno.

Mientras tanto, la comunidad comenzará el año como terminó 2020: con unos presupuestos de 2019, sin sacar adelante ni una nueva ley y con una Asamblea donde retumba la palabra España. Ya lo dijo la nueva baronesa nacional del PP: “Madrid es España”.

Fuente: El Pais.com

La china SciClone entra en la biotec Ability Pharma

 La china SciClone Pharmaceuticals ha entrado en el capital de la biotec catalana Ability Pharma, especializada en oncología, tras una inversión inicial de 1 millón de dólares y el compromiso de aportar otros 2 millones en función de hitos, elevando el total de la operación a 3 millones de dólares –2,5 millones de euros–, según informaron ayer las empresas. 

En todo caso, no son nuevos compañeros: desde el 2016 ya tenían un acuerdo para el desarrollo y licencia de fármacos en Asia, que le reportarán un máximo de 16,4 millones de euros si se cumplen diversos objetivos.

SciClone tendrá una participación no revelada, en cualquier caso muy minoritaria, pasando a compartir capital con los fundadores, fondos como Inveready y Fitalent (Everis) y otros inversores públicos y privados. La inyección permitirá a Ability Pharma potenciar el desarrollo de su fármaco ABTL0812, un agente anticáncer cuyos ensayos clínicos, iniciados en el 2015, han demostrado una eficacia superior a la de registros históricos en cáncer de pulmón y endometrio. Ahora iniciará uno nuevo en cáncer pancreático, al darse una “alta mortalidad y una necesidad urgente de terapias nuevas y eficientes”, explica Carles Domènech, presidente ejecutivo. Contará con 150 pacientes de España, EE.UU., Francia e Israel, si bien en los dos últimos está pendiente del visto bueno de las autoridades, que se confía en lograr en el inicio del 2021. El ensayo, que arranca en enero en España, supone unos 10 millones de inversión total y comparará a 75 pacientes que reciben solo quimioterapia y otros 75 combinando el tratamiento con ABTL0812, que potencia los efectos de la quimio sin aumentar la toxicidad. Los resultados se prevén para junio del 2022.

En enero arrancará nuevo ensayo en cáncer pancreático con 150 pacientes en cuatro países

El éxito en los nuevos ensayos llevaría a acuerdos de licencia con grandes multinacionales para finalmente poner a la venta su primer fármaco, algo que se prevé para el 2024. Si se cumplen plazos, será una nueva etapa para la empresa, ya que de momento se dedica al desarrollo, sin facturar. Con sede en Cerdanyola, fundada en el 2009 y con 12 empleados, para Ability Pharma tener una solución en el mercado aumentaría los pagos por sus desarrollos y permitiría avanzar en otros dos productos que aún no han entrado en fase clínica, expone el directivo. “Ahora no tenemos ningún fármaco comercializado, porque nos encargamos desde la investigación básica hasta la prueba de eficacia en humanos”, señala. Y completar todo ese ciclo lleva años.

En cualquier caso, el ejercicio ha sido muy bueno para Ability Pharma, reconoce, captando 12,4 millones de euros de inversión en el “año más positivo de toda nuestra historia”. Domènech destaca los 5,2 millones aportados por fondos europeos y los 1,6 millones de la FDA, la agencia reguladora de medicamentos en EE.UU.

Fuente: La Vanguardia.com

CORONAVIRUS. Características de la vacuna de Oxford y AstraZeneca que acaba de autorizar Reino Unido

 Reino Unido se ha convertido en el primer país del mundo en autorizar el uso de la vacuna elaborada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca. Aunque esta vacuna es más barata y fácil de distribuir que otras como la de Pfizer, existen dudas sobre la cantidad y el número de dosis que harán más efectivos sus resultados.

La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios de Reino Unido asegura que dos dosis completas suministradas con una diferencia de tres meses logran una efectividad del 80%, una cifra más elevada que la anunciada por los propios desarrolladores, según ha informado Reuters. El uso de la vacuna en el país comenzará el próximo 4 de enero.

¿Cómo funciona esta vacuna?

La vacuna de Oxford/AstraZeneca se basa en un inofensivo virus procedente del resfriado del chimpancé, el cual no puede desarrollarse dentro de las células humanas. Los científicos lo han manipulado para que lleve material genético de la proteína del coronavirus. Una vez que la vacuna ha sido administrada, nuestro cuerpo producirá la proteína del coronavirus, desencadenando con esto una respuesta inmunológica.

¿Cuál es su efectividad?

Depende. Originalmente se pensó que la mejor manera de protegerse frente a la COVID-19 era aplicando dos dosis de esta vacuna con un intervalo de cuatro semanas entre ellas. Sin embargo, un error en la dosificación mientras se realizaba un ensayo clínico llevó al hallazgo fortuito de que la efectividad era mayor cuando los participantes recibían media dosis seguida de una dosis completa, en lugar de dos completas, con un 90% de efectividad, respecto al 62% en el primer caso.

Los resultados, aunque generaron curiosidad, se trataron con prudencia debido a que el primer grupo, el cual obtuvo un 90% de efectividad, era considerablemente más pequeño que el grupo al que se le administraron dos dosis completas y no incluyó a participantes mayores de 55 años. Esta controversia llevó a AstraZeneca a anunciar en noviembre un nuevo ensayo mundial de la vacuna con la administración de media dosis, seguida de una dosis completa.

Pese al hallazgo, los investigadores han subrayado que, independientemente del sistema de dosificación utilizado, ninguno de los participantes en el ensayo desarrolló la enfermedad de manera grave o tuvo que ser hospitalizado después de haber recibido una dosis de la vacuna.

Además, los científicos afirman que de los datos de casi 24.000 participantes, solo se dieron tres casos graves en materia de seguridad y posiblemente relacionados con la vacuna –al menos uno de ellos ocurrió en el grupo de control–. Tanto los participantes más mayores como los más jóvenes mostraron una respuesta inmunológica similar.

La MHRA ha aprobado finalmente dos dosis completas, espaciadas entre sí con hasta 12 semanas de diferencia. Una medida que, según se espera, permitirá que el mayor número de personas posible cuente con algún tipo protección frente a la COVID-19 en un período corto de tiempo.

Al igual que sucede con la vacuna de ARNm de Pfizer/BioNTech que ya ha sido aprobada por Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea, y que cuenta con una eficacia del 95% con dos de sus dosis, no está claro cuánto tiempo durará la protección inducida por la vacuna de Oxford/AstraZeneca.

Aunque hay alguna evidencia de que la vacuna Oxford/AstraZeneca podría no sólo evitar que las personas se enfermaran gravemente de la COVID-19, sino también prevenir las infecciones asintomáticas, se necesitan más datos para confirmar esta hipótesis.

¿Supone esta vacuna un cambio radical?

Se espera que la vacuna Oxford/AstraZeneca sea un factor clave del programa de vacunación de Reino Unido y es además la piedra angular de las esperanzas de vacunación mundial.

Si bien la vacuna Pfizer/BioNTech ya ha obtenido la aprobación reglamentaria y se ha administrado a más de 600.000 personas en este país hasta la fecha, ha planteado también un desafío logístico, ya que debe almacenarse y transportarse a -70ºC y sólo puede mantenerse en refrigeradores médicos normales que se encuentren entre 2ºC y 8ºC durante un máximo de cinco días.

Por el contrario, la vacuna Oxford/AstraZeneca puede ser transportada y almacenada a estas temperaturas (2ºC - 8ºC) hasta seis meses, lo que hace mucho más fácil su traslado por todo el país y su administración en entornos como residencias de ancianos, farmacias locales y prisiones. También la hace adecuada para su uso en zonas rurales y países donde el acceso a almacenamiento a temperaturas tan bajas es un problema.

Además, mientras que el Gobierno de Reino Unido ordenó tan solo 40 millones de dosis de la vacuna Pfizer/BioNTech, ha pedido 100 millones de esta nueva vacuna, de las cuales 4 millones están ya en Reino Unido, de las cuales 530.000 estarán disponibles a partir del próximo lunes.

Hay que destacar también un aspecto financiero importante: la vacuna Oxford/AstraZeneca cuesta entre tres y cuatro dólares por inyección, mientras que la de Pfizer/BioNTech se encuentra en los 20 dólares. Además, la primera ha declarado que no tendrá ánimo de lucro mientras dure la pandemia.

El profesor Adam Finn, experto en vacunas de la Universidad de Bristol e investigador en el ensayo de Oxford, dice que era importante contar con una amplia variedad de vacunas disponibles, incluyendo las de Pfizer/BioNTech y Moderna. "Necesitamos saber qué sucede cuando combinamos estos diferentes tipos de vacunas en la misma persona, tal vez podamos obtener una inmunidad más amplia, más fuerte o más duradera si se da una seguida de la otra", afirmó, agregando que otros tipos de vacunas también estaban en preparación, incluyendo algunas basadas en virus completamente inactivos.

El profesor Danny Altmann, del Imperial College de Londres, está de acuerdo en que se necesitarían varias vacunas, sobre todo para garantizar un suministro lo suficientemente grande para todos los países, pero advierte de que no se deben comparar en la actualidad, señalando que aún queda mucho por aprender sobre el rendimiento de las mismas. "Todavía queda una montaña de vacunas muy empinada por escalar, a nivel nacional y mundial, antes de que cualquiera de nosotros pueda sentirse seguro y volver a la normalidad".

Fuente: El Diario.es

CORONAVIRUS. "La vacuna de la COVID-19 está preparada para un virus que muta continuamente"

 El investigador de Fisabio explica las razones científicas por las que este nuevo linaje no parece afectar a los sueros contra el coronavirus, pero en cambio podría suponer un colapso en el sistema sanitario si se comprueba que aumenta la transmisibilidad

Si conocemos que existe una variante del coronavirus en el Reino Unido que puede ser más contagiosa, pero no más virulenta, es gracias a la secuenciación genómica. España era líder en esta disciplina mucho antes de la pandemia, lo que ha permitido que sus equipos contasen con las herramientas y la experiencia necesaria para enfrentarse al SARS-CoV-2 y estudiar sus efectos en la población, incluidos los de la nueva mutación.

Entre estos grupos, uno de los más veteranos es el que encabeza Fernando González-Candelas en la fundación Fisabio desde hace 20 años. También fueron los primeros del mundo en detectar en marzo dos variantes diferentes del nuevo coronavirus en Valencia. Desde entonces, se han registrado 3.600 mutaciones en todo el planeta y 39 solo en España.

Candelas, catedrático en Genética en la Universidad de Valencia, explica la importancia de la secuenciación genómica para hacer un cribado de estos linajes y detectar los más peligrosos. Pero también para no caer en alarmismos a la hora de hablar del surgido en el Reino Unido y del que ya se han encontrado 17 casos en nuestro país. Laa entrevista se realizó con anterioridad a ese descubrimiento.

Empezando por lo básico. ¿Qué es la secuenciación genómica?

Consiste en obtener la secuencia de todos los nucleótidos del genoma de un organismo. Todos los genomas tienen su base en el ADN o en el ARN, como estos virus. Nucleótido tras nucleótido, en miles o millones dependiendo del organismo, conforman el genoma. A su vez, es el conjunto de instrucciones básicas para que los organismos funcionen y se puedan reproducir de manera fiel.

En el caso del SARS-CoV-2, el genoma tiene casi 30.000 nucleótidos. Lo que hacemos para secuenciarlos es aplicar instrumentos de biología molecular que lo hacen de manera casi automática, y así conseguimos la sucesión de letras -que nosotros traducimos a cuatro (A, C, G y U)- que conforman el genoma. En el caso de un virus es sencillo, pero para el genoma de otros organismos la cosa se vuelve más complicada.

En la base de datos GISAID hay registradas más de 3.600 mutaciones del virus del SARS-CoV-2. ¿Las únicas que preocupan a la comunidad científica son las que se han encontrado en el Reino Unido?

Hay dos o tres razones por las que las mutaciones pueden ser preocupantes. Por un lado, las que hacen que el virus sea más virulento, es decir que sea más patógeno o que aumente la letalidad. De esas no se ha encontrado todavía ninguna. Otro grupo interesante de mutaciones son las que hacen que el virus sea más infeccioso o se transmita mejor, y de estas parece que sí hay alguna. No es una evidencia rotunda, porque los datos son complicados de obtener y de valorar, pero posiblemente sea una de las que aparecen en la cepa británica. ¿Esto es importante? Pues relativamente.

Lo que se ha visto en Reino Unido, donde los datos todavía son muy preliminares y no están claros, es que aumenta la transmisibilidad muy poco (un 0,4). Por lo tanto, no podemos decir que se haya modificado el curso de la epidemia. El miedo que existe con la variante inglesa es que esa mutación se propague mucho y aumente el ritmo de contagio, porque eso afecta al número de personas infectadas, al número de personas hospitalizadas y al número de fallecimientos. El colapso del sistema sanitario puede ocurrir mucho antes. Pero es una posibilidad. No está todavía confirmado ni demostrado que sea así.

¿Qué puede suponer para la pandemia que esta variante ya se esté propagando por el mundo?

No es descartable que el virus tenga una mayor transmisibilidad, pero la conducta de las personas puede contribuir sustancialmente a ello. Si le pilla en el momento oportuno, como ha ocurrido en Reino Unido, pues se dispara. Esa variante del virus ya está en muchos otros países y no se está comportando con la misma transmisibilidad que allí. Por tanto, la contribución intrínseca del linaje inglés quizá no sea tan grande. No quiere decir que no tenga algo que ver, pero no es decisivo.

Tengo la seguridad de que esa variante va a estar ya en muchos sitios, porque ha estado circulando por el Reino Unido durante semanas y la mayoría de los países no han impuesto restricciones a las personas que venían de allí. Con lo cual, algunas lo habrán llevado, porque así es como se ha ido expandiendo el coronavirus en casi todo el mundo.

La cepa inglesa no se está transmitiendo en otros países de la forma que lo ha hecho en Reino Unido.

Y en el caso de encontrar esta mutación en España, ¿qué pasos habría que seguir para estudiarla y evitar que se descontrole?

Habría que hacer estudios virológicos y serológicos para entender el impacto real de las variantes, de los cuales nosotros no nos encargamos. No tenemos ni la preparación, ni la infraestructura, ni el conocimiento necesario para ello. Una cosa es secuenciar y hacer predicciones sobre cuál va a ser el comportamiento del virus frente a la vacuna, por ejemplo, y otra cosa es que sean los resultados reales.

Esos experimentos sirven para demostrar si los cambios a nivel epidemiológico o de aumento de la transmisibilidad se deben a las variantes del virus. Podría ser que aumente la transmisión por la falta de medidas de seguridad o el comportamiento de la población, y que al virus le haya pillado en medio y haya aumentado mucho su frecuencia. Pero no necesariamente es porque el virus sea distinto.

¿A qué se debe que la variante del Reino Unido haya mutado 17 veces? ¿Qué tiene que pasar para que el coronavirus mute de forma tan múltiple?

Aún no lo sabemos. Es difícil verificar una hipótesis porque, sin una máquina del tiempo, solo podemos especular sobre cómo ha pasado. Se ha visto que en pacientes inmunodeprimidos, cuyo sistema inmunitario no funciona, que presentan una infección persistente de COVID-19 y que han sido tratados con una terapia experimental de anticuerpos mono o policlonales, el virus puede cambiar de manera parecida a la de la variante inglesa. Lo que no sabemos aún es si ha tenido más éxito porque es mejor "infectador" o si solo ha estado en el sitio oportuno y en el momento oportuno, cuando han empezado a dispararse allí los contagios.

Estos cambios genómicos afectan a la espícula del virus. ¿Por qué lo hace más preocupante y más contagioso, pero que no más virulento?

La proteína espícula está expuesta en el exterior del virus y forma esa corona solar que le da el nombre de coronavirus. Esta proteína es importantísima porque sus cambios pueden afectar tanto a la infección del virus como a la eficiencia de las vacunas. Al ser una parte muy visible para el sistema inmunitario, ya que es con lo que el virus se va pegando a las células que quiere infectar, nuestra respuesta inmunitaria se dirige sobre decenas de sus antígenos. Normalmente se produce un anticuerpo dirigido a cada uno de ellos.

Si el virus acumula muchas mutaciones -no las que hay ahora, que son pocas- cabe la posibilidad de que las vacunas desarrolladas para las variantes no mutantes ya no reconozcan los mismos antígenos. Que las llaves no funcionen porque las cerraduras han cambiado. El miedo es que eso pueda suceder y para eso, mediante la secuenciación genómica, llevamos un seguimiento de si el virus muta y cómo muta.

¿Cómo se observa si una mutación presenta escape vacunal?

Es un poco complicado. Se hacen ensayos poniendo antígenos mutantes y anticuerpos juntos y viendo si se produce reacción de aglutinación. Lo que pasa es que eso es laborioso. Lo más normal es que se haga una aproximación mediante los programas de ordenador adecuados. Se coloca la mutación, se hace una predicción de la estructura secundaria y se ve si el cambio es importante y si puede afectar o no al escape vacunal.

Pero quiero recalcar que el escape vacunal se tiene que producir sobre muchos epítopos (las zonas de un antígeno que interactúan con los anticuerpos), no sobre uno o dos, porque las vacunas que se están desarrollando se dirigen a decenas de ellos simultáneamente.

¿Esa sería la razón científica por la que no parece que las mutaciones vayan a afectar a las vacunas?

Eso es. No es otra. En las vacunas de ARN mensajero, como la de de Moderna o Pfizer, se sintetiza la proteína completa, y como veíamos antes tiene muchos antígenos. Por lo tanto, lo normal es que la persona vacunada desarrolle anticuerpos frente a todos esos antígenos, no frente a uno solo.

Los que desarrollan las vacunas contra la COVID-19 saben que los virus mutan continuamente y están preparadas para ello. Por eso no las dirigen frente a un único epítopo, eso es muy peligroso y enseguida falla. Siendo una respuesta inmunitaria policlonal, con muchos clones de anticuerpos, no parece que la vacuna vaya a dejar de funcionar si se producen cambios en uno o dos antígenos.

Quienes desarrollan las vacunas contra la COVID-19 saben que los virus mutan continuamente y están preparadas para ello.

Si el virus mutase mucho más de lo que lo ha hecho hasta ahora, ¿sería más sencillo cambiar la composición de la vacuna que empezar desde cero?

Claro. Porque ya sabríamos qué parte del virus habría que cambiar. Sucedería si se encontrasen mutaciones que cambian la conformación de determinados epítopos. Si por ejemplo son ocho, bastaría con cambiar la composición de esos ocho. La tecnología actual permite hacerlo y la gente que se dedica a hacer las vacunas lo tendría ahora más fácil.

Entonces, a nivel epidemiológico y ciudadano, ¿cómo se debe reaccionar ante la noticia de la nueva cepa?

Yo creo se está despertando una alarma a nivel de la calle que no está justificada. No es que nos vayamos a olvidar en epidemiología, en vigilancia o en salud pública de lo que hay. Pero una cosa es eso y otra cosa es que la gente tenga pánico a una variante inglesa que si les afectase les provocaría exactamente lo mismos síntomas. Ya es bastante mala la COVID-19 sin mutación como para que nos preocupemos por esto. No hay cambios relevantes ni significativos que afecten a las personas infectadas.

En mi opinión, es un poco contraproducente levantar un sentimiento de alarma que no se corresponde con lo que en realidad está ocurriendo. Lo cual no quiere decir que no haya que vigilarlo. Son dos cosas distintas.

A pesar de todas estas mutaciones, ¿se puede decir que el coronavirus sigue mutando mucho menos que la gripe?

Es que son los dos niveles de mutación diferente. Nosotros decimos que el virus muta menos que la gripe porque la probabilidad de que se produzca un cambio en una posición concreta del genoma cada vez que se replica, es mucho menor en este virus que en de la gripe, la hepatitis o el VIH. Eso es la tasa de mutación. Lo cual no quiere decir que no se produzca, solo que lo hace con menos probabilidad.

Ahora, hagámonos una idea de cuántas personas están infectadas por este virus. Cuántos virus se producen en cada persona cada día y la posibilidad infinita que eso ofrece para que se produzcan mutaciones. Ese número no es fácilmente imaginable. Cada día se producen todas las mutaciones posibles, pero no todas son viables para el virus. Las que no lo son se pierden inmediatamente. No le suman ni le quitan nada. Por lo tanto, algunas de esas se detectan y otras no. La gran mayoría de ellas pasan desapercibidas.

Cada día se producen todas las mutaciones posibles, pero no todas son viables para el virus. Las que no lo son se pierden inmediatamente, por lo que no le suman ni le quitan nada

¿Se detectan mejor las variantes que son más peligrosas?

Claro. A medida que pase el tiempo veremos más y más mutaciones. Por eso ahora ya hay 3.600, porque llevamos once meses secuenciando virus. Es posible que algunas de esas mutaciones en determinadas circunstancias, bajo determinada presión de selección y en un determinado paciente, tengan efectos positivos para del virus. Esas son las peligrosas, porque son las negativas para el ser humano. Y esas son las que hay que vigilar y estudiar con detalle si tienen o no tienen efectos con los experimentos que comentaba. Sabemos que el 95% no va a tener efectos, pero hay que vigilar de cerca el 5% restante. En el caso de 3.600, son más de 100 mutaciones. No nos podemos despistar.

¿De dónde consigue su equipo las muestras de los pacientes infectados para secuenciar la COVID-19?

Nosotros trabajamos con muestras del virus sobrantes de los diagnósticos de la PCR. Es faena añadida a la que ya hacen los laboratorios de microbiología de diagnóstico, que es lo esencial. Nuestro punto de partida es la misma muestra, pero trabajamos de forma diferente a ellos. En lugar de analizar las tres posiciones concretas del virus que les permite diagnosticar y que se hace de forma más rápida, nosotros amplificamos y secuenciamos todo el genoma del virus.

¿Cómo lo hacemos? Con el sobrante de las muestras de los hospitales. ¿Qué sucede? Que nos los remiten cuando pueden, porque están saturados, van muy apurados de trabajo y la nuestra es una tarea adicional. Eso nos complica bastante obtener las muestras. Además, se le une que el número de personas dedicadas a la secuenciación genómica es pequeño en nuestro país. Somos los hermanitos pobres.

Entonces, cuando se habla de que España es segundo líder europeo por detrás de Reino Unido, ¿no se refiere en recursos?

En recursos no somos de los que más tienen, ni mucho menos. Lo que pasa es que esto lo hacemos desde ya hace mucho tiempo, cuando no había coronavirus y no se sabía. En mi equipo de investigación llevamos 20 años. Así que adaptarnos y aprender a hacerlo con este virus no nos ha costado nada y, es más, nos ha facilitado el poder montar un consorcio y poner de acuerdo a grupos de trabajo con los cuales ya habíamos trabajado previamente. Contábamos con esa ventaja: una maquinaria humana y una infraestructura material en funcionamiento para este tipo de problemas.

Fuente: El Diario.es