26 de julio de 2023

ESPAÑA. Un Gobierno en funciones no afecta a la economía española ni de la UE

 El FMI mejora el crecimiento del PIB español hasta el 2,5% en 2023, la mayor revisión de las economías avanzadas.

La institución afirma que la mejora de las perspectivas del turismo elevarán un punto la expansión de la economía española este año, aunque mantiene la proyección para 2024

El Fondo Monetario Internacional –FMI– mejoró este martes en un punto porcentual el crecimiento económico español para este año, desde el 1,5% al 2,5%, la mayor revisión del Producto Interior Bruto (PIB) de las economías avanzadas. No obstante, para 2024 el organismo dirigido por Kristalina Georgieva congela las expectativas económicas al 2%. Esta estimación va en línea con el crecimiento de la economía mundial, el cual el organismo no revisa y que se estabilizará en un 3% interanual, lo mismo que en 2023. Pese a que la institución mantiene igual el alza del PIB español para 2024, España conserva el puesto como la principal economía del bloque occidental que más crecerá el próximo ejercicio y para este año crecerá casi el triple que el conjunto de la zona euro.

La mejora de expectativas en el caso de España se debe a una “mayor solidez de los servicios y el turismo” que, además de mejorar los augurios para la economía española, también elevan en cuatro décimas el crecimiento para países como Italia.

En la otra cara de la moneda se encuentra Alemania, que profundiza en dos décimas su contracción económica hasta el 0,3%, debido a la debilidad de las manufacturas y los males resultados de la contabilidad del país en la primera mitad del año.

Fuente: Cinco días

Como España logró esquivar la recesión

La incertidumbre y el desacople de la evolución del PIB y el desempleo desdibujaban previsiones de economistas. La economía mostraba cimientos sólidos, aunque quedaban grandes retos en 2023 con la inflación de fondo

"Por mucho que a algunos les pese, el apocalipsis no ha llegado ni va a llegar", afirmó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la primera semana del año. El consenso era claro hace unos meses: España sufriría recesión con descensos de pocas décimas durante el último trimestre de 2022 y el primero de 2023. Aunque cercanos a cero, los datos de empleo se mantienen en positivo, los del consumo también y el IPC es el más bajo de la Unión Europea y se sitúa en el 5,7%, según el INE. No ha habido ni desgracia ni catástrofe económica y, merced al crecimiento del PIB del 0,1% en el tercer trimestre de 2022, parece que recesión tampoco, ¿por qué?

Los economistas, responsables de realizar las previsiones que vaticinaban una mala evolución de la economía, aseguraban que en los escenarios que se barajaban se sobreestimaron los efectos negativos de las crisis, que han podido ser mitigados mejor de lo que se esperaba. Sin embargo, entre otros el Banco de España, Airef, BBVA Research, Funcas y, más recientemente, Goldman Sachs y Deutsche Bank han pasado de dibujar sus escenarios con base en posibles caídas, a considerar que la Eurozona en general, y España en particular, esquivarían la recesión.

Lo que se esperaba que ocurriera no ha ocurrido. Así lo cree Miguel Cardoso, economista jefe de BBVA Research: "No es tanto qué indicadores han cambiado, sino el impacto que han terminado teniendo los que se veían venir en la primera mitad de 2022. No hemos visto que la invasión haya reducido el consumo. No hemos visto un impacto en la industria por el impacto de la energía. Al mismo tiempo, lo que sí hemos observado ha sido que la confianza de la gente para salir y estar en la calle ha sido muy superior a lo que esperábamos".

Ha habido sorpresas inesperadas, por ejemplo, el paro. Hasta no hace mucho, lo habitual era que, si la economía se frenaba, el desempleo se disparaba. Sin embargo, el paro se ha "desacoplado del PIB", como afirma la economista de Funcas Maria Jesús Fernández. El crecimiento del PIB se desaceleró desde el 2% en el segundo trimestre de 2022 hasta el 0,1% en el tercero del mismo año. Aunque el PIB dio un frenazo, el empleo mantuvo el buen ritmo y España lideró la creación de empleo durante el tercer trimestre en la Eurozona. Este hecho es insólito y "dificulta" el trabajo de previsión a los economistas, afirma Fernández.

Pero no solo es el empleo. La economía en su conjunto resiste, como resalta el director de economía española de CaixaBank, Oriol Aspachs: "En 2023 esperamos que la ejecución de los fondos europeos coja impulso. A ello se le suma la recuperación del turismo, el descenso de los precios de la energía, aunque habrá que ver si se consolidan. Estamos en un momento en el que los distintos factores que presionan el escenario tienen su impacto, pero descartamos que haya una recesión profunda".

Fuente: Cinco días

POSDATA

Por cierto, la tasa de variación anual del IPC del mes de junio se sitúa en el 1,9%, un punto y tres décimas por debajo de la registrada en mayo.

En un contexto de inflación generalizada en la Unión Europea, las políticas de contención de los precios colocan a España como uno de los países del continente menos afectados por este problema, solo por detrás de Chipre, Grecia, Suiza y Liechtenstein. 

Si comparamos los datos con grandes economías equivalentes, la diferencia es llamativa: la inflación interanual española en junio de 2023 fue del 1,9%, mientras que la de Francia es del 4,5% y las de Alemania e Italia ascienden hasta el 6,4%

Fuente: INE

OTRO POSDATA

Nuevo récord de empleo, que desarma la Contrarreforma Laboral de Feijóo.

 La Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre refleja una caída del paro por debajo de los 3 millones, en niveles de 2008, y un nuevo máximo histórico de afiliación, cercano a los 21 millones, dato nunca visto en la serie histórica.

El paro bajó de los 2,7 millones personas en junio por primera vez desde 2008, que finalmente, en junio sumó 54.541 ocupados más respecto al mes anterior, alcanzando una afiliación media de 20.869.940 personas trabajando. Que a pesar del impacto la política monetaria del Banco Central Europeo, y su lógica afectación a la economía española restándole dinamismo, en junio se redujeron en 50.268 personas las personas registradas en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), lo que supone una caída del 1,84%. El paro registrado se situó en junio en 2.688.842 personas, la cifra más baja de los últimos 15 años, en concreto, desde septiembre 2008

En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social, se quedó a las puertas de los 21 millones de trabajadores, llegando a su máximo histórico el 19 de junio, con 20.956.577 ocupados. De esta manera, el mercado laboral añadió 54.541 ocupados respecto a mayo, con un incremento intermensual del 0,26%, con lo que junio acabó con una afiliación media de 20.869.940 personas trabajando, el nivel más alto de la serie histórica.

Fuente: El Diario.es



UNION EUROPEA. Capital privado contra el cambio climático, en el Caribe y Latinoamérica

 América Latina y el Caribe ofrecen importantes ventajas comparativas para las inversiones en energías renovables como la geotérmica, la eólica, la solar, o la hidroeléctrica. Orientar a las empresas europeas en esa dirección será decisivo.

“De todas las reuniones en las que participé con la Unión Europea, esta ha sido la más exitosa”. El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva resumió en pocas palabras el sentir general al término de la cumbre entre la UE y la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), la primera desde 2015.

 Porque, aunque no haya estado exento de desacuerdos —como en cualquier gran familia—, el reencuentro ha sido mucho más cálido y fructífero de lo esperado. La Unión Europea se ha comprometido a invertir 45.000 millones de euros hasta 2027 en América Latina y el Caribe, y ambas partes se muestran más optimistas ante la perspectiva de concluir acuerdos de libre comercio pendientes desde hace años.

Un éxito, pues. Pero en realidad, a ambos lados del Atlántico, sabemos que no nos queda otra opción. Esta imperiosa necesidad de pasar a la acción de forma urgente y colectiva tiene un nombre: cambio climático. Urgente, porque no podemos perder más tiempo. Ya tenemos suficiente análisis y evidencia de lo que supone la crisis climática y de su impacto, especialmente para los más vulnerables. El planeta acaba de tener la semana más calurosa jamás registrada. Mientras que Europa hace frente a veranos tórridos, sequías e incendios, los científicos advierten que la Amazonía está en peligro de convertirse en una sabana, con consecuencias dramáticas para todo el planeta. Según el Banco Mundial, en América Latina y el Caribe los desastres climáticos provocaron una pérdida promedio de 1,7% del PIB anual durante las últimas dos décadas. Y, lamentablemente, lo peor está por venir.

El impacto es especialmente devastador en las economías del Caribe: ocho países figuran entre los 20 con mayores pérdidas económicas y cinco de ellos en términos de muertes per cápita. Los desastres climáticos podrían empujar a la pobreza extrema a entre 2,4 y 5,8 millones de personas de aquí a 2030. No es casualidad que haya sido Mia Mottley, primera ministra de Barbados, quien diera el grito de alarma en noviembre de 2021. Su intervención suscitó un debate —muy oportuno y necesario— sobre cómo financiar las inversiones que se necesitan para enfrentar los efectos del cambio climático, lo cual es absolutamente imposible si no es mediante una acción colectiva. Porque la naturaleza global de esta crisis requiere actuaciones multilaterales, y porque la magnitud de las inversiones requeridas resulta imposible de financiar sino es mediante la movilización de capital privado.

Si tomamos como ejemplo la infraestructura básica, se calcula que las graves deficiencias en materia de agua y saneamiento, energía, transporte y telecomunicaciones son responsables, cada año, de la reducción de un punto porcentual del crecimiento económico. Para cerrar las brechas existentes, se requiere invertir más de un 3,1% del PIB de la región. Un esfuerzo que los gobiernos por sí solos no pueden realizar y que podría acelerarse considerablemente con la intervención del sector privado.

América Latina y el Caribe ofrecen importantes ventajas comparativas para las inversiones en energías renovables como la geotérmica, la eólica, la solar, o la hidroeléctrica. También tiene un fuerte potencial para la producción del llamado “hidrógeno verde”, una industria clave para descarbonizar la producción de metal, cemento, cerámica y químicos. Chile, por ejemplo, podría producir 160 millones de toneladas de hidrógeno verde al año, posicionándose como uno de los países más competitivos en esta fuente de energía limpia.

Orientar las inversiones de las empresas europeas en esta dirección será decisivo. De hecho, ésta es una de las principales líneas de acción de la Corporación Financiera Internacional, el brazo del Banco Mundial que apoya las inversiones para el desarrollo del sector privado. Tenemos la oportunidad —¡y el imperativo!— de fomentar inversiones con mecanismos de financiación centradas en la sostenibilidad medioambiental y la preservación de los recursos naturales, como por ejemplo la emisión de bonos verdes. Por eso es importante que, tanto en la UE como en la Celac, se adopten criterios rigurosos – las llamadas “taxonomías verdes” - para evitar la tentación del blanqueo verde o “greenwashing”.

Pero no solo se trata de movilizar capital nuevo. También es necesario cambiar parte de la asignación de recursos públicos. Tomemos como ejemplo los subsidios. De acuerdo con un reciente informe del Banco Mundial , los subsidios para el consumo de combustibles fósiles, agricultura o pesca no sostenible, exceden los siete billones de dólares al año, equivalente a un 8% del PIB mundial. Resulta paradójico que tres cuartas partes de todos los subsidios que se conceden en el mundo relacionados con el sector energético se dediquen a combustibles fósiles, en lugar de a facilitar la transición a fuentes de energía limpia.

Ello no solo supone una pésima asignación de recursos públicos, sino que impide usar esos recursos para acelerar el cambio a modos de producción más sostenibles, generando los incentivos adecuados. Todo ello, sin mencionar el carácter altamente regresivo que estos subsidios generan, beneficiando más a los que más consumen en lugar de a los más vulnerables. Es menester recordar que en América Latina el 32% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, y el 13% se encuentra en situación de pobreza extrema.

La Unión Europea representó una tercera parte de toda la inversión directa extranjera en la región en 2021. De cara a la COP30 que se celebrará en Brasil en 2025 en la Amazonía, podemos ahora hacer mucho más y trazar un camino ambicioso por el que las dos regiones caminen hombro con hombro, y de forma urgente, para construir sociedades más resilientes e inclusivas, y luchar contra la gran crisis climática en la que nos encontramos.

Fuente: El Pais.com

¿CAMBIO CLIMATICO?. El infierno climático se instala en una Europa

 

Europa se encuentra asediada, en el centro por tormentas con rachas de viento de 200 km/hora y en el sur por elevadas temperaturas e incendios (en la imagen izquierda resumen zonas con incendios en últimos 7 días)

Los países sureños del Mediterráneo, sobre todo Italia, Grecia y Argelia, continúan asolados por numerosos incendios fuera de control, que han causado ya una decena de muertos, poblaciones evacuadas y miles de hectáreas calcinadas, que amenaza con aumentar respecto el año anterior (en la imagen derecha, hectáreas quemadas en Europa en 2022)

Tormentas en el Centro de Europa

Las tormentas de verano siguen azotando sin piedad el centro de Europa. Estas lluvias han sido grabadas Brunswick, Alemania, y se han repetido en pueblos y ciudades del centro del país.

Las inundaciones han obligado a cerrar numerosas carreteras y también han afectado al tráfico ferroviario. Entre las líneas que han tenido que cerrar debido a los daños causados por la tormenta se encuentran la que une Hamburgo y Berlín, y la Oficina Federal de Protección Civil y Asistencia en Casos de Catástrofe emitió el nivel más alto de alerta por tormenta. Por la noche, las autoridades dieron parcialmente el visto bueno.

Suiza también se está lamiendo las heridas de las fuertes tormentas que cayeron el jueves por la tarde y que provocaron decenas de llamadas a los bomberos por incidentes. Picos de viento de hasta 135 kilómetros por hora derribaron árboles y causaron daños en tejados y mobiliario urbano. No hubo que lamentar víctimas.

La tormenta nocturna también dejó huellas de su brutal paso en Austria, donde se produjeron varios deslizamientos de tierra, que afectaron a viviendas. En el estado de Carintia, en el sur, cayeron granizos de hasta 8 centímetros de diámetro que afectaron gravemente a los cultivos.

El Sur de Europa continúa ardiendo

La situación es especialmente grave en Sicillia, donde el fuego continúa extendiéndose por toda la isla mientras los equipos de emergencia han localizado cinco cadáveres carbonizados en las afueras de la ciudad de Palermo, rodeada por llamas.

Tras una semana con temperaturas que han llegado a los 46 grados por la ola de calor Caronte, los incendios amenazan ahora el otro lado de la isla, a localidades turísticas como Catania y Taormina, donde se ha iniciado el desalojo de numerosas villas y las autoridades han pedido a la población que evite salir al aire libre por el riesgo de intoxicación.

Según la prensa local hay más de 1.500 personas desplazadas de localidades como Alimenusa, Gangi, Blufi, Misilmeri, Cefalù Bolognetta, Santa Flavia, Villabate, Partinico, San Cipirello y Corleone.

Asimismo, se mantienen cerrados varios tramos de las autopistas que conectan Palermo con otros puntos de Sicilia como Messina y Mazara del Vallo.

“La situación en toda Sicilia es muy difícil debido a las condiciones climáticas que complican aún más el trabajo de quienes deben combatir las llamas”, dijo el presidente de la región, Renato Schifani, quien ha pedido ayuda a otras regiones.

Sin embargo, las llamas devoran otras regiones del sur de Italia como Puglia, que requieren también atención inmediata.

Incendios en Rodas, Corfú y Eubea siguen fuera de control

Otro punto de preocupación son las islas griegas. Los grandes incendios forestales declarados hace una semana en las islas de Rodas, Corfú y Eubea, siguen fuera de control.

Los esfuerzos de combatir las llamas se han cobrado ya dos víctimas mortales, el copiloto y piloto de un avión cisterna que se estrelló en Eubea, al noreste de Atenas, después de arrojar agua sobre el frente de fuego.

Además, las autoridades encontraron en la misma isla el cuerpo sin vida de un ganadero, que había desaparecido el domingo.

Además. desde el pasado fin de semana, unas 19.000 personas, entre ellas 7.000 turistas, han sido evacuadas en Rodas y casi 3.000 en Corfú.

Evacuada una aldea por el incendio que amenaza Cascais

En Portugal, un incendio de grandes dimensiones que castiga las proximidades de la localidad de Cascais, a unos 35 kilómetros de Lisboa, ha obligado a evacuar una aldea de la zona y a incrementar los efectivos para combatir el fuego, alimentado por el viento y la sequía.

Cerca de 650 bomberos trabajan en las tareas de extinción de este incendio, que comenzó en un área boscosa cercana a Cascais y que, hasta el momento, no ha provocado daños en las viviendas cercanas, aunque se ha evacuado la aldea de Zambujeiro de forma preventiva.

El fuego ha obligado también a cortar la circulación en la autopista A5 y en carreteras cercanas.

El mayor riesgo es el viento, con ráfagas superiores a los 20 kilómetros, que ha alimentado las llamas.

Fuente : Agencias

CIENCIA. Los científicos concluyen que la ola de calor es debida al cambio climático en un 99%

 Empieza a valorarse la idea que la violenta erupción del volcán submarino Hunga Tonga tiene que ver con esta "cambio climático"

Un reciente estudio de atribución elaborado por la World Weather Attribution (WWA) concluye que las olas de calor registradas este mes de julio en Europa y Norteamérica habrían sido "casi imposibles" sin el cambio climático. 

Durante las pasadas semanas, el sur de Europa, algunas zonas de Estados Unidos, México y China han sufrido graves olas de calor con temperaturas superiores a los 45 grados. El informe de la WWA destaca que en China la ola de calor fue, al menos, 50 veces más probable debido a la crisis climática.

El objetivo que persiguen este tipo de estudios es la vinculación directa de un determinado fenómeno meteorológico extremo (o un conjunto de ellos, como los domos de calor de este mes de julio) y el cambio climático.

Además, subraya José Miguel Viñas, meteorólogo de Meteored "tienen el valor añadido de poderse llevarse a cabo con rapidez, apenas unos pocos días después de acontecer el extremo climático".

La paleoclimatóloga Ellen Thomas: "La Tierra se recuperará de este cambio climático, los humanos lo tenemos mucho más difícil"

Este último estudio de atribución de la WWA ha demostrado que sin el calentamiento global, provocado por la emisiones de gases de efecto invernadero como consecuencia del uso masivo de combustibles fósiles, el hecho de que se hubieran producido simultáneamente esos picos de calor tan extremo, hubiera sido extremadamente raro en el caso de China, y virtualmente imposible en los casos de EEUU/México y el sur de Europa.

Paralelamente a la aparición de este estudio de atribución, "empieza a cobrar fuerza entre la comunidad científica la hipótesis de que la extraordinaria cantidad de vapor de agua que la violenta erupción del volcán submarino Hunga Tonga -ocurrida en el océano Pacífico el 14 de enero de 2022- lanzó hasta la estratosfera (alcanzando incluso la mesosfera) podría explicar, al menos en parte, las grandes anomalías cálidas que estamos teniendo en lo que llevamos de año, y que están dejando cortas las proyecciones que se hicieron el año pasado", apunta Viñas.

Las estimaciones científicas iniciales señalaron que el volcán submarino expulsó 50 millones de toneladas métricas de agua, pero ahora se cree que podría haber sido el triple. El vapor de agua es un potente gas efecto invernadero natural en la baja-media troposfera pero en la estratosfera tiene la capacidad de retener el calor del sol y aumentar la temperatura de la tierra.

Por otro lado se espera que a medida que gane en intensidad el evento de El Niño que comenzó a finales de la primavera, aumente la temperatura global. Sin embargo, el trabajo no menciona un hecho bastante extraordinario que muchos investigadores han apuntado, y es la excepcional ola de calor marina del océano Atlántico norte que ha tenido lugar desde el pasado mes de abril.

Para Ernesto Rodríguez Camino, Meteorólogo Superior del Estado y miembro de la Asociación Meteorológica Española: "Es un hecho ampliamente demostrado que este tipo de episodios de calor extremo van a asolar zonas del planeta de forma cada vez más frecuente y con episodios de mayor intensidad, extensión geográfica y duración, dependiendo del nivel de calentamiento global".

Fuente: El Mundo.es

CIENCIA. La principal corriente oceánica que regula el clima podría colapsar

 Un estudio sugiere que el mecanismo de transporte de aguas del Atlántico, decisivo a escala global, amenaza con detenerse con el actual efecto de las emisiones

En 2018, dos investigaciones separadas llegaron a la misma conclusión: el sistema circulatorio del planeta se estaba debilitando. 

El principal conjunto de corrientes oceánicas que llevan inmensas cantidades de aguas desde los mares tropicales a los del norte se estaría ralentizando debido al impacto del cambio climático. El último informe de los expertos de Naciones Unidas (el IPCC) publicado este año llegó a la misma conclusión. Pero ahora, un nuevo trabajo va más allá, apuntando que la llamada circulación de vuelco meridional del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés) colapsará en las próximas décadas si no se reducen ya las emisiones de gases de efecto invernadero. Incluso le ponen fecha, en torno a 2057. Sin embargo, otros científicos sostienen que no hay suficientes datos para esperar el colapso.

Todos los que se bañen estos días en la playa pueden hacerse una idea de cómo funciona la AMOC. Al adentrarse unos metros en el agua, notarán que la capa más superficial está caliente, mientras que las más profundas están más frías. En ese punto se debe al impacto directo de la radiación solar. Pero a escala global es algo más complejo. Los mares de aguas ecuatoriales son más cálidos y cuanto más caliente, menos densa y pesada es el agua, que viaja en forma de corrientes como la del Golfo hacia latitudes más altas. En su camino, atempera el norte y el sur del Atlántico y el clima de Europa occidental y el Este americano. En el extremo de este sistema circulatorio sucede lo contrario: las aguas más frías de las zonas árticas se hunden hasta el fondo y viajan hasta las zonas ecuatoriales. A pesar de su nombre, la AMOC no se queda en el Atlántico. Debido a la mayor temperatura relativa y salinidad del Pacífico y el Índico, la circulación atlántica también llega hasta estos océanos. Aunque su impacto más evidente es en el clima, también afecta a la distribución de residuos o nutrientes por todos los mares del planeta.

“La AMOC pasó de un estado débil al actual con el fin de la última glaciación, hace 12.000 años”, recuerda la investigadora de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) Susanne Ditlevsen, coautora del nuevo trabajo sobre el posible colapso. Hace 12 milenios, cambiaron tanto las condiciones climáticas que también facilitaron las grandes revoluciones protagonizadas por los humanos que vinieron después: expansión por todo el planeta, agricultura, urbanización... “El aumento de la cantidad de agua dulce [por el deshielo] está frenando la AMOC, que se va ralentizando hasta pasar a un estado débil”, añade la matemática. El agua dulce ártica, aunque fría, es menos densa que la salada, por lo que se hunde peor, interfiriendo en el circuito. “El problema es evaluar la cantidad de agua dulce”, termina.

Los que han estudiado la evolución de la AMOC tienen claro que el factor desestabilizador está siendo el deshielo de Groenlandia y, en menor medida, la acelerada pérdida del hielo marino del Ártico, ambos provocados por el calentamiento global. Lo difícil es determinar su impacto concreto en la circulación oceánica. Datos directos del estado de las corrientes solo se tienen desde 2004, gracias a sensores en profundidad, boyas o barcos. Pero 20 años son muy pocos para diferenciar entre la variabilidad natural o un proceso provocado por las emisiones humanas. Así que hay que buscar indicadores indirectos del estado en el pasado de esta cinta transportadora oceánica (circulación termohalina). Ditlevsen y su hermano Peter, climatólogo en la misma universidad danesa, han usado los registros de la temperatura superficial del mar en el Atlántico norte desde hace casi dos siglos como pista.

“Desde finales del siglo XIX se produjo un cambio drástico. Desde 1880 y cada década más, en una situación que no puede compararse con la situación preindustrial”, dice la matemática del Instituto Niels Bohr de la universidad danesa. Apoyados en esos datos y usando complejas herramientas estadísticas, los hermanos Ditlevsen muestran en los resultados de su trabajo, publicados en Nature Communications, que la AMOC podría colapsar mucho antes de que acabe el siglo. Sus números dicen que, con muy alta probabilidad, el paso de un estado a otro sucedería en torno al año 2057. “Sé que es lo más controvertido del trabajo y me gustaría equivocarme. Pero, si las emisiones siguen como hasta ahora, los resultados que obtenemos son los que son”, termina Susanne Ditlevsen.

Dudas entre otros científicos

El servicio de información científica SMC ha hecho una ronda de preguntas con expertos en la corriente oceánica del Atlántico. Casi hay unanimidad. El trabajo de los hermanos Ditlevsen es novedoso por su apoyo en herramientas estadísticas y no tanto en modelos climáticos. También lo es por detectar unas posibles señales de alerta temprana que indicarían el paso de un estado fuerte a débil de la AMOC. Pero comparten la idea el climatólogo Pablo Ortega de que hay mucha incertidumbre, y basar el cambio en la circulación oceánica en un único indicador es arriesgado. Como dice Penny Holliday, principal investigadora de la OSNAP, un programa internacional para estudiar la AMOC: “Su colapso impactaría profundamente a cada persona en la Tierra, pero este estudio exagera la probabilidad de que ocurra en los próximos años”.

Consenso final de los científicos sobre las consecuencias

En lo que sí coinciden todos es que tal colapso tendría consecuencias globales. “La AMOC controla el transporte de calor casi a escala planetaria”, dice Ortega. Así que el fin de este reparto térmico enfriaría la mayor parte del hemisferio norte, en especial Europa occidental, y calentaría las porciones oceánicas ecuatoriales, ya calientes de por sí. Más allá del clima, la corriente oceánica atlántica es esencial para el reparto de nutrientes y sedimentos que sostienen toda la biodiversidad que vive en los mares, en especial en el Atlántico.

Lo siguiente podría decirlo un apocalíptico climático, pero lo declaraba Hollyday a la división británica del SMC: “El calor se acumularía en el océano austral y el Atlántico sur, pero en los continentes del sur, las temperaturas también disminuirían. Las principales zonas de lluvia cambiarían, lo que llevaría a mucha menos lluvia en Europa, América del Norte y Central, África del Norte y Central y Asia, y más en el Amazonas, Australia y el sur de África. El hielo marino se extendería hacia el sur desde el Ártico hasta el Atlántico norte subpolar y el hielo marino antártico se extendería hacia el norte”

Fuente: El Pais.com

MEDICINA. Olivier Jacob, o cómo sobrevivir al cáncer tras 8 años gracias a las terapias CAR-T

 El mieloma múltiple es el segundo cáncer más común en la sangre después del linfoma. Un equipo de investigación del hospital Clínic de Barcelona ha desarrollado una terapia pionera en Europa que logra la remisión y cronificación de la enfermedad en gran parte de los pacientes


Desde hace ocho años, Olivier Jacob planifica su vida a corto plazo. Lo hace desde que le diagnosticaron un mieloma múltiple, el segundo cáncer más común en sangre: “Te das cuenta de que lo inmediato es lo más importante. Hoy estoy aquí; mañana no se sabe”, resume. 

Jacob probó todo tipo de tratamientos convencionales, desde duras sesiones de quimioterapia hasta el trasplante de médula ósea. Ninguno funcionó. Pero hace apenas un año y medio se abrió un nuevo camino ante él: su hematóloga le propuso participar como voluntario en un ensayo impulsado por el hospital Clínic de Barcelona, con unos resultados muy “innovadores y prometedores”. Y aceptó. Desde entonces, Jacob ha conseguido controlar su enfermedad y llevar una vida más o menos, como él mismo define, dentro de la normalidad: “Ya no me medico. No olvidas por completo lo que tienes, pero sí que logras abstraerte. Eso psicológicamente es muy diferente”, explica.

Jacob no es el único: el 75% de los pacientes que participan en el ensayo clínico coordinado por el hematólogo Carlos Fernández de Larrea han conseguido que el tumor haya remitido completamente dentro de los 12 primeros meses de tratamiento. Y lo han hecho gracias a la aplicación de una terapia pionera en Europa para tratar el mieloma múltiple, el CAR-T ARI-0002h, desarrollado dentro de la Unidad de Investigación en Inmunoterapia CaixaResearch, liderada por el doctor Manel Juan que, a la vez, es el jefe del Servicio de Inmunología en el Centro de Diagnóstico Biomédico del hospital Clínic-IDIBAPS. Como comenta Fernández de Larrea: “Estamos muy esperanzados con la posible aprobación de este fármaco para su uso en España. Pese a los grandes avances que hemos tenido en los últimos años, es una herramienta de tratamiento adicional con una potencia muy elevada y con unos resultados muy buenos, eficaces y seguros. Creemos que se puede convertir en una opción para los pacientes en nuestro país y, por qué no, en futuras iniciativas mundiales”.

Con esa visión de futuro y para poner el foco en la importancia de impulsar el talento científico y apoyar la labor de los equipos de investigación, Fundación la Caixa ha lanzado una campaña protagonizada, precisamente, por el doctor Juan. Está destinada a dar visibilidad a la labor de los equipos de investigación que, como el suyo, trabajan día a día en enfermedades como el cáncer, el alzhéimer o las cardiovasculares y que buscan nuevas oportunidades para personas como Jacob, con un impacto directo en la sociedad y en el progreso.

Una terapia para pacientes sin opciones

El proyecto ARI-0002h está clasificado dentro de una nueva generación de tratamientos, los denominados CAR-T. En ellos, se extrae la sangre de los enfermos y se modifican sus linfocitos T, un tipo de glóbulo blanco que ayuda a proteger el cuerpo de infecciones y a combatir las células cancerosas. Esa modificación consiste en introducir, dentro del linfocito, una sustancia con un receptor que se activa para identificar y atacar las células malignas. Para favorecer su expansión, el paciente recibe un tratamiento previo de quimioterapia.

El ARI-0002h tiene también efectos adversos: se pueden producir respuestas inflamatorias, muy frecuentes, pero de grado leve o moderado, o toxicidades neurológicas, una complicación más peligrosa: “Tenemos protocolos de actuación y tratamientos preventivos y correctivos para reducir al máximo esta inflamación. En el caso de las intoxicaciones no hemos registrado ningún caso todavía en este ensayo”, apunta el hematólogo.

El mieloma múltiple es un tipo de enfermedad maligna localizada en la médula ósea que se produce cuando las células plasmáticas – las que normalmente producen nuestros anticuerpos y nos defienden ante infecciones en nuestro sistema inmune—, se reproducen de forma no controlada. El crecimiento anormal de estas células en el interior de algunos huesos, como la cadera, lleva a diversos síntomas como la anemia, el incremento del calcio en la sangre, problemas renales o fracturas óseas. Y eso mismo fue lo que le ocurrió a Jacob: “Empecé a encontrarme excesivamente cansado, así que decidí hacerme analíticas y otras pruebas médicas. Pero cuando te dicen que lo que tienes es cáncer sientes que se te viene el mundo encima. Además del mazazo, te invade el miedo y la incertidumbre. Y ya cuando te explican que es incurable, la relación que tienes con tu vida y con tu familia cambia por completo”, añade.

Jacob reconoce que se lo debe todo a los médicos, a la ciencia y a su familia. Fueron ellos quienes le iluminaron un camino que jamás creyó posible: cronificar su enfermedad. Tras probar distintos tratamientos durante casi seis años, sus indicadores cancerígenos seguían sin bajar. “En esos momentos es cuando te armas de actitud y positivismo para afrontar lo que venga”, dice Jacob. Y entonces ocurrió. Gracias a ARI-0002h, y por primera vez en ocho años, Jacob llegó a la remisión completa de su enfermedad tras seis meses de tratamiento: “El mieloma está ahí pero no es detectable. Esto no quiere que algún día pueda volver, pero hoy por hoy me encuentro muy bien”, confiesa.

La remisión o respuesta completa no quiere decir que el paciente esté curado, sostiene Fernández de Larrea, pero sí que implica una desaparición de todos los síntomas del cáncer. Actualmente, y aunque depende de las características de cada paciente, un 30% de los que componen este ensayo clínico están más allá de los siete o incluso diez años de supervivencia: “Cuando están libres de tratamiento y medicación, pueden llegar a recuperar su calidad de antes en su día a día. Y eso impacta de lleno en el desarrollo de sus vidas, profesionales y familiares”, argumenta Fernández de Larrea.

Apoyar la investigación, un elemento clave

La investigación de estas terapias no habría visto la luz sin el trabajo y el apoyo conjunto del hospital Clínic de Barcelona, el Instituto Carlos III de Madrid y la Fundación la Caixa. Se trata de un acuerdo público-privado que nació hace cuatro años con el objetivo de que estas iniciativas impulsen el progreso social y la innovación en materia de salud. Como expone el doctor Fernández de Larrea: “El apoyo tan positivo y generoso de compañías privadas como la Fundación la Caixa es fundamental. Son tratamientos que necesitan ingentes cantidades de dinero para demostrar que son eficaces y seguros, y solo así podrán llegar algún día al sistema público de salud”.

Además, el hospital Clínic de Barcelona impulsó junto al hospital Sant Joan de Déu (Barcelona) hace unos años el primer y único CAR-T público desarrollado en Europa y con un coste más asequible: el ARI-0001, una terapia destinada al tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda. Esta herramienta se aprobó en febrero de 2021 por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) para su uso.

Para Olivier Jacob, la ciencia es sinónimo de esperanza y optimismo. Cree firmemente en que los buenos resultados dibujan un horizonte prometedor para pacientes en su misma situación. “Aunque no exista cura estoy convencido de que aparecerán otros avances que salvarán vidas como la mía. Veremos qué pasa en los próximos años. Mientras tanto hay que vivir, no hay nada más importante”, concluye.

Apoyar la investigación traslacional para combatir el cáncer

Es precisamente el doctor Manel Juan, jefe del Servicio de Inmunología en el Centro de Diagnóstico Biomédico del hospital Clínic-IDIBAPS (Barcelona), el protagonista de la última campaña lanzada por Fundación la Caixa -que se puede ver en el vídeo sobre estas líneas- en la que se quiere dar valor al trabajo de estos investigadores y en el gran impacto social que puede tener la investigación de hoy en la salud del mañana en campos como el cáncer, el alzhéimer, las enfermedades cardiovasculares o las infecciones emergentes.

El doctor Juan es, además, responsable de la Unidad de Investigación en Inmunoterapia CaixaResearch, en la que se encuadra el CAR-T desarrollado en el hospital Clínic. Se trata de un área creada gracias al convenio de colaboración entre la Fundación la Caixa y el Clínic de Barcelona y que ha permitido tratar ya a más de 40 pacientes con resultados prometedores. “Colaboramos estrechamente con auténticos referentes en sus campos, como el Clínic. Gracias a sus investigadores se están desarrollando productos novedosos y alternativas a nivel clínico que logran cambiar vidas”, expone Antonio Vila Bertrán, director general de Fundación la Caixa. Para seguir impulsando estos tratamientos, la entidad apoyará con 4,6 millones de euros durante los próximos cuatro años para desarrollar nuevos métodos de inmunoterapia celular para pacientes oncológicos. 

Fuente: El Pais.com