La posición cada vez más destacada de
China en los asuntos climáticos convierte al país asiático en un firme
candidato para liderar las nuevas iniciativas de geoingeniería gracias a una
fuerte inversión pública en el área. La última, tres millones de dólares para
investigación
Durante los últimos tres años, China
ha ensamblado uno de los mayores programas de investigación en geoingeniería
con financiación pública del mundo, lo que indica otra área en la que el
gigante asiático adelanta al resto de países en asuntos climáticos.
El programa, financiado por el
Ministerio de Ciencia y Tecnología chino con tres millones de dólares (2,5
millones de euros), cuenta con alrededor de 15 miembros del profesorado y 40
estudiantes de tres instituciones académicas diferentes. Los investigadores
están evaluando el impacto de recurrir a medios tecnológicos para alterar el
clima, además de debatir y tratar aspectos relacionados con la política y la
gobernanza. La iniciativa no incluye de manera explícita el desarrollo de la
tecnología ni la realización de experimentos al aire libre, al contrario que
los nuevos programas de investigación en la Universidad de Harvard (EEUU) y la
Universidad de Washington (EEUU).
"No quieren ser vistos como los
malos, por lo que hay cierta renuencia a hacer eso entre algunos grupos",
explica el expatriado británico, glaciólogo y modelador climático que supervisa
el programa, John Moore.
Moore, residente de larga duración en
China, ejerce como científico principal en la Escuela de Cambio Global y
Ciencia del sistema Tierra de la Universidad Normal de Pekín. La semana pasada,
Moore dio a conocer en la prestigiosa Conferencia de Investigación Gordon en
Newry (Maine, EEUU) los resultados hasta la fecha del proyecto, el cual también
incluye a la Universidad de Zhejiang y la Academia China de Ciencias Sociales.
Aunque se trata de un evento off the record -los medios de comunicación no
pueden informar sobre su contenido-, Moore habló con MIT Technology Review
después de su presentación.
Los efectos
colaterales de la geoingeniería
La geoingeniería es un término
genérico para una serie de métodos propuestos para contrarrestar los efectos
del cambio climático. Entre otros enfoques, los científicos han explorado la
posibilidad de rociar partículas en la estratosfera para dispersar la luz del
sol, o la idea de hacer las nubes costeras más reflectantes. Es una creencia
generalizada que este tipo de métodos podrían compensar el aumento de la
temperatura característico del cambio climático, pero existen dudas
considerables sobre los efectos secundarios potenciales para el medio ambiente,
los peliagudos desafíos políticos que plantea y el debate ético de poner en
marcha una tecnología que podría alterar el clima a escala mundial.
Moore dice que sus áreas de
investigación actuales incluyen el análisis de los impactos potenciales de la
geoingeniería en las capas de hielo polar, el nivel del mar, la agricultura y
la salud humana. El científico atmosférico e investigador principal del
programa en Zhejiang, Long Cao, es coautor de un artículo académico publicado
la semana pasada sobre un "cóctel de ingenierías". El estudio, una
colaboración con el destacado climatólogo del Instituto Carnegie Ken Caldeira,
explora el potencial de utilizar dos tipos de geoingeniería y así equilibrar
los efectos ambientales negativos. Otros trabajos publicados recientemente
también han evaluado el efecto de estas técnicas sobre los glaciares
regionales, el riego en el desierto y la circulación oceánica .
La geoingeniería en
el mundo
En Europa también se han llevado a
cabo varios proyectos de investigación en geoingeniería con financiación
pública como, entre otros, el Programa Prioritario de la Fundación Alemana de
Investigación y el proyecto respaldado por la Unión Europea sobre Implicaciones
y riesgos de la ingeniería dirigida a la radiación solar para limitar el cambio
climático. En Estados Unidos,
el mayor esfuerzo investigador a día de hoy es el nuevo
programa de investigación multidisciplinar de Geoingeniería
Solar de Harvard. el cual ha recaudado alrededor de 7,5 millones de dólares
(unos 6,4 millones de euros). Sin embargo, los fondos vienen en su mayoría de
fuentes privadas, incluidos el cofundador de Microsoft Bill Gates y la
Fundación Hewlett. Los científicos de Harvard y otras instituciones de Estados
Unidos apenas han logrado recaudar fondos significativos de origen público,
sobre todo debido a la naturaleza todavía controvertida del tema.
No obstante, y dado que China es cada
vez más influyente en los asuntos climáticos, la importancia cada vez mayor de
su programa de geoingeniería podría terminar por convertirse en un nuevo
estándar internacional, explica el director ejecutivo de la Iniciativa Carnegie
sobre la gobernanza de la geoingeniería del clima, Janos Pasztor.
Fuente: MIT Technology Review