20 de agosto de 2021

CORONAVIRUS. Defecto del Sistema Inmune Humano responsable 20% muertes por covid

 El 6% de los mayores de 80 años produce anticuerpos defectuosos que empeoran la enfermedad

Dos estudios aclaran hoy por qué algunas personas pasaron la infección por coronavirus sin problemas mientras otras enfermaron hasta morir. Uno de los trabajos apunta que casi el 20% de las muertes por covid se debe a que los pacientes generaron un tipo de proteínas del sistema inmune que, lejos de protegerles contra el virus, exacerbaron sus efectos.

Hace casi un año un consorcio internacional de científicos y médicos ya alertó de que el 10% de los pacientes generaba autoanticuerpos, proteínas del sistema inmune que inexplicablemente se vuelven contra el organismo del paciente. Estos anticuerpos defectuosos atacan a los interferones tipo 1, un conjunto de moléculas fundamentales porque poco después de la entrada de un virus en el organismo se encargan de interceptar al virus lanzando una alarma generalizada por todos los tejidos para que las células activen su maquinaria de protección. El bloqueo de esta molécula era suficiente para que la infección se agravase hasta poner en peligro la vida del paciente.

Estos nuevos trabajos realizados por el mismo consorcio son mucho más completos, pues han analizado a más de 3.500 pacientes en estado crítico por la covid. Los resultados se publican hoy en Science Immunology y muestran que casi el 14% de los pacientes graves tenía estos anticuerpos defectuosos.

“Es posible que parte de las reinfecciones que estamos viendo en gente vacunada se deban a estos autoanticuerpos”

El estudio también muestra que estos autoanticuerpos son mucho más frecuentes en personas de edad avanzada. Hasta el 6% de los mayores de 80 años tiene estos autoanticuerpos presentes en su organismo previamente a la entrada del virus, mientras que en los mayores de 70 es el 1% y entre los de 18 a 60 años solo el 0,18%, según muestra el estudio, que para este análisis ha estudiado muestras de casi 35.000 personas. La presencia de estos autoanticuerpos también es más alta en pacientes con algunas enfermedades inmunológicas previas como el timoma, que afecta al timo, una especie de cuartel donde se entrena a los efectivos del sistema inmune para diferenciar qué moléculas son propias y no deben ser atacadas y cuáles pertenecen a patógenos y deben ser aniquiladas.

“Es posible que parte de las reinfecciones que estamos viendo en gente vacunada se deban a estos autoanticuerpos”, explica Carlos Rodríguez-Gallego, inmunólogo del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín y coautor del estudio. “Es lógico pensar que la vacuna protege también a las personas que tienen estos autoanticuerpos. Estos nuevos datos deberían usarse para seleccionar bien los grupos de riesgo a los que podría beneficiar una tercera dosis de la vacuna”, añade Rodríguez-Gallego. El médico señala que ya es posible hacer un test especial para detectar estas moléculas y saber por tanto si un infectado tiene más riesgo de sufrir covid grave. También apunta a dos posibilidades de tratamiento: en los primeros días de la infección, cuando aún apenas hay síntomas, se puede usar interferón. Si la enfermedad ya está avanzada habría que recurrir a la plasmaféresis, un filtrado de la sangre para eliminar los anticuerpos malignos y otras moléculas inflamatorias.

El mismo consorcio aclara en un segundo estudio una de las claves de por qué la covid ha sido más letal para los hombres. Se trata de una mutación en el gen TLR7 que predispone a sufrir covid grave. Este gen está en el cromosoma X, lo que hace que los hombres sean mucho más vulnerables, pues solo tienen una copia de este cromosoma mientras las mujeres portan dos, con lo que su riesgo se reduce significativamente. El trabajo apunta a que este defecto hereditario puede explicar casi el 2% de los casos de neumonía grave por covid en menores de 60 años.

“Estas son de las pocas evidencias que realmente explican por qué un subgrupo de pacientes empeora y suponen una pequeña esperanza para ellos”, reconoce Manel Juan, inmunólogo del Hospital Clínic de Barcelona. El médico apunta que una de las cosas que habría que averiguar ahora es si estos dos factores de riesgo están también detrás de parte de las reinfecciones en personas completamente vacunadas.

Al comienzo de la pandemia nadie sabía cuáles eran los factores de riesgo de covid. En ese punto se creó el Consorcio de Genética Humana (HGE, en sus siglas inglesas) para detectar variantes genéticas que pudieran influir en el pronóstico de los infectados. En septiembre del año pasado, el proyecto liderado por Jean Laurent Casanova, investigador del Instituto Nacional de Investigación en Salud y Medicina de Francia y de la Universidad Rockefeller de EE UU y Helen Su, del Instituto de Alergia y Enfermedades Infecciosas del mismo país, identificó tanto el problema de los autoanticuerpos como otras ocho variantes genéticas que afectan a los interferones tipo uno y que explican un 3,5% de los casos de covid grave. Estas variantes son mucho más comunes en hombres que en mujeres. Estas pequeñas piezas del puzle van explicando parte de por qué los hombres tienen bastantes más probabilidades de sufrir complicaciones y de morir por esta causa que las mujeres.

Existe una conexión directa entre el sexo biológico y el funcionamiento del sistema inmune, un punto clave, pues en la mayoría de casos no es el virus el que mata al paciente sino la reacción defectuosa de su sistema inmunológico. Tras la entrada del virus en el organismo, algunos pacientes producen una gran cantidad de moléculas inflamatorias que agravan la neumonía. Es la temida tormenta de citoquinas. La producción desaforada de estas moléculas es mucho más común en hombres que en mujeres, sobre todo en edades avanzadas. Además, los hombres mayores generan menos linfocitos T capaces de identificar y destruir a las células infectadas. Uno de los principales factores de riesgo para la covid es la edad, en parte porque el sistema inmune va envejeciendo y funciona cada vez peor. Pero esta senectud inmunitaria suele llegar antes en hombres que en mujeres, otro factor que explica parte de la diferencia entre sexos vista durante la pandemia.

A nivel genético, un hombre se diferencia de una mujer en que ellas tienen dos copias del cromosoma X y ellos una sola. Esto es un seguro de vida para las féminas, pues en este cromosoma hay varios genes claves para el correcto funcionamiento del sistema inmune. Tener dos versiones de este cromosoma hace que la copia sana pueda contrarrestar los efectos de la copia defectuosa en el caso de que exista, algo simplemente imposible cuando solo hay una versión disponible.

Fuente: El Pais.com

CORONAVIRUS. COVID persistente, unos 200 síntomas posibles durante 7 meses o más y sin tratamiento posible

 La fatiga, el malestar después hacer esfuerzos o la disfunción cognitiva son los síntomas más frecuentes a partir del sexto mes

Los pacientes de COVID persistente, conocido también en inglés por long COVID, sufren durante su enfermedad de 25 a 55 síntomas diferentes, de un abanico de 203 síntomas posibles en total, que afectan a diez sistemas orgánicos. En el 91 % de los casos el tiempo de recuperación alcanza los ocho meses, según un nuevo estudio publicado en EClinicalMedicine de The Lancet por el grupo internacional Patient-Led Research Collaborative for Long COVID.

La fatiga, el malestar después hacer esfuerzos o la disfunción cognitiva son los síntomas más frecuentes a partir del sexto mes, según el artículo firmado por Athena Akrami, neurocientífica en el londinense Sainsbury Wellcome Centre de University College London (UCL) y otros. Antes, recogen también problemas respiratorios, gastrointestinales, menstruales, dermatológicos, de la visión e inmunológicos, que implican, incluso, la aparición de alucinaciones o nuevas alergias.

Esta reciente investigación de la enfermedad, con dificultades para el diagnóstico, se basa en las respuestas de 3.762 pacientes con confirmación o sospecha de infección por coronavirus y síntomas que perduraron durante más de 28 días.

Más de 200 síntomas posibles

El estudio confirma que los síntomas musculoesqueléticos, cardiovasculares, gastrointestinales, pulmonares y neuropsiquiátricos han sido prevalentes en más del 85 % de los casos, con diferentes momentos de aparición. De este modo, la probabilidad de que aparezcan puede mantenerse estable (como en el caso del estreñimiento), disminuir ligeramente (como el malestar y la fatiga) o aumentar en los últimos meses (como con los pitidos y ruidos en los oídos conocidos como tinnitus, la pérdida de audición, los espasmos musculares y los temblores).

Pero su investigación se ha centrado especialmente en los síntomas que han categorizado como “neuropsiquiátricos” que engloban la disfunción cognitiva, las pérdidas de memoria o los problemas sensoriales y motores. Según la publicación, el 85 % de los encuestados declararon haber experimentado niebla cerebral y disfunción cognitiva, incluyendo problemas para prestar atención, ejecutar tareas, resolver problemas o tomar decisiones. Asimismo, el 72 % de los pacientes sufrieron pérdidas de memoria a corto o largo plazo, pese a que las resonancias magnéticas cerebrales no mostraron anomalías en la mayoría de los casos.

Entre otros, se han declarado también problemas de habla y lenguaje (48 %), dolores de cabeza (77 %), dificultades para dormir (79 %), afectación en el estado de ánimo (88 %) y en el gusto y olfato (57 %), así como, incluso, alucinaciones (23 %). La mayoría de los pacientes han sufrido de manera continuada los síntomas, sin interrupciones.

Una enfermedad inhabilitante

La fatiga y la disfunción cognitiva -comunes a todos los grupos de edad- junto a los problemas respiratorios son los síntomas que han impacto de forma más importante en la vida de los pacientes encuestados. Así, el 45 % han necesitado un horario de trabajo reducido en comparación con el que tenían antes de la enfermedad, y el 22 % no trabajaban en el momento de la encuesta debido a la enfermedad.

Además, el 86 % de los participantes experimentaron recaídas, desencadenadas principalmente por el ejercicio, la actividad física o mental y el estrés. En cualquier caso, si atendemos a la gravedad, los síntomas “graves” y “muy graves” alcanzan su máximo durante los 28 días en los que puede extenderse la infección aguda, mientras que los síntomas “moderados” y “leves” comienzan a aumentar gradualmente a partir de entonces.

“Dada la heterogeneidad de la COVID persistente, será necesaria una investigación multidisciplinar para comprender la fisiopatología de la enfermedad y desarrollar tratamientos eficaces”, ha señalado el grupo investigador en su artículo, en el que defiende “la importancia de frenar la propagación de la COVID-19 mediante medidas de salud pública validadas y la vacunación”, y destaca “la necesidad de una sólida red de seguridad que incluya bajas por enfermedad, permisos familiares, prestaciones por discapacidad y protecciones y flexibilidades en el lugar de trabajo”.

Fuente:  Rtve.es

Expertos advierten de "pospandemia del COVID persistente": "No hay ningún tratamiento"

Los especialistas de la mesa de expertos del programa de TV “la Sexta Noche” advierten sobre el COVID persistente, que aparece también en pacientes que sufrieron el coronavirus de forma leve o asintomática.

"El COVID persistente está generando ya un problema importante", advierte el doctor Julián Ezquerra en laSexta Noche. El secretario general de AMYTS cita el caso de una compañera sanitaria que lleva ya casi 18 meses de baja por este motivo, que en su momento tuvo el COVID-19 de forma asintomática y ahora sufre "un cuadro parecido a lo que es la fibromialgia".

Según el doctor, esta situación afecta ya a un 10% de los pacientes que han padecido coronavirus e insta a crear unidades específicas para su seguimiento. "Hay que apostar por invertir en estudios que puedan revertir este COVID persistente, porque si no tenemos una pospandemia que va a ser la del COVID persistente", advierte.

Como la variante Delta está infectando a mucha más población, apunta por su parte Graziella Almendral, "va a haber mucho más COVID persistente". Asimismo, advierte, esto se está viendo en población que sufrió la infección por coronavirus sin síntomas o de forma leve, sin necesidad de atención hospitalaria "y de repente aparece esa COVID persistente que le impide hacer una vida normal".

"El problema es que no sabemos qué hacer cuando estos pacientes vienen a Urgencias, no sabemos qué darles. No hay ningún tratamiento", señala al respecto el doctor César Carballo, médico de Urgencias.

"No tenemos tratamiento para esto", coincide por su parte el doctor Julio Mayol, que sostiene que "no da igual infectarse" puesto que "se pierden años de vida ajustados por calidad". Puedes ver el debate en la mesa de expertos de laSexta Noche en el vídeo que ilustra esta noticia.

Fuente: La sexta.com

CORONAVIRUS. Últimos datos de la COVID en España

 La incidencia acumulada baja otros 20 puntos, hasta los 361 casos por cada 100.000 habitantes. 

Asturias sigue siendo el único territorio con la incidencia fuera del riesgo extermo. La presión COVID en las UCI continúa descendiendo lentamente, aunque se mantiene por encima del 20 %, en nivel de riesgo alto. Y la vacunación no acaba de acelerar, con el objetivo del 70 % de población con pauta completa aún pendiente.

Sanidad ha notificado 12.445 nuevos casos y 121 fallecimientos desde el miércoles. El recuento oficial en España ha superado los 83.000 muertos y los  casos registrados desde el inicio de la pandemia ascienden a 4.758.003.

La incidencia se sitúa en 361 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Los casos se reducen en toda España, pero todos los territorios salvo Asturias continúan con la incidencia acumulada en nivel de riesgo extremo. Ya no queda ninguna comunidad con la tasa por encima de 500 casos, aunque Extremadura supera los 474.

Por franjas de edad, los casos continúan disminuyendo en todos los grupos. No obstante, la incidencia en el grupo de adolescentes de 12 a 19 años aún está por encima de los 750 casos.

La saturación de las UCI, aún en nivel de riesgo alto para este indicador, se sitúa en el 20,1 %. Continúan en riesgo extremo Cataluña -donde la presión desciende ligeramente-, Madrid y Baleares; mientras que ya son cuatro las comunidades en riesgo bajo: Asturias, Murcia, Galicia y Extremadura.

Para ver la situación  de la vacunación en España saltar al siguiente enlace  Ministerio Sanidad de España

Fuente: Rtve.es

CORONAVIRUS. Incidencia en España y otros países del mundo

En España, el Ministerio de Sanidad ha notificado este jueves 12.445 nuevos contagios y ha sumado 121 fallecidos al recuento oficial. La incidencia baja 17 puntos y se sitúa en 360 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días.

Los mayores de 40 años podrán recibir desde este viernes la tercera dosis de la vacuna contra la covid-19 en Israel, país que sigue ampliando la inyección de refuerzo y recomienda extenderla a toda la población.

En Portugal, la ministra de Salud, Marta Temido, ha anunciado este jueves que el 70% de la población del país cuenta ya con la pauta completa de la vacuna contra la covid. El Gobierno luso tenía previsto alcanzar este hito a principios de septiembre. En una entrevista con la cadena SIC, Temido ha destacado que el objetivo fue alcanzado “algunas semanas antes de lo previsto”, con un ritmo de vacunación cercano a las 100.000 personas por día.


Israel extiende la tercera dosis de la vacuna a los mayores de 40 años

Los mayores de 40 años podrán recibir desde este viernes la tercera dosis de la vacuna contra la covid-19 en Israel que sigue ampliando la inyección de refuerzo y recomienda extenderla a toda la población.

El Gabinete de coronavirus aprobó ampliar la campaña que comenzó a finales de julio con los mayores de 60 años y hoy el primer ministro israelí, Naftali Benet, fue uno de los primeros en recibir la dosis para el rango de edad aprobado y que deben haber sido inoculados con la segunda hace más de cinco meses.

“Llamo a todos los que cumplen con los requisitos que ha determinado el comité a vacunarse. Asumir la responsabilidad por la salud y el sustento de todos nosotros. Este no es el momento de jugarse la vida", dijo Benet tras aprobar la medida.

Más de 1,2 millones de israelíes han recibido la tercera inyección en el país, que afronta una cuarta ola de contagios debido a la variante delta y ha detectado más infecciones entre personas vacunadas, algo que algunos expertos vinculan a la disminución de anticuerpos.

Este viernes volvió a acercarse a los 8.000 casos en 24 horas, cifras que el país no registraba desde febrero y tras haber contenido la pandemia y reducirla a apenas una decena de infecciones.

Cerca del 60% de la población, de unos 9,3 millones de habitantes, ha completado la pauta de las dos dosis y con la de refuerzo Israel pretende contener las hospitalizaciones y los casos graves.

Según los primeros estudios realizados por las aseguradoras sanitarias el refuerzo aporta una efectividad del 86% en los mayores de 60 años, y las autoridades han detectado que el ascenso de casos graves se ha ralentizado desde que comenzara la campaña de la tercera dosis.

La cuarta ola de coronavirus ha llevado a Israel a reimponer restricciones que había levantado como el certificado de vacunación para acceder a determinados espacios y la limitación de personas congregadas, incluido en centros comerciales.

Fuente: El Pais.com


CIENCIA. ¿Podría generarse un micro-agujero negro en el acelerador de partículas LHC?

 Para producir un agujero negro, los dos protones que chocan deberían acercarse a una distancia tremendamente pequeña, que el LHC está muy lejos de conseguir

Para contestar a dicha pregunta hay recordar que un agujero negro es una región en el espacio con una gravedad tan elevada que nada puede escapar de ella, ni siquiera la luz. Preguntas exactamente si una región como esta podría crearse en el LHC. El LHC o Gran Colisionador de Hadrones, en español, es el mayor acelerador de partículas del mundo, en tamaño y energía de colisión, y está situado en el CERN, en la frontera entre Suiza y Francia. Es una herramienta que utilizamos en física para investigar las interacciones que rigen entre las partículas elementales y su estructura.

En el LHC, haces de protones que se mueven a una velocidad cercana a la de la luz chocan entre sí. Cada uno de estos protones lleva una energía de 6,5 teraelectronvoltios (TeV). Es la energía que hemos tenido durante el período 2015-2018, en el llamado RUN2 del LHC.

De entre las interacciones fundamentales, tenemos constancia de que en los experimentos del LHC entran en juego las interacciones electromagnética, nuclear fuerte y nuclear débil. La gravitatoria, tal como la entendemos según la relatividad general, tiene una intensidad muy débil para manifestarse. Por otro lado, las masas de las partículas que colisionan y de sus productos son muy pequeñas y, por tanto, los efectos gravitatorios entre ellas son totalmente despreciables durante la colisión. Para producir un agujero negro, los dos protones que chocan deberían acercarse a una distancia tremendamente pequeña, que el LHC está muy lejos de conseguir con las energías de las que hablo. En los experimentos del LHC probamos distancias y tamaños que son aún grandes para conseguir que ambos protones o sus constituyentes, quarks y gluones, queden gravitatoriamente atrapados.

Si la interacción gravitatoria tiene una intensidad muy débil y las masas de las partículas son muy pequeñas, ¿cómo podrían producirse microagujeros negros en el LHC? Pues la verdad, difícilmente… La probabilidad de que ocurra es tan baja que podríamos decir que es despreciable. Ahora bien, esto es así según el modelo teórico que hoy día rige nuestro conocimiento, el modelo estándar, que a nivel microscópico es válido hasta una cierta energía, básicamente la que probamos en el LHC, pero que sabemos que no explica algunos de los fenómenos muy energéticos que ocurren en la naturaleza. Es decir, este modelo no es la verdad absoluta, debe haber alguna teoría más general, válida para energías superiores.

Alguna de las propuestas de física más allá del modelo estándar propone la existencia de dimensiones adicionales a las cuatro que conocemos, las tres espaciales más la temporal. En ese contexto podría ocurrir que la interacción gravitatoria discurriera por esas otras dimensiones, además de las conocidas, lo que podría significar que la atracción gravitatoria fuera en realidad mucho más intensa que lo que vemos. Es decir, en nuestro mundo tal como lo conocemos seríamos sensibles solo a una porción de la gravedad. Si esos modelos, que de momento no son más que teorías, existieran de verdad, podríamos abrir alguna de estas dimensiones al colisionar partículas, es decir, algunas de las partículas creadas podrían viajar por esas dimensiones desconocidas. En ese caso, lo que a priori creemos que es una enorme cantidad de energía necesaria para crear microagujeros negros, quizá no fuera tan alta y pudiera ser accesible con la tecnología del LHC. En ese supuesto podríamos tener fenómenos de tipo gravitatorio, como es la aparición de microagujeros negros, a unas energías no tan elevadas como pensamos hoy en día.

Alguna de las propuestas de física más allá del modelo estándar propone la existencia de dimensiones adicionales a las cuatro que conocemos

Para entenderlo bien se hicieron estudios con programas que simulaban la creación de microagujeros negros en el LHC, es decir, de agujeros negros cuánticos, formados con la unión de partículas elementales que se consiguieran acercar tanto que quedaran atrapadas gravitacionalmente. Según estas simulaciones, en el caso de “abrirse” las dimensiones extra y bajo una serie de condiciones, podrían producirse microagujeros negros que serían de una masa muy, muy pequeña. Evidentemente no tenemos que pensar en agujeros negros galácticos. Estos agujeros negros acumulan todo aquello que entra en su horizonte de sucesos. Quizá alguien piense que los microagujeros negros pudieran interaccionar con el detector, con el propio LHC, y acabar absorbiendo la materia de los detectores y crecer a costa de ello. Pero estos microagujeros negros, simulados, no lo olvides, son inestables y se desintegrarían sin oportunidad para acumular nada, produciendo una variedad de partículas en el estado final, que serían detectadas en los experimentos.

En el LHC, analizamos los datos recogidos en las colisiones y buscamos lo que se hubiera producido de haberse creado y desintegrado estos microagujeros negros. Hasta ahora no hemos encontrado ninguna señal significativa y deducimos límites a su producción, a la masa que podrían tener y a las dimensiones adicionales que pudieran existir. El próximo año comenzamos el llamado RUN3 del LHC, acumularemos más colisiones, quizá con una energía de colisión algo más elevada, si tecnológicamente es posible. Continuaremos con nuestros estudios y análisis de datos.

Begoña de la Cruz Martínez es doctora en Física, investigadora en la Unidad CIEMAT-Física de Partículas, en el Departamento de Investigación Básica del CIEMAT.

Fuente: El Pais.com

ALTAS TEMPERATURAS. Más de 356.000 muertes en 2019 estuvieron relacionadas con el calor

 Los adultos mayores de 65 años y los niños muy pequeños son los más vulnerables a los efectos de las temperaturas extremadamente altas, según dos nuevos estudios. Y tampoco ayuda el cambio climático.


El cambio climático está aumentando la frecuencia, la intensidad y la duración de las olas de calor en todas las regiones del mundo. Y esta subida de las temperaturas extremas en las últimas décadas, producto de la actividad humana, ha puesto a millones de personas en riesgos graves de salud. Así lo revelaron dos nuevas investigaciones publicadas en la madrugada de este viernes en la revista The Lancet.

Uno de los estudios, liderado por Katrin Burkart, profesora del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, afirma que, solo en 2019, más de 356.000 personas murieron por alguna enfermedad derivada de las fuertes olas de calor. Además, 1,3 millones de personas fallecieron por causas relacionadas con el frío.

Los decesos que tuvieron que ver con las bajas temperaturas aumentaron 31% frente a 1990, pero cambio los relacionados con el clima caliente crecieron un 74%, más del doble en el mismo periodo de tiempo. “Se espera que el número de personas con problemas de salud por el calor siga subiendo a medida que aumentan las temperaturas en todo el mundo”, advierte la investigadora.

Burkart reconoce que, a pesar de que en la actualidad las temperaturas frías tienen un mayor impacto en la salud de las personas en la mayoría de las regiones, el análisis de proyección que realizó con sus colegas encuentra que, en el corto plazo, los efectos nocivos del calor extremo pueden superar a los causados por el frío.

“Esto es muy preocupante porque el riesgo de exposición a altas temperaturas parece haber aumentado de manera constante durante décadas”, explica Burkart. De acuerdo con la investigadora, las regiones del planeta que más sufrirán estas consecuencias son los lugares donde ya hace mucho calor, en especial el sur de Asia, Oriente Medio y muchos países de África.

Por ejemplo en Niger, 0,67 muertes por cada 100,000 habitantes fueron atribuibles al frío (157) y 13,96 muertes por cada 100.000 al calor (3.250) en 2019. Algo similar ocurrió en la región de África subsahariana occidental: 0,61 muertes por cada 100.000 fueron por las temperaturas bajas (2.800), pero 6,31 muertes por cada 100.000 (29.000) se relacionaron con el calor.

El estudio, que vincula las muertes relacionadas con las temperaturas extremas con 17 causas específicas de enfermedades, sobre todo cardiorrespiratorias y metabólicas, utilizó datos de 64,9 millones de fallecidos en nueve países que abarcan el 29% de la población mundial, tienen climas con el 95% del rango de temperatura global y representan el 79% de las condiciones sociodemográficas del planeta.

Una segunda investigación, publicada también en The Lancet y en la que participaron los profesores Ollie Jay y Kristie Ebi de la Universidad de Sydney (Australia) confirma que además del aumento en las muertes, los extremos de calor están asociados con un alto número de visitas al hospital, problemas de salud mental, embarazos con dificultades y mayores costos en la atención médica. “La exposición a altas temperaturas ambientales provoca innecesariamente sufrimiento y muerte”, se lee en las conclusiones del estudio.

Este trabajo afirma que los adultos mayores de 65 años, las personas con enfermedades cardiopulmonares y los niños muy pequeños son los más vulnerables a los efectos de las temperaturas extremadamente altas. De acuerdo con los investigadores, los días muy calurosos o las olas de calor que antes se experimentaban aproximadamente cada 20 años, ahora se ven con más frecuencia y podrían ocurrir todos los años a fines de este siglo si no se detienen las emisiones de gases de efecto invernadero.

El estudio vincula las muertes relacionadas con las temperaturas extremas con 17 causas específicas de enfermedades, sobre todo cardiorrespiratorias y metabólicas

El estudio explica que el cuerpo humano responde al exceso de calor de dos formas principales: redistribuyendo el flujo sanguíneo hacia la piel y segregando el sudor. “El cerebro regula estas respuestas fisiológicas de pérdida de calor que son necesarias para limitar las elevaciones en la temperatura”, se lee en la investigación. Para ese proceso se requiere que el corazón bombee más fuerte y más rápido. Esto aumenta la demanda de oxígeno. Por eso, las personas con problemas cardiorrespiratorios son más vulnerables. “Esta respuesta puede conducir a un desajuste por una alta demanda de oxígeno cardíaco y este desajuste puede generar una isquemia cardíaca, un infarto y en última instancia, un colapso cardiovascular”, revela el estudio.

Jay y Ebi coinciden con Burkart en que en las personas de las regiones tropicales que sufrirán temperaturas más altas podrían superar con más frecuencia los límites fisiológicos relacionados con la tolerancia al calor en las próximas décadas. Es decir, muchas más personas podrían morir más rápido por las olas de calor si no se toman las medidas necesarias. “Los efectos que la exposición al calor extremo puede tener en el cuerpo presentan un problema de salud global claro y creciente”, afirman los investigadores.

El profesor Jay explica que, aunque es inevitable que en el futuro gran parte de la población del planeta esté más expuesta al calor extremo que en la actualidad, aún es posible reducir las consecuencias de este fenómeno. Estas temperaturas en aumento, combinadas con una población que se envejece con rapidez, harán que más personas estén en riesgo de sufrir efectos en la salud relacionados con el clima.

“En medio de duras proyecciones sobre los crecientes efectos del cambio climático, la inversión urgente en investigación y medidas para combatir los riesgos del calor extremo es fundamental para que la sociedad no solo sobreviva, sino que prospere en un mundo que en el futuro será más cálido”, dice Ollie Jay. Y añade: “Muchas muertes relacionadas con el calor se pueden prevenir mitigando el cambio climático y reduciendo la exposición al calor extremo”.

Los investigadores reconocen que hay muchas opciones “sostenibles y accesibles” para reducir los efectos de la exposición al calor si el problema se enfoca en cómo enfriar el cuerpo y no en cómo enfriar el aire. Algunas de las recomendaciones principales son: uso de ventiladores eléctricos y de nebulización, usar un rociador de agua o una esponja, ponerse ropa mojada y sumergir los pies en agua fría. Otras medidas sencillas, dicen los investigadores, “consisten en breves pausas en la actividad física, mantenerse bien hidratado y modificar la ropa o el equipo de protección para mejorar la ventilación”.

Fuente: El Pais.com