Por principios, nunca
soy favorable a derrocar a un Presidente del Gobierno elegido democráticamente,
y de destituirle, solo en los casos que lo contemple la Ley, pero en plena
crisis sanitaria no me parece una actitud, ni leal, ni solidaria, ni
constructiva, ni inteligente.
Dicho esto, cuando
los dirigentes del PP y Vox piden una cosa y la contraria, como solución final
a la crisis del coronavirus, algunos pueden pensar que así nunca se equivocan y
otros como yo, creen que se equivocan siempre, porque acertar en un caso no
compensa el haberse equivocado primero.
Otra cosa bien
distinta es, la toma de decisiones diaria en la situación de Estado de Alerta actual,
que por Ley, al Presidente del Gobierno corresponden. Y qué, en un momento como
éste, jamás vivido en la democracia española, como es la pandemia global, debiendo
primero tener en cuenta la salud de la ciudadanía, al tiempo de preservar su bienestar
social y sin perder de vista la correcta gestión de los fondos públicos (nuestros
impuestos), como cualquiera puede entender, caben las distracciones, y aunque
la cuadratura del círculo no puede ser, así con todo, en este caso, y
por el interés general se debe hacer.
En otros países con
más músculo económico como Estados Unidos, esta misma semana, sus sanitarios denunciaron
en medios de comunicación y redes sociales, la falta de, mascarillas, respiradores
y equipos de protección personal; también desde el Gobierno de EEUU, se anunció
la pérdida de 10 millones de empleos por la crisis sanitaria del coronavirus (espero
que nadie de, PP, Vox, CEOE o desde los medios afines de la derecha, critique al
Presidente Donald Trump, como hicieron con el Presidente Pedro Sánchez por similares
motivos) siendo en España 834.000 los empleos perdidos por la misma causa.
Aunque, ahora lo peor
se lo están llevando nuestros ancianos, que lucharon en la guerra civil por defender
sus ideas, en la postguerra por quitar el hambre a sus familias y sacarlas adelante,
y en democracia cuando las crisis de Lehman Brothers, aportaron su pensión para
ayudar a sus nietos e hijos sin trabajo, y ahora, maldita suerte, mueren. Descansen
en paz.
En cuanto a los antecedentes del PP y su ahora socio Vox, que mucha derechita cobarde,
pero ahí están, para lo que haga falta, sirviendo de cobertura a los recortes sufridos
por la ciudadanía, como los recientemente perpetrados en Andalucía, a
la ley de Memoria Histórica y a la Ley
de Violencia de Género, por no hablar de los recortes
del PP en Sanidad Pública en Madrid
Si quieren profundizar
un poco más en los éxitos económicos del PP (sablazos a la ciudadanía más bien),
pueden consultarlos desde el manifiesto
por la justicia Social, que publiqué hace casi un año.
Entrevista a Juan
Ramón Calero “¿De verdad podremos responsabilizar a Pedro Sánchez de la epidemia
?”
Juan Ramón Calero fue
miembro del PP de alto nivel, peso pesado en Génova y dirigente político
nacional de altura. Calero ingresó en octubre de 1979 en Alianza Popular(partido
embrionario del PP), siendo de 1984 a 1986 secretario general adjunto de dicho
partido. Más tarde dio el gran salto en su currículum político ya que tras ser
diputado por Murcia en 1982, 1986 y 1989, fue portavoz del Grupo Parlamentario
del PP en el Congreso de los Diputados entre 1987 y 1989. Luego renunció a su
escaño en Madrid para ser, entre 1991 y 1995, el portavoz parlamentario del PP
de Murcia. Historia viva del Partido Popular, Calero conoce bien el espíritu
del consenso pero también los graves enfrentamientos sectarios y la deslealtad
de la oposición.
En contra de la estrategia
del PP nacional y de Casado
Por todo ello, lo que
el pasado domingo escribió
en La Voz de Murcia tiene un significado importante y desvela que no toda
la derecha respaldaría la actitud demagógica y de acoso a Pedro Sánchez del líder
del PP, Pablo Casado.
Comienza el ex
portavoz del PP en el Congreso afirmando que “En España, nunca ha habido
unanimidad sobre cómo debe ejercerse la oposición. Ni en tiempos normales,
ni ahora, en tiempos de crisis… el deber de lealtad exige a la oposición
respetar algunas reglas: se ha de aceptar el resultado de las urnas”.
Oposición con “sartas
de ocurrencias llamativas”
Y prosigue
recomendando que en estos momentos “las críticas de la oposición deberían ser
moderadas y constructivas, sin incurrir en insultos ni descalificaciones personales
y ofreciendo siempre alternativas razonables y posibles, que no sean una simple
sarta de ocurrencias llamativas”.
Antes de entrar en
los cuatro argumentos finaliza Calero con una alusión directa a Pablo Casado y
su política frentista: “En España, hay mucha gente que considera que, si los
suyos no están en el poder, para derribar al Gobierno de turno, todo está
permitido. Incluyendo banalidades, memeces, mentiras y crispación social”.
“¿Cómo habría que
ejercer la oposición en estos tiempos de epidemia?”.
1.
Cuidado con lo que se dice y con lo que se critica, no
vaya a ser que las palabras y las críticas se vuelvan contra el que las
pronuncia.
Si tienes el tejado de vidrio, no tires piedras al tejado ajeno.
2.
Desde enero, las noticias de China venían para todos. Y
las competencias de Sanidad están descentralizadas. Les corresponde a
las comunidades autónomas proveer a sus respectivos sistemas de salud de los
medios necesarios para luchar contra el coronavirus. ¿De verdad solo ha
pecado de falta de previsión Pedro Sánchez?
3.
¿Quién apoyó los recortes presupuestarios a la Sanidad? ¿Quién intentó
privatizar parte del sistema sanitario público de Madrid o de Valencia?
4.
Cuando se estudia la carrera de Derecho como Dios manda,
y no en cursos acelerados en universidades periféricas, se aprende lo que es la
fuerza mayor.
La Jurisprudencia del Supremo define la fuerza mayor como «acontecimiento que,
aun cuando se hubiese previsto, habría sido inevitable». Y el Código Civil
dice: «Nadie responderá de aquellos sucesos que no hubieran podido preverse o
que, previstos, fueran inevitables» (artículo 1105). El Derecho es sentido
común. ¿De verdad podremos responsabilizar a Pedro Sánchez del origen y consecuencias
de la epidemia de coronavirus?
Y concluye con una
reflexión final con fina ironía: “La oposición debería medir sus fuerzas. Y
darse cuenta de que el horno no está para bollos. Ni los españoles para
ocurrencias, mentiras o gracietas.” Lástima que estos políticos del PP no
sigan en activo, vaya diferencia.
Así con todo, los doctos
dirigentes de PP y Vox mantienen que con ellos gobernando, y con la aplicación
de su solución final a la crisis del coronavirus, a todos nos hubiera ido mejor.
Pues permítanme que lo dude, pues todavía recuerdo la crisis sanitaria del ébola en España, que lo hicieron también que casi tuvieron que echar a medio gobierno por incapaces e incompetentes, y porque Dios puso la mano o el destino se conjuró, que si no hubiéramos tenido que lamentar muchas muertes más, por no hablar del hund¡miento a propósito del buque petrolero Prestige frente a los costas gallegas, que provocó un derrame de petróleo que contaminó todo el norte de España, o del Accidente del avión Yak-42 en Turquía, que entregaron los restos mortales de los militares fallecidos a sus familiares sin tenerlos correctamente identificados, y que decir de la crisis económica de 2008 que puso a media España a vivir de la caridad, con el aplauso general de los socios ricos de la Unión Europea, faltaría más.
Pues permítanme que lo dude, pues todavía recuerdo la crisis sanitaria del ébola en España, que lo hicieron también que casi tuvieron que echar a medio gobierno por incapaces e incompetentes, y porque Dios puso la mano o el destino se conjuró, que si no hubiéramos tenido que lamentar muchas muertes más, por no hablar del hund¡miento a propósito del buque petrolero Prestige frente a los costas gallegas, que provocó un derrame de petróleo que contaminó todo el norte de España, o del Accidente del avión Yak-42 en Turquía, que entregaron los restos mortales de los militares fallecidos a sus familiares sin tenerlos correctamente identificados, y que decir de la crisis económica de 2008 que puso a media España a vivir de la caridad, con el aplauso general de los socios ricos de la Unión Europea, faltaría más.
Pero para serles
sincero, debo decirles que no me gusta la solución final aplicada a los hasta
el jueves pasado, 3383 ancianos muertos por coronavirus en la Comunidad Autónoma de Madrid gobernada por el PP,
con el apoyo de Vox. Bien harían el señor Casado y el señor Abascal en controlar
y auditar esa gestión, prioritaria en mi opinión a cualquier otra.
¿Así es como ustedes pensaban
arreglar esta crisis sanitaria en toda España?
¿No les enseñaron en sus
estudios sobre Derecho, que supongo tienen, que debían respetar (y más en Estado
de Alerta) al Gobierno del Estado y a su Presidente del Gobierno?
¿De verdad creen ustedes
que les corresponde siquiera disfrutar un solo céntimo del salario que nunca se han merecido cobrar?
Pues, en mi opinión, digo,
Qué si les quedase un
mínimo de dignidad, hubiesen dimitido todos como ya hicieron los socios de Ciudadanos.
Qué es una indecencia que ustedes,
que van por la vida de católicos y apostólicos, mercadeen con los muertos por
coronavirus y que no respeten (en redes sociales o cualquier otro sitio) ni el
descanso eterno de los difuntos, ni el luto de sus familiares.
Qué son una vergüenza para la democracia española, que no se merece una derecha de políticos como ustedes, que lanzan discursos con mensajes que rezuman odio cuando no filofascismo por los cuatro costados.
Qué, por si todo lo
anterior no fuese suficiente, ampararse en la ortodoxia de la economía y anteponer
el estricto cumplimiento de la Ley a la supervivencia de los ciudadanos, no es
la solución final que deseo para mis compatriotas, porque la ciudanía no es
prescindible.
Y porque retorcer
la Ley en "Estado de Alerta por fuerza mayor” con resultado de muertes de ciudadanos, es FASCISMO o “terrorismo político” o ambas dos a la
vez, que a buen seguro la ciudadanía en las urnas sabrán reconocer y sentenciar,
si primero no lo hacen los jueces.
Fuente: Redacción y elplural.com