El juez de la Audiencia Nacional ha unido "la cadena de apuntes" que salpican a la ex secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal y a su marido, Ignacio López del Hierro, en el papel de protagonistas para captar al topo de la trama.
El juez que
investiga el espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas ha logrado relacionar
casi medio centenar de anotaciones y grabaciones que salpican a la exsecretaria
general del PP María Dolores de Cospedal y a su marido, el empresario Ignacio
López del Hierro.
El
excomisario de la Policía Nacional José Manuel Villarejo —principal investigado
de la macrocausa que se instruye en la Audiencia Nacional— lo grababa todo, lo
apuntaba todo, y ahí ha quedado reflejado el presunto papel central de la
exnúmero dos de los populares en una operación ilegal de máximo nivel para
entorpecer la investigación que iba a poner en jaque todas las finanzas del
partido.
La conocida
como Operación Kitchen fue un operativo "parapolicial" organizado en
2013 para robar los documentos que escondía el extesorero Luis Bárcenas sobre
la caja b de la formación, que podría perjudicar de manera directa al
presidente del Gobierno de entonces Mariano Rajoy y a su número dos.
El último
movimiento del instructor de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón deja
patente que se trató de una operación del partido, de máximo nivel, en la que
podría haber estado detrás directamente Cospedal con la ayuda de su marido,
Ignacio López del Hierro, quien también salía en los papeles de Bárcenas.
Operación
del partido al máximo nivel. El juez sospecha que Interior fue el instrumento
para materializar el plan
Sin
embargo, necesitaban medios y una plataforma para llevar a cabo el plan, y ésta
fue el Ministerio del Interior, bajo la dirección del ministro Jorge FernándezDíaz y del secretario de Estado, Francisco Martínez.
El
magistrado ha tardado casi un año en lograr unir todas las piezas para implicar
directamente a Cospedal. El empujón final vino cuando a finales de año, la
Policía registró la celda de Villarejo, que se encontraba en prisión
provisional desde noviembre de 2017, y halló una serie de agendas que escondía
y que no habían sido incautadas en su momento.
Eran las
agendas de 2013, todas las anotaciones sobre sus conversaciones, en la época en
la que se ideó, organizó y perpetró la Operación Kitchen. Pero además de estos
apuntes, el juez, lo ha unido con conversaciones mantenidas por Villarejo e
incluso de otras personas como la del propio Francisco Martínez.
El origen
de Kitchen. "Plan contra LB. Intervenir comunicaciones, registros y
citación de mujer e hijo”
Con todo
ello, García Castellón ha contabilizado 43 indicios que apuntan a Cospedal y su
entorno. “Cospe. Control de LB”: recoge Villarejo el 4 de septiembre de 2013.
Según el
juez, el 11 de julio de 2013 es el origen de la operación Kitchen. El día antes,
el juez que investigaba la caja b del PP, Pablo Ruz, dictó un auto citando a
Bárcenas para el día 15. Fue ahí cuando se activó la maquinaria. Todo hacía
indicar que el extesorero podría acabar en prisión y si eso ocurría, pasaría a
la ofensiva al entender que su partido, en ese momento en el Gobierno, le había
dejado caer sin frenar su encarcelamiento.
Ese 11 de
julio, Villarejo anota, al lado del nombre de Chisco —nombre utilizado para
Francisco Martínez— “Charla de 45 minutos. Plan contra LB. Intervenir
comunicaciones, registros y citación de mujer e hijo”.
En esos
días, el excomisario apunta hasta 10 anotaciones sobre la operación que
empezaban a preparar contra Bárcenas y su mujer, Rosalía Iglesias.
"Chisco. Quiere plan estratégico para salir del caso LB", escribe el
excomisario el día 15. Un día más tarde: "Chisco. Problemática por
posibles grabaciones de LB".
Los
contactos —y sus correspondientes anotaciones que Villarejo hace en sus
agendas— se intensifican esos días de plena crisis en el Partido Popular. Así
lo refleja el día 17 en el que tras escribir "gabinete crisis" apunta
"pendiente conductor de LB", en referencia al chófer de la familia,
imputado por ser el topo de la trama "parapolicial".
El 18 de
julio Villarejo manuscribe tras hablar, presuntamente, con Ignacio López del
Hierro: "Aviso contacto Sergio. Él se encarga de hablar con Andrés
Gordo". Ese mismo día hay otra anotación que cerca a Cospedal: "Cospe
vio contactos y posible cita".
Entre los
apuntes aparece un nombre “Andy”, que ahora se conoce que es el actual
comisario Andrés Gómez Gordo, persona de confianza de Cospedal porque estuvo
con ella en el área de seguridad durante su época como presidenta de
Castilla-La Mancha. Villarejo anota el 19 de julio de aquel año: “Aunque Cospe
le ha dicho que se fíe de mi, como su jefe de seguridad le puede decir que está
equivocada”.
En esa
fecha, Villarejo ya tenía contactos con Cospedal y su marido, Ignacio López del
Hierro. De hecho, un año antes, le habían pedido ayuda para salvar a Bárcenas
de la investigación por el caso de corrupción Gürtel. Todo se torció cuando el
juez Ruz encontró en enero de 2013 cuentas en Suiza a nombre del ex tesorero
del PP, en las que había llegado a acumular 48 millones de euros. El partido ya
no podía salvarle y le dejó caer para que no lo arrastrara.
Gómez Gordo
fue la persona encargada de captar al chófer de Bárcenas para sustraer la
información. Así, en su auto por el que ha citado como investigados a Cospedal
y su marido, el juez instructor sostiene que “la participación de Cospedal en
la captación del chófer Sergio Ríos en la trama, a través de Andrés Gómez, al
parecer pudo ser decisiva para que éste se decidiera a participar”.
Más apuntes
en la agenda. “Andi. Muy contento por los datos que le di para la Cospe”
A lo lago
de esos meses, Villarejo intervino en la relación con Ríos, y éste se lo hizo
saber a la secretaria general del partido. El 1 de octubre reflejó en su
agenda: “Andi. Muy contento por los datos que le di para la Cospe”.
Además de
las anotaciones en las agendas, el juez ha logrado unir de manera indiciaria
contra Cospedal algunas conversaciones telefónicas a manos de los
investigadores. En una de ellas (25 de septiembre de 2018), al exsecretario de
Estado le pregunta su esposa que "si ha hablado con Cospe" una vez
que el escándalo copa las portadas de todos los medios de comunicación. A lo
que él responde: "Bueno, no hace falta que le cuente porque ella sabe de
sobra lo que hay". En otra, una interlocutora le consuela: "Tú no has
hecho nada por iniciativa propia".
Hay más.
Martínez escribe en un mensaje que él es un hombre "leal y
comprometido" y que por eso, "precisamente", se ha metido
"en este lío": "Por lealtad al partido, a Jorge Fernández y
Rajoy".
Ahora Cospedal tendrá que explicar el próximo 29 de junio qué le contó Villarejo, que información le dio, si se reunió con él, cuantas veces, cuál fue su papel para captar al chófer y sobre todo, porqué lo hizo.
Mientras tanto, la actual cúpula del PP guarda silencio, pero ya lo dice la sabiduría popular, "quien calla otorga".
Fuente: La
Vanguardia.com