Un análisis de la Universidad de Texas y las compañías farmacéuticas asegura que los fármacos generan respuesta contra las mutaciones más contagiosas
Una investigación preliminar y aún no
revisada de la Universidad de Texas ha determinado que la vacuna de Pfizer y
BioNTech, que es la que actualmente se distribuye en España, mantiene su
eficacia ante las nuevas variantes del coronavirus detectadas en Reino Unido y
Sudáfrica, consideradas más transmisibles que las de los virus iniciales,
aunque no más mortales.
El estudio se ha dirigido a la
mutación de la proteína N501Y de la espícula, fundamental para la entrada del
virus en la célula y la posterior proliferación. También se ha analizado el
resultado del fármaco en la variante E484K, la detectada en Sudáfrica. Según ha
informado Phil Dormitzer, investigador de la vacuna de Pfizer, esta variación
es la que ha generado la alarma por el aumento de la capacidad de propagación,
informa Reuters.
El estudio de la Universidad de Texas,
realizado sobre muestras serológicas de personas ya vacunadas, manifiesta que
la eficacia del fármaco se mantiene, aunque advierte de que este hallazgo se
limita a las variantes estudiadas y no es determinante ante una nueva mutación
del virus. “Hemos probado 16 mutaciones diferentes y ninguna de ellas ha tenido
realmente ningún impacto significativo [en la eficacia de la vacuna]. Esas son
las buenas noticias. Eso no significa que sea así en la variante 17”, ha
afirmado Dormitzer.
En este sentido, Pfizer ha anunciado
que mantendrá abierta la investigación sobre las variantes del coronavirus y la
eficacia de la vacuna sobre las mismas.
Simon Clarke, profesor asociado de
Microbiología celular en la Universidad de Reading, ha advertido de que las
nuevas variantes del coronavirus presentan mutaciones en la proteína de la
espícula que hacen al patógeno más contagioso. La vacuna de Pfizer, así como la
de Moderna, que empezará a distribuirse en unos 10 días, según ha anunciado el
ministro de Sanidad, Salvador Illa, utilizan ARN mensajero, que ataca la forma
del virus de incorporarse a la célula. Esta circunstancia permitiría modificar
la fórmula en caso de que se detecte una variante que no responda a los
actuales fármacos.
“Es tranquilizador que Pfizer esté
siguiendo de cerca si las variantes del virus pueden escapar de las respuestas
inmunitarias provocadas por su vacuna y que hasta ahora no haya evidencias de
que las mutaciones analizadas hayan generado diferencias en la capacidad de los
anticuerpos. Por supuesto, esto necesita un seguimiento constante, en especial
con la variante sudafricana, cuya mutación es preocupante. Pero, incluso si
vemos alguna diferencia, la tecnología utilizada para fabricar las vacunas
permite modificarla muy rápidamente si es necesario”, ha afirmado Deborah
Dunn-Walters, miembro de la Sociedad Británica de Inmunología, a Science Media
Centre.
Menos entusiasta es Ravi Gupta,
profesor de Microbiología de la Universidad de Cambridge. Gupta advierte que la
mutación estudiada en el estudio de Texas es “solo una de las ocho detectadas
en el Reino Unido”. También cuestiona las mediciones y la falta de revisión del
estudio. “Este trabajo debe ser ignorado hasta que se haga correctamente el
trabajo realizado. El presente documento no pasaría la revisión por homólogos
en su forma actual”, afirma también a la misma plataforma.
Fuente: El Pais.com