26 de mayo de 2020

PANDEMIA. Los neumólogos advierten de una "segunda oleada de trombos en piernas y pulmones" tras la Covid-19

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha exigido que los anticoagulantes orales de acción directa (ACODS) se financien durante la pandemia de COVID-19 a cargo de la Seguridad Social.
Porque estos nuevos anticoagulantes "son fármacos seguros para tratar el tromboembolismo pulmonar (TEP) o la trombosis venosa profunda (TVP) que ayudarían a evitar nuevos contagios de COVID-19, al no requerir que los pacientes acudan a un centro de salud para ajustar la dosis". Además, aseguran que, de aprobarse su financiación pública, se lograría un ahorro al año de más de 80 millones de euros.
"Pensamos que tras la primera oleada de ingresos por COVID-19 que ha afrontado nuestro sistema sanitario, ahora nos vamos a encontrar con una segunda oleada de trombos en las piernas y en los pulmones por la inmovilización, el encamamiento, el confinamiento o enfermedad médica, ya sea el COVID-19 u otra que haya provocado una movilidad reducida. Debemos prepararnos y el Ministerio de Sanidad debería aprobar de forma prioritaria la financiación pública de los anticoagulantes orales de acción directa. Urge ahorrar costes al sistema sanitario", ha destacado el doctor Luis Jara Palomares, neumólogo y coordinador del Área de Circulación Pulmonar de SEPAR.
La financiación pública de los ACODS o un visado para poder administrarlos en distintas situaciones clínicas es una reclamación que, desde hace años, han elevado a las administraciones públicas diferentes sociedades científicas, entre ellas SEPAR.
Sin embargo, España es hoy el único país de Europa que no financia dichos fármacos, a pesar de que las Guías de Práctica Clínica para el Diagnóstico y Manejo del embolismo pulmonar agudo desarrolladas por la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) en colaboración con la Sociedad Europea de Respiratorio (ERS), de 2019, ya establecen que los nuevos anticoagulantes orales deben ser el tratamiento de primera elección para tratar estos episodios.
"Pueden ayudar a evitar nuevos contagios de COVID-19 y ahorrar al sistema sanitario más de 20 millones de euros"
"De las opciones terapéuticas disponibles para tratar el tromboembolismo pulmonar, en esta era COVID-19 hay que recurrir a aquellas que no precisen un control en el sistema sanitario, para que el paciente no tenga que acudir a un centro de salud y así se evite su contagio. Una opción son las heparinas de bajo peso molecular, pero su coste aproximado es de 300 euros al mes por paciente. La otra opción terapéutica que tenemos no está financiada por la Seguridad Social: Son los anticoagulantes orales de acción directa, con un coste mensual de unos 85 euros, que ahora pagan los pacientes de su bolsillo", explica el doctor en un comunicado.
Doble ventaja
"En el actual contexto de pandemia de COVID-19 urge aprobar la financiación pública de los ACODS para tratar los episodios de TEP y TVP porque tienen una doble ventaja: pueden ayudar a evitar nuevos contagios de COVID-19 y ahorrar al sistema sanitario más de 20 millones de euros. Esto se debe a que, respecto a los antagonistas de la vitamina K, los ACODS son igual de seguros, más eficaces, y con la ventaja de que el paciente no tiene que acudir a un centro de salud para realizar un ajuste de dosis, lo que disminuiría el riesgo de nuevos contagios; y, respecto a las heparinas de bajo peso molecular, el coste de los ACODS es cuatro veces menor", añade Palomares.
“La incidencia habitual de la TEP descrita en la literatura médica está  aumentando debido a la COVID-19, aunque aún no se haya podido contabilizar. Esto puede aumentar el gasto en tratamientos. Por eso, si se aprobara la financiación pública de los ACODS, el ahorro que se lograr con esta medida se podría destinar a otros recursos sanitarios necesarios para combatir la pandemia”, expone el Dr. Jara Palomares.
Factores de riesgo
El confinamiento y la propia COVID-19 constituyen dos factores de riesgo para el desarrollo de trombos. "El confinamiento ha disminuido la movilidad de la población general y la inmovilización es un factor de riesgo para la formación de trombos, más en personas mayores. Para evitarlo, en esta época de confinamiento es crucial la movilización diaria y la realización de ejercicio físico, en casa o, ahora que se han aliviado las medidas de confinamiento, en la calle, con mascarilla y en un lugar poco concurrido", recomienda el Dr. Jara Palomares.
"En la fase aguda de la COVID-19 se pueden desarrollar trombos. Los pacientes más graves, que permanecen ingresados más tiempo o en la UCI, tienen más riesgo de desarrollar un trombo en el pulmón o en la pierna. En el contexto hospitalario, la profilaxis consiste en administrarles heparina de bajo peso molecular. Una vez que reciben el alta, cuando estos pacientes vuelven a casa, suelen estar más débiles y con una movilidad reducida, tras haber estado mucho tiempo encamados, por lo que, en algunos casos, siguen necesitando un tratamiento para prevenir los trombos", detalla el Dr. Jara Palomares.
En general, los factores de riesgo para TEP y TVP conocidos son haberse sometido a una cirugía, el reposo, encamamiento o la inmovilización, padecer cáncer, el tratamiento con quimioterapia, los viajes largos en avión, el embarazo, el puerperio y el tratamiento hormonal sustitutivo.mones" tras la Covid-19
Fuente: 20minutos.es

CORONAVIRUS. El número de fallecidos en España baja hasta los 65 decesos

El número de fallecidos diarios con coronavirus en España ha ascendido este viernes hasta los 56. En total, hay 28.628 fallecidos en España y 234.824 contagiados.
Hay más de 150.000 personas recuperadas. Los casos se acumulan sobre todo en Madrid (68.066) y Cataluña (57.569)
El nuevo coronavirus COVID-19 deja ya 236.259 casos de contagio en España y 27.117 muertos, según el último balance del Ministerio de Sanidad tras la rectificación que realizó el 25 de mayo respecto a los casos y las defunciones, cifra que rebajó en 372 y casi 2.000 respectivamente porque "se han descartado casos [y muertes] que eran sospechosos pero no confirmados" por PCR. Sanidad ofrecía datos diarios de contagios, muertes y recuperados desde el inicio del brote, pero el 18 de mayo, con gran parte del país en plena desescalada, optó por un nuevo sistema de notificación de casos centrado en la detección precoz y el seguimiento de nuevos casos. La última cifra de recuperados disponible corresponde a 150.376 pacientes a fecha 18 de mayo, de modo que no hay información sobre los casos activos actualmente en el país.
.Tabla de datos
La tabla siguiente, además de mostrar los datos del coronavirus en España por Autonomías, presentan unos cálculos estadísticos, basados en la letalidad del SARS-COV-2, referidos a una letalidad media para la población en general del 1,1% (procedente del estudio seroprevalencia del Ministerio de Sanidad), que identifican los probables casos por coronavirus que han superado el coronavirus y posiblemente hayan generado anticuerpos.
Además, añado una última fila con nuevo cálculo sumando al total de decesos en España, los 9.300 ancianos fallecidos, residentes en Geriátricos con síntomas COVID-19 sin confirmar.
Evidentemente, los datos indicados no están validados por la comunidad científica, por lo que deben tomarse con la debida prudencia.

(*) Datos confirmados a las 24,00 horas del día anterior (Ministerio Sanidad)
Fuente: rtve.es

PANDEMIA. Un infectólogo del Vall d'Hebrón afirma que la covid-19 está en su fase final

El jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Valle d'Hebrón de Barcelona, Benito Almirante, ha afirmado que el coronavirus se encuentra en la fase final y que "es muy probable que en dos o tres semanas sea absolutamente marginal".
El jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Valle d'Hebrón de Barcelona, Benito Almirante, ha afirmado que el coronavirus se encuentra en la fase final y que "es muy probable que en dos o tres semanas sea absolutamente marginal".
En una entrevista en la televisión municipal de Barcelona, Betevé, Almirante ha defendido que pronto la propagación del virus será mínima y que los rebrotes de gran magnitud son "improbables".
El infectólogo ha manifestado que, tras la evolución de la enfermedad y las medidas de protección y confinamiento de la población, "la enfermedad va a la baja y es muy probable que en un período de dos o tres semanas sea absolutamente marginal".
Almirante compara la evolución de la COVID-19 con la de otras enfermedades víricas como la gripe, que "tiene también una subida muy importante, un patrón que dura varias semanas y un descenso gradual hasta que prácticamente desaparece en la época estival".
"El comportamiento del coronavirus es muy similar a la gripe estacional", afirma el especialista, que confirma que los niños y adolescentes no sufren la enfermedad y tienen un riesgo muy bajo de transmitirla entre ellos mismos o a otras personas.
Esto se debe, según el médico, a que tienen poco desarrollada una molécula que tienen los adultos en la mucosa respiratoria y que sirve al virus para infectar, como una especie de receptor que propaga la infección al resto del organismo.
Fuente: 20minutos.es

CORONAVIRUS. “Queda mucho combustible para la epidemia: hay un 95% de la población que puede contagiarse”

Llegó a Madrid hace dos meses procedente de Boston. Venía para colaborar en un estudio muy ambicioso, liderado por las científicas del Ministerio de Sanidad (Julia del Amo y Rosa Polo), sobre el posible tratamiento de la Covid-19 con antirretrovirales para el VIH, pandemia en la que lleva trabajando varias décadas. 
La España que se encontró fue la de las calles completamente vacías y los hospitales a punto de colapso. Pero había que empezar a pensar en los siguientes pasos y Miguel Hernán fue invitado a colaborar en la metodología del estudio de seroprevalencia, un instrumento fundamental del plan de desescalada. 
Está convencido de que lo peor ha pasado ya, pero no hay que dejar en ningún momento las medidas de precaución porque el coronavirus está ahí, al acecho del 95% de la población que no se ha infectado. Sí, claro que habrá rebrotes durante el verano, y es más que probable que haya que aislar barrios, municipios o incluso provincias, pero serán los menos si las estrategias sanitarias dispuestas por las comunidades y el Gobierno funcionan.
No les ha sorprendido que el 5% de la población española hubiera estado en contacto con el virus. ¿Es mucho o poco?
Era lo esperado, basado en lo que se sabía del virus cuando se diseñó el estudio. Si en febrero alguien nos dice que el 11% de la población de Madrid o el 7% en Barcelona iba a estar en contacto con el virus en un periodo de dos meses hubiéramos dicho que era un exagerado. Este estudio, uno de los pocos, si no el único a nivel de país, que nos permite hacer este tipo de cálculos, nos revela que esto es un virus mucho más contagioso de lo que pensábamos, más que el SARS, que es el que más se parece. El SARS se pudo parar en el 2003, pero no se ha podido hacer con éste, en parte porque es un virus más contagioso. Por eso hay un porcentaje tan alto de población contagiada en un espacio corto de tiempo.
Otra conclusión de este trabajo es el alto porcentaje de asintomáticos.
Sí, se ha encontrado que entre el 28% y el 33% de las personas que han estado en contacto con el virus nunca han experimentado síntomas. Un tercio de asintomáticos es mucho y tiene unas connotaciones serias. Quiere decir que aunque tuviéramos un sistema absolutamente perfecto para hacer un diagnóstico de toda la gente que tiene síntomas, se nos iba a escapar un tercio de los infectados. Esto nos da pista de cómo tenemos que intentar contener el virus.
¿Cómo?
Si los asintomáticos tienen la capacidad de contagiar el virus, que se supone que la tienen, hay que hacer dos cosas: mantener el distanciamiento físico para que no se infecte la gente más vulnerable y llevar la mascarilla. Eso es fundamental. Y la otra conclusión es que hay que poner en marcha equipos muy potentes de rastreo de contactos.
¿Cómo ha influido ese estudio, aún en realización, en el plan de desescalada?
El estudio es parte de ese plan. Fue una propuesta a finales de marzo por parte de un grupo técnico que estaba asesorando sobre la desescalada. Y mientras el estudio comenzaba, se hacía el diseño de la desescalada con el objetivo de contener el virus en el primer brote. Lo que es clave en el desconfinamiento es el diseño de las capacidades estratégicas, tanto las sanitarias como los sistemas de información. Estos son los elementos imprescindibles para contener el virus. Cuando llegan los datos de seroprevalencia nos confirman que estamos lejos de la situación que nos permita relajarnos. Esa es la primera utilidad del estudio, ver que un 5% de la población ha estado en contacto con el virus y que queda mucho combustible para la epidemia, pues hay un 95% de la población que puede contagiarse.
Queda mucho combustible, pero se está acelerando la desescalada... suena algo incongruente.
Lo que vemos es que el número de casos está en unos niveles muchísimo más bajos que antes y las capacidades estratégicas que comentaba se van creando poco a poco. Esto te permite ir un poco más rápido, siempre y cuando tengamos los medios para detectar posibles brotes.
¿El calor nos dará una tregua?
¡Ojalá! Ahora hay mucha transmisión del virus en países con un clima cálido. No está claro que vaya a desaparecer en verano aunque sí es posible que se transmita menos. Y eso nos podría dar un pequeño respiro para continuar reforzando las capacidades estratégicas para cuando el virus vuelva.
¿Teme un rebrote?
Miedo no. Creo que ya no tenemos que vivir esto con miedo. Tenemos casi la certeza de que va a haber rebrotes y el objetivo es tener los medios para detectarlos a tiempo y las capacidades sanitarias para manejarlo bien.
Si los hubiera, ¿el plan es aislar solo el área afectada?
Sí, posiblemente.
¿Se da por hecho que va a haber una segunda ola en otoño?
Digamos que hay una posibilidad muy, muy baja de que el virus desaparezca. Lo que es esperable es que siga con unos niveles de circulación más bajos que en febrero o marzo, pero que siga. Y si queda un 95% de la población española que puede infectarse el virus continuará. Lo hará hasta que podamos vacunarnos todos o el porcentaje de infectados sea tan alto que ya no le quede combustible. Pero falta mucho para llegar a ese punto. El virus va a estar durante meses.
Eso implica llevar mascarillas y mantener la distancia física durante largos meses...
Sí. Cabe la posibilidad de que aparte de la vacuna, puede haber un tratamiento efectivo o una forma de prevención de la infección. En ese caso, el coste de que se infectara más gente no sería tan grave. Pero en ausencia de una vacuna o un tratamiento no nos quedan muchas más opciones que intentar no infectarnos.
Supone un cambio radical en nuestro modo de vida.
Sí, pero piense que no es la primera vez que pasa. En la gripe del 18, la gente en España iba por la calle con mascarilla. Si hay dos cosas que cambian la historia de la humanidad y que han estado siempre presentes son las pandemias y las guerras. Las últimas generaciones europeas hemos sido unos privilegiados respecto a las dos cosas.
Pero nos dijeron que era como una gripe.
Es muy fácil hacer comentarios a tiempo pasado. Pero a finales de febrero ya existía una preocupación seria en la comunidad científica internacional. Hubo países que se salvaron de un primer brote descontrolado porque tuvieron en cuenta eso. En los países europeos no se tomaron las medidas, entre otras cosas, por la falta de una memoria histórica sobre lo que es una epidemia. Los países asiáticos habían tenido el SARS y distintos tipos de gripe en la última década.
Europa y España reaccionaron tarde. ¿Y después?
Solo hay que ver los resultados de cómo ha evolucionado la epidemia en España si lo comparas con otros países, cómo han ido bajando el número de nuevos contagios al ritmo máximo
Fuente: laVanguardia.com

PANDEMIA. Los contagios del coronavirus raras veces se producen al aire libre

El riesgo de contagio del coronavirus es 19 veces más alto en espacios cerrados que al aire libre, según un estudio que ha analizado cómo ha circulado el virus en once brotes de Covid detectados en Japón.
En otro estudio realizado en China en el que se han analizado 318 brotes de tres o más personas –todos los registrados en el país exceptuando la provincia de Hubei hasta el 11 de febrero–, ninguno de ellos se había originado al aire libre. Los contagios se habían producido principalmente en domicilios particulares y en transportes públicos. Una proporción menor se había producido en comercios y restaurantes aunque, en estos casos, el número medio de personas afectadas en cada brote era más alto.
El riesgo de rebrotes será más alto en otoño, con más gente en entornos cerrados
No son resultados sorprendentes, según Àlex Soriano, jefe del servicio de Enfermedades Infecciosas del hospital Clínic de Barcelona, quien explica que el coronavirus se transmite principalmente a través de las gotas que se emiten al hablar, toser, cantar o incluso respirar. “En espacios cerrados en que hay un contacto próximo y prolongado entre personas es más fácil que se transmita la infección que en espacios abiertos donde el virus se dispersa en el aire”, explica Soriano.
Por este motivo, el riesgo de contagios será más alto en otoño, cuando se congregarán grupos de personas en aulas, salas de reuniones y otros espacios cerrados, que en verano, en que se pasa más tiempo al aire libre, añade Benito Almirante, jefe de servicio de Infecciosas en el hospital Vall d’Hebron de Barcelona.
La importancia de la distancia social durante la pandemia del coronavirus
El riesgo de contagio en una playa si se va a tomar el sol o a bañarse es extremadamente bajo, coinciden en señalar ambos médicos. En una playa, aunque esté concurrida, no suele establecerse un contacto estrecho con desconocidos y, aunque alguna persona pueda tener el coronavirus, este se dispersará con el viento.
Las conclusiones del estudio chino coinciden con los de otro de once brotes registrados en Japón
Para que se produzca un contagio, no basta con que pase un único virus de una persona a otra, aclara Soriano. Tiene que pasar una cantidad suficiente para iniciar una infección –lo que técnicamente se llama dosis infectiva mínima–. Si el viento dispersa el virus, la probabilidad de que se transmita esta dosis se reduce. Pese al bajo riesgo de contagio, las medidas de prevención adoptadas en las playas “tienen un componente educativo”, señala Almirante. Pueden ayudar a concienciar a la población de la necesidad de mantener las precauciones para contener la epidemia.
Según los resultados del estudio de los 318 brotes registrados en China fuera de Hubei, “los entornos cerrados en los que vivimos y trabajamos son el lugar de transmisión más común del virus”, escriben en el servidor medRxiv los autores del trabajo, de la Universidad Tsinghua en Pekín, la Universidad del Sureste en Nanjing y la Universidad de Hong Kong. “La importancia de esta observación no ha sido bien reconocida por la sociedad y los gestores políticos”.
El mayor brote analizado se originó en una tienda de la localidad de Tianjin, donde un empleado que había contraído el coronavirus en otra ciudad inició una cadena de contagios. El brote afectó a otros seis empleados, diecinueve clientes y quince contactos de clientes.
En el otro extremo, los brotes que se producen en los hogares afectaron, de media, a 3,7 personas.
Las conclusiones del estudio chino coinciden con los de otro de once brotes registrados en Japón, liderado por el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas del país. Se analizaron, entre otros, brotes en un gimnasio, en un restaurante de un barco fluvial y en un festival con puestos de restauración en el interior de carpas. “Los entornos cerrados contribuyen a la transmisión de la Covid-19”, concluyen los autores del trabajo en medRxiv . “Reducir contactos próximos. Innecesarios en entornos cerrados puede ayudar a prevenir grandes brotes”.
Fuente: laVanguardia.com

PANDEMIA. El Covid-19 muestra distinto comportamiento en nuevo brote que afecta al noreste de China

Los casos del último rebrote del coronavirus en China, registrados en el noreste del país, tienen diferentes características a los del brote original, que surgió de la provincia central de Hubei, informan medios locales.
El diario oficial Global Times cita a un experto de la Comisión Nacional de Sanidad, Qiu Haibo, que apareció esta semana en la televisión pública afirmando que los casos detectados estas últimas semanas en las provincias de Heilongjiang y Jilin se parecen más a los importados de otros países que a los de Hubei, en cuya capital, Wuhan, se registraron los primeros contagios mundiales de la Covid-19.
Aunque no se habla de una mutación confirmada del virus, las diferencias en el comportamiento del patógeno podrían suponer que se ha producido, lo que dificultaría el trabajo de contención de su propagación y el de desarrollo de tratamientos y vacunas.
En esas dos regiones nororientales, según Qiu, los contagiados muestran un período de incubación más largo y síntomas atípicos -en muchos casos, no tienen fiebre pero sí fatiga o irritación de garganta- o directamente no muestran síntomas, lo que resulta en contagios en el entorno familiar.
En Wuhan, los pacientes no solo sufrían lesiones pulmonares sino que el virus también atacaba su corazón, riñones o intestinos, mientras que en Heilongjiang y Jilin los contagios relativos a casos importados apenas causaban daños a otros órganos aparte de los pulmones.
Portan el virus durante más tiempo pero con menos gravedad
Qiu agregó que los contagiados nororientales están portando el virus durante un período más largo que los de Hubei, y que los tratamientos están siendo más efectivos en esas zonas, donde la proporción de casos graves es menor que en Wuhan.
El aeródromo londinense ocupa la séptima plaza debido a que en el 2018 tuvo un tráfico de pasajeros que alcanzó los 80,1 millones de personas.
Entrar en el Reino Unido sin guardar la cuarentena de 14 días tendrá multas de más de mil euros
La provincia de Jilin es uno de los lugares donde siguen dándose contagios en China, país en el que las autoridades creen que tienen el virus prácticamente bajo control.
En esa zona sigue habiendo 25 casos activos de los 84 que siguen mostrando las cifras oficiales a nivel nacional, aunque el último parte de la Comisión Nacional de Sanidad no muestran nuevos contagios en la provincia de Jilin.
El principal foco está en el municipio de Shulan, bajo la jurisdicción de la vecina ciudad de Jilin, donde las autoridades han impuesto un confinamiento ante el resurgimiento de los casos y obligarán a todos los residentes que regresan desde Rusia -uno de los países más afectados por la pandemia- a registrar su información personal y a someterse a pruebas de ácido nucleico sufragadas por el Gobierno.
El noreste de China ha sido el punto más conflictivo para las autoridades locales, que en las últimas semanas se han visto obligadas a cerrar la frontera con Rusia después de detectar un goteo de ciudadanos chinos infectados procedentes de territorio ruso e incluso a construir otro “hospital exprés” en la provincia de Heilongjiang.
Fuente: 20minutos.es

CORONAVIRUS. Vacuna China genera una respuesta inmune en humanos

Una vacuna experimental de la Covid-19 desarrollada por la empresa CanSino Biologics of China es segura y genera una respuesta inmune, según los primeros estudios en humanos.
La vacuna estimula la producción de los dos anticuerpos que pueden detener la infección junto con las células de inmunidad, según un informe publicado este viernes por The Lancet. Todavía son necesarias nuevas fases de la investigación para demostrar la efectividad de esta vacuna contra el coronavirus, según el estudio financiado por CanSino y realizado por investigadores del Instituto de Biotecnología de Pekín y otras organizaciones.
Las empresas farmacéuticas y las universidades se están apresurando para desarrollar vacunas contra el coronavirus. La Universidad de Oxford y AstraZeneca Plc también han asegurado este viernes que están reclutando a más de 10.000 pacientes para realizar estudios avanzados de un método diferente de inoculación experimental.
Los resultados del estudio de la vacuna de CanSino “representan un hito importante”, según Wei Chen, profesor del instituto de Pekín que ha llevado a cabo el estudio. “Sin embargo, estos resultados deben interpretarse con cautela. Los desafíos en el desarrollo de una vacuna de la Covid-19 no tienen precedentes, y la capacidad de desencadenar estas respuestas inmunitarias no necesariamente indica que la vacuna protegerá a los humanos de Covid-19 “.
El ensayo en 108 adultos de Wuhan, China, donde se detectó el virus por primera vez, demostró resultados prometedores después de 28 días. Los resultados finales se evaluarán en seis meses, según el informe.
Fuente: 20minutos.es

CORONAVIRUS. Las secuelas del covid-19, de los pulmones al corazón

La primera vez que se oyó hablar de covid-19, cuando el virus todavía era un gran desconocido, se creyó que se trataba de una neumonía más. Pero ahora, tras meses de convivencia forzada con esta pandemia y millones de diagnósticos en todo el mundo, la experiencia indica que se podría tratar de algo más. 
En los casos más graves, la enfermedad podría dejar huella desde los pulmones, la zona cero de la infección, hasta el corazón, los riñones, el hígado, el cerebro y el aparato motor. Difícil, por ahora, saber qué es efecto directo del virus y qué puede derivarse del proceso de hospitalización. Varios médicos y pacientes exponen cuáles son las posibles secuelas que quedan tras superar la infección.
Pulmones, el epicentro de la enfermedad
La gran preocupación a corto y largo plazo son los pulmones, epicentro de la enfermedad. En los casos más graves, el órgano puede quedar malherido. Incluso tras superar la infección, queda por saber de qué manera se 'cicatrizarán' las huellas que deja el virus y hasta qué punto podrían afectar al funcionamiento del órgano. "En algunos de los pacientes que han estado ingresados, ya sea en planta o en cuidados intensivos, hemos observado signos de fibrosis. O que la neumonía presenta una evolución muy lenta incluso después de haber superado la enfermedad. Estamos trabajando para evaluar la pérdida de capacidad pulmonar en estos pacientes", explica Germán Peces-Barba, vicepresidente neumólogo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
Este tipo de secuelas, explica el doctor, se manifiestan sobre todo en los casos más graves que han requerido largas hospitalizaciones y tratamientos más complejos, incluida la intubación en las UCI. Por eso mismo, es difícil decir si los daños a largo plazo dependerán del propio virus o de los efectos adversos del proceso de cura. "Sabemos que los pacientes que han estado intubados, con respiradores o con oxígeno durante mucho tiempo pueden desarrollar lesiones", recuerda Peces-Barba.
"Ahora estamos empezando a hacer las revisiones de los primeros pacientes covid-19 que ingresaron en marzo. Algunos llegan a la consulta diciendo que les falta el aire, pero muchas veces no encontramos ningún problema objetivo que lo explique. Después de descartar las causas pulmonares,  hay que explicarles que existen otras posibles causas asociadas a este síntoma, como la debilidad muscular, el estrés y la angustia acumuladas en  estos días", relata el doctor.
Cerebro, donde los síntomas son sutiles
La búsqueda de las posibles secuelas del covid-19 también pasa por el cerebro. "Sabemos que hay sintomatología neurológica asociada a la infección", explica Josep M. Tormos, director de investigación del Institut Guttmann. Algunos pacientes diagnosticados han reportado pérdida del olfato y el gusto (anosmia y ageusia), así como dolores de cabeza y otras alteraciones neurológicas durante la fase aguda de la enfermedad. Una vez recuperados, hay quienes arrastran problemas de memoria a corto y medio plazo, alteraciones en las funciones ejecutivas y un cuadro de fatiga generalizada. "Todavía no sabemos si estos problemas se derivan directamente de la infección o de otros factores. Tampoco sabemos cuánto durarán. Ahora trabajamos para estudiar este fenómeno y ayudar a la rehabilitación de los pacientes afectados", explica el doctor Tormos.
En el caso de los pacientes covid-19 con pronóstico grave, sería razonable pensar que los problemas respiratorios que han sufrido también hayan podido dejar huella en el cerebro. Pero también podrían entrar en juego otras variables, como la posible inflamación causada por la infección. O el estresante proceso de hospitalización, cura y recuperación. "También podría ser que este cuadro actúe de desencadenante para enfermedades que ya existían de manera larvada. La mayoría de las secuelas neurológicas que hemos observado hasta ahora son en personas de entre 40 y 65 años, la edad en la que se suelen manifestar este tipo de afecciones estructurales", argumenta el investigador. Imposible, por ahora, responder a esta cuestión.
Corazón, víctima de una tormenta inflamatoria
Los estudios preliminares publicados hasta la fecha coinciden con los médicos en señalar que, más allá de los pulmones, el covid-19 desencadena una tormenta inflamatoria en todo el cuerpo. Llegados al corazón, los efectos de este fenómeno también podrían dejar su huella. En las unidades de cuidados intensivos de los hospitales, se ha visto  daño miocárdico, fallo cardíaco y arritmias en los pacientes covid-19. "No sabemos si es un efecto directo del virus o una consecuencia de la inflamación. La insuficiencia respiratoria podría provocar que el oxígeno en sangre sea menor y que eso acabe provocando un daño miocárdico. Pero también podrían darse por problemas de circulación o de coagulación", explica Ana Ochagavía, directora del Área de Críticos y del Servicio de Medicina Intensiva del Parc Taulí. Recientes estudios, además, apuntan a que algunos de los tratamientos experimentales aplicados en pacientes covid-10 podrían desencadenar efectos adversos en el corazón.
"Es difícil medir el impacto de la enfermedad sobre el corazón porque, en algunos casos, los síntomas de insuficiencia cardíaca se confunden con los de la propia neumonía", explica la doctora. El riesgo de sufrir este tipo de afectaciones cardíacas depende de la gravedad del paciente y de los factores de riesgo previos que pudiera tener. "Basándonos en lo que sabemos de otras infecciones, esperamos que no haya demasiadas secuelas a largo plazo. Aún así, tenemos que estudiar estos casos para saber cómo mejorar el tratamiento de los futuros pacientes y saber si, en un futuro, se necesitará aplicar tratamientos específicos para el corazón", comenta Ochagavía.
Aparato motor, resentido por la falta de movilidad
Muchos de los pacientes ingresados por covid-19 abandonan el hospital, una vez recuperados de la infección, arrastrando problemas de movilidad. Tras semanas postrados en la cama, hay quienes sufren deterioro muscular, pérdida de movilidad, parálisis o atrofia. También se están observando daños en las cuerdas vocales en pacientes que han estado intubados y que ahora muestran problemas tanto en la voz como al tragar. "Ya estamos empezando a atender a pacientes con secuelas motoras y neurológicas", explica Judith Sánchez Raya, jefa del servicio de Medicina Física y de Rehabilitación del Vall d'Hebrón, uno de los centros que ya ha puesto en marcha un programa para tratar a pacientes con este tipo de secuelas.
Del hígado a los riñones, ¿dañados por los medicamentos?
Todavía es pronto para saber cuál es el impacto total del virus en el cuerpo humano. Pero, por ahora, la experiencia clínica sugiere que en los casos más graves pueden darse alteraciones multiorgánicas. "Hemos observado alteraciones en la función renal y hepática. Pero no sabemos si es una consecuencia del virus, de la medicación o de las alteraciones cardiovasculares", Josep Trenado, de la Sociedad Española de Medicina Intensiva (SEMICYUC). Podría ser que el hígado y los riñones queden resentidos tras filtrar los medicamentos que en su momento se utilizaron para salvar la vida del paciente. Pero también podría ser que estos órganos queden afectados por los pequeños trombos causados por el proceso inflamatorio. "Este tipo de complicaciones suelen verse más en el caso de pacientes con enfermedades que ya de por sí comprometen el riñón. Lo que haría esta enfermedad es poner de manifiesto un daño oculto y acelerar su deterioro", reflexiona el doctor.
Fuente:elPeriodico.com