Los socialistas apuntan a las estrategias de desestabilización diseñadas por los populares, que implican manifestaciones, desprestigio institucional, lenguaje crudo (chabacano y obsceno) o acusaciones de fraude electoral.
La
idea no es nueva y el Ejecutivo de Pedro Sánchez suele recordar con frecuencia
la famosa frase del expresidente José María Aznar, "el que pueda hacer que
haga", pronunciada en noviembre de 2023, poco antes de la investidura de
Sánchez.
Pero
la sucesión de acontecimientos es para el Gobierno más visible que nunca. Las
fuentes consultadas en el entorno de Sánchez sitúan el apagón del pasado mes de
abril como "punto de inflexión" en esta ofensiva. "Se ha visto
como una oportunidad por parte de la derecha", inciden. A partir de ahí
los "ataques" al Ejecutivo han ido “in crescendo” desde todos los
frentes.
- Se ha acelerado el proceso judicial contra el hermano de Sánchez,
- Se ha apuntado a un supuesto informe de la UCO contra Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE,
- Y la conversación pública gira estos días en torno a Leire Díez y unas supuestas "cloacas del PSOE" agitadas por diferentes medios de comunicación y el PP.
- Y continúa las instrucciones prospectivas contra el Fiscal General del Estado y contra la esposa del Presidente del Gobierno, Begoña Gómez.
En
este contexto, en Moncloa destacan un hecho a nivel interno en el partido que
lidera Alberto Núñez Feijóo. Se trata del fichaje del consultor Aleix
Sanmartín, efectuado a finales de febrero según publicaron varios medios de
comunicación. El experto ha colaborado en diferentes campañas electorales del
PP, como la de Juanma Moreno Bonilla. También con algunos líderes territoriales
socialistas. Pese a lo publicado, en Ferraz niegan que participara directamente
en las últimas elecciones generales junto a los socialistas, sino que solo se
usó un software de identificación de votantes creado por él, llamado Tesela.
Pero
la trayectoria de Sanmartín, según destaca su propia página web, ha tenido
mucha presencia en América Latina. Lo ha hecho junto a políticos de diferentes
ideologías que van por ejemplo desde el mexicano Andrés Manuel López Obrador,
de izquierdas, al derechista Ricardo Martinelli en Panamá, entre otros. Según
su publicación oficial, ha trabajado en Colombia, República Dominicana, Panamá,
Uruguay, El Salvador u Honduras.
Por
todo ello y por una serie de hechos, en Moncloa consideran que la derecha
española está intentando usar estrategias de desestabilización importadas de
América Latina con el objetivo de desgastar y hacer caer al Gobierno. "El
objetivo final es crear un clima irrespirable porque piensan que así caerá el
Gobierno o que tendrán aseguradas ganar las elecciones", reflexionan en el
cuartel general del Gobierno.
¿Qué base se tiene para sostener esta teoría? "Está todo estudiado", apuntan desde Moncloa y sostienen lo siguiente.
- En primer lugar, destacan el "uso de lenguaje tan agresivo que se vuelve obsceno" por parte del PP o Vox. "¿Lo hemos normalizado ya?", se preguntan en el Ejecutivo, donde ven grave que, por ejemplo, Miguel Tellado, portavoz parlamentario del PP, señale a Sánchez como "un capo con un equipo de gánsters aferrándose al poder".
- Otro paso necesario de su estrategia es "calentar las calles". La manifestación de este domingo 8 de junio, bajo el lema "Mafia o democracia", es el ejemplo más palmario aunque no ha sido el único. Fuentes socialistas señalan que los populares también han favorecido el acoso a las sedes del PSOE y no han condenado las decenas de actos violentos sufridos en esas concentraciones. Las manifestaciones en las calles han sido una de las estrategias más usadas en diferentes países latinoamericanos. En Brasil (también en EEUU) se produjo incluso un intento de asalto al Parlamento azuzado por el derechista Bolsonaro tras perder las elecciones frente a Lula.
- El "desprestigio de las instituciones" es otro de los puntos destacados. Desde el primer momento que entró Sánchez en Moncloa, la derecha ya puso encima de la mesa que el Gobierno era "ilegítimo". Los populares han cargado además contra el Tribunal Constitucional o la Fiscalía General del Estado y ahora agitan que el Gobierno de Sánchez trabaja en una operación para cargarse a la UCO y así frenar los presuntos casos de corrupción que le afectan.
- En esta batalla, el Gobierno apunta también a la necesaria colaboración de medios de comunicación conservadores y otros a los que denomina como pseudomedios. "Las filtraciones que se hacen tienen un interés evidente", deslizan. El PSOE ha interpuesto varias querellas contra medios de comunicación por informaciones falsas. La última, a El Confidencial por considerar a Leire Díez como "fontanera" del partido.
- En el plano judicial, la palabra "lawfare" sobrevuela el ambiente político desde hace tiempo. Especialmente en Moncloa tras los casos judiciales en los que se investiga a Begoña Gómez, David Sánchez o Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado. Los socialistas evitan usarlo públicamente aunque lo asumen en privado. Sí que lo ha puesto sobre la mesa recientemente la fundación vinculada al PSOE, Avanza, en un texto. No son pocos quienes recuerdan los casos sucedidos con Lula da Silva en Brasil o Antonio Costa en Portugal, enjuiciados y desalojados del poder pese a que luego se demostraron falsas las acusaciones contra ellos.
- Por último, la derecha ha avivado la teoría de un "pucherazo electoral", otro clásico en las estrategias de desestabilización y también muy frecuentes en varios países de América Latina. El antiguo puesto en Correos de Leire Díez ha sido el acicate para ello y el PP, "gracias a la colaboración de algunos medios", según fuentes socialistas, ha sembrado dudas.
La situación no pilla de
sorpresa en Moncloa. En el equipo de Sánchez recuerdan un discurso realizado
ante sus parlamentarios antes de las elecciones del 23 de julio de 2023.
"La tormenta va a ser tremenda. Hablarán de pucherazo y otros de que hay detenerme
como responsable del mismo (....) Van a tratar de crispar hasta límites
insospechados, se van a inventar barbaridades", dijo entonces. Sánchez
señaló en esa ocasión a los "maestros norteamericanos" (en referencia
al trumpismo) y cómo se iban a "copiar los métodos".
"Tapar"
sus escándalos
Fuentes
socialistas también apuntan también en otra dirección: "La necesidad del
PP de tapar todos sus escándalos". "Están nerviosos", señalan,
porque realmente "cuando se pone encima de la mesa la existencia de
'cloacas del Estado' a los que más les perjudica es a ellos", indican las
fuentes consultadas.
En
este contexto "donde todo se mezcla", creen que el empresario Javier
Pérez Dolset, que dice trabajar en su nombre propio y por víctimas, como él, de
maniobras de una "UCO patriótica", está "descontrolado" y
puede afectar al PP. Por eso, enmarcan todo lo que está saliendo en una
"maniobra a la desesperada" de la derecha para darle la vuelta al
tema y que parezca todo una conspiración del Gobierno de Sánchez contra la
Guardia Civil.
Además,
recuerdan otros asuntos de actualidad a los que el PP tiene que enfrentarse. El
más claro, todo lo relacionado con la pareja de la presidenta de la Comunidad
de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y su proceso judicial. También señalan a Norberto
Uzal, alto cargo de la Xunta de Galicia y uno de los principales implicados en
la trama de hidrocarburos donde confluyen muchos intereses y donde tiene
también un protagonismo especial el empresario Víctor de Aldama.
CONCLUSION
Desde la alianza del PP y Vox, sus líderes hablan del Gobierno del Estado con total impunidad (a sabiendas
que controlan la Sala Segunda del TS desde detrás) y lanzan acusaciones infundadas, de indecencia, infamia, mafia y corrupción, como si fuesen ajenos a ellos, los coqueteos con narcotraficantes del líder de la oposición, los pleitos judiciales por la mafia de la policía patriótica (en parte juzgados y sentenciados) y otros casos de corrupción, señalados en artículos anteriores.
Fuente: Publico.es
POSDATA
La basura fascista del PP y Vox, debieran sacar sus sucias manos del Poder Judicial.
Fuente: Redacción