Empieza a valorarse la idea que la violenta erupción del volcán submarino Hunga Tonga tiene que ver con esta "cambio climático"
Durante las
pasadas semanas, el sur de Europa, algunas zonas de Estados Unidos, México y
China han sufrido graves olas de calor con temperaturas superiores a los 45
grados. El informe de la WWA destaca que en China la ola de calor fue, al
menos, 50 veces más probable debido a la crisis climática.
El
objetivo que persiguen este tipo de estudios es la vinculación directa de un
determinado fenómeno meteorológico extremo (o un conjunto de ellos, como los
domos de calor de este mes de julio) y el cambio climático.
Además,
subraya José Miguel Viñas, meteorólogo de Meteored "tienen el valor
añadido de poderse llevarse a cabo con rapidez, apenas unos pocos días después
de acontecer el extremo climático".
La
paleoclimatóloga Ellen Thomas: "La Tierra se recuperará de este cambio
climático, los humanos lo tenemos mucho más difícil"
Este
último estudio de atribución de la WWA ha demostrado que sin el calentamiento
global, provocado por la emisiones de gases de efecto invernadero como consecuencia
del uso masivo de combustibles fósiles, el hecho de que se hubieran producido
simultáneamente esos picos de calor tan extremo, hubiera sido extremadamente
raro en el caso de China, y virtualmente imposible en los casos de EEUU/México
y el sur de Europa.
Paralelamente
a la aparición de este estudio de atribución, "empieza a cobrar fuerza
entre la comunidad científica la hipótesis de que la extraordinaria cantidad de
vapor de agua que la violenta erupción del volcán submarino Hunga Tonga
-ocurrida en el océano Pacífico el 14 de enero de 2022- lanzó hasta la
estratosfera (alcanzando incluso la mesosfera) podría explicar, al menos en
parte, las grandes anomalías cálidas que estamos teniendo en lo que llevamos de
año, y que están dejando cortas las proyecciones que se hicieron el año
pasado", apunta Viñas.
Las
estimaciones científicas iniciales señalaron que el volcán submarino expulsó 50
millones de toneladas métricas de agua, pero ahora se cree que podría haber
sido el triple. El vapor de agua es un potente gas efecto invernadero natural
en la baja-media troposfera pero en la estratosfera tiene la capacidad de
retener el calor del sol y aumentar la temperatura de la tierra.
Por
otro lado se espera que a medida que gane en intensidad el evento de El Niño que
comenzó a finales de la primavera, aumente la temperatura global. Sin embargo,
el trabajo no menciona un hecho bastante extraordinario que muchos
investigadores han apuntado, y es la excepcional ola de calor marina del océano
Atlántico norte que ha tenido lugar desde el pasado mes de abril.
Para
Ernesto Rodríguez Camino, Meteorólogo Superior del Estado y miembro de la
Asociación Meteorológica Española: "Es un hecho ampliamente demostrado que
este tipo de episodios de calor extremo van a asolar zonas del planeta de forma
cada vez más frecuente y con episodios de mayor intensidad, extensión
geográfica y duración, dependiendo del nivel de calentamiento global".
Fuente: El Mundo.es