El PP como partido liberal: una aspiración ideológica muy
lejos de su realidad política
¿Qué es exactamente el liberalismo?
¿Cumple el PP los requisitos para ser definido como tal? ¿Lo perciben así sus
votantes? Expertos en sociología, ciencia política y demoscopia explican por
qué el PP no se ajusta a los cánones del liberalismo.
El liberalismo está de moda. O, al
menos, así lo cree la derecha española que trata de definirse a través de esta
etiqueta sin llegar a profundizar demasiado en su significado. Se trata de una
palabra que aparece de manera recurrente en los discursos de los dirigentes del
Partido Popular (PP) y que ligan al concepto de libertad, ampliamente utilizado
por la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso durante su campaña electoral.
"Nuestro compromiso
inquebrantable con la dignidad y la libertad de todas las personas nos
identifica con el liberalismo como filosofía política y económica",
señalan los estatutos del PP, formación actualmente dirigida por Pablo Casado.
"Asumimos la responsabilidad histórica de hacer del Partido Popular la
casa común donde conviven las familias conservadoras, liberales y
democristianas de la política española", reza otro punto. En la cúpula del
partido aseguran que están "comprometidos" con los "principios
derivados del liberalismo" y llevan años intentando situarse como "la
referencia liberal" en España.
Antes que ellos lo intentó Ciudadanos,
que actualmente lidia con una OPA hostil impulsada por el PP que busca
apropiarse de su espacio electoral. Los 'naranjas' también presumen de llevar
la etiqueta 'liberal' por bandera y así se reafirmaron en la última convención
del partido, celebrada el mes de julio. ¿Pero qué es exactamente el
'liberalismo'? ¿Cumple el PP los requisitos para ser definido como tal? ¿Lo
perciben así sus votantes? Público ha contactado a varios expertos en
sociología, ciencia política y demoscopia para tratar de responder a estas
cuestiones.
La historia del liberalismo y los
orígenes del PP
En primer lugar, habría que
diferenciar liberalismo en dos sentidos: como ideología y como filosofía
política. En el caso de la primera, Ismael De La Villa, investigador en la
Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM),
explica que el liberalismo fue la ideología hegemónica que rigió el desarrollo
del estado-nación en relación a lo jurídico, lo económico, las políticas públicas
a finales del XVIII y a lo largo del siglo XIX. "Está claro que, por
tradición y por origen histórico, el PP no encuentra sus raíces en esta primera
vertiente", señala el politólogo.
Para Eduardo Bayón, analista y
politólogo, "el franquismo eclipsó cualquier espacio político liberal, al
que también se demonizaba al igual que a la izquierda". Bayón cita como
elemento clave la desaparición del partido Unión del Centro Democrático (UCD) y
la formación del PP, que posteriormente absorbió a los grupos liberales
existentes y abarcó todo el espacio de la derecha. "En ese sentido también
había un interés en usar las etiquetas para ocupar todo el espectro, lo cual
estuvo facilitado por la ausencia de partidos liberales autónomos como existen
en nuestro entorno", explica.
La socióloga y politóloga Aida
Vizcaíno, consultora de asuntos públicos y profesora asociada de Ciencia
Política en la Universitat de València (UV), también desvincula al PP del
liberalismo por sus orígenes. La experta relata que la falta de un partido
liberal en España tiene que ver, entre otras cuestiones, con el complejo
surgimiento de la burguesía y el tardío proceso de la industrialización del
siglo XIX, ambientes propicios para las ideas liberales y, con ellas, los
partidos liberales. "En España llegó tarde y con menor fuerza que en
países como Inglaterra, de hecho, ello explica la tardía implantación del
movimiento obrero y del feminismo".
El liberalismo como filosofía política
En el segundo caso, la definición de
liberalismo como filosofía política entiende que hay unos derechos naturales de
partida inalienables universales de todos los individuos. "El estado, al
contrario de lo que mayoritariamente se cree, no es incompatible con el
liberalismo, ya que es quien debe garantizar el ejercicio de estos derechos
individuales, siempre y cuando no se sitúe por encima del individuo ni coarte
su libertad negativa", apunta el investigador de la Complutense.
En ese sentido, De La Villa considera
que en materia de derechos civiles, el PP se ha mostrado más próximo a
ideologías conservadoras o democristianas, que no se muestran compatibles con
el ejercicio de estos derechos individuales, subordinándolos a otras
cuestiones. Ejemplo de ello es su descarnada oposición a las leyes que regulan
el matrimonio homosexual, el aborto, la eutanasia y a las listas paritarias,
que el PP recurrió ante los tribunales.
Además, para la experta, el concepto
de 'libertad' tan explotado durante la campaña madrileña, poco o nada tiene que
ver con el liberalismo. "Su concepto de libertad es sinónimo de consumo,
mercantilización. Ayuso supo percibir los estados de ánimo y exprimir los
imaginarios colectivos. En este sentido, poco tiene que ver con la libertad o
ser liberal en sentido ideológico o político", razona.
El secretario general de Vox, Javier
Ortega Smith se distancia de la concentración de los integrantes del
ayuntamiento de Madrid para mostrar su repulsa a la violencia machista en la
entrada de la sede del ayuntamiento en Madrid este lunes.
PP, partido neoliberal
Los tres expertos apuntan que la
etiqueta más precisa para definir al PP es el neoliberalismo. "El modelo
madrileño, por el que parece apostar el partido a nivel estatal, es el claro
ejemplo. Esa concepción de lo colectivo explica, coherentemente, su oposición a
la liberalización de las patentes de vacunas", explica la politóloga.
"La concepción liberal del PP se
centra en el papel mínimo del estado respecto a la intervención de este en la
economía y esto enlaza con la concepción actual neoliberal; aunado con los
posicionamientos conservadores en lo cultural. Además, esta explotación de las
etiquetas se ha usado y potenciado atendiendo a las características
territoriales", resume Bayón.
Sin embargo, De La Villa recuerda que
incluso en material fiscal, algunos de los liberales más clásicos apuntaron
determinadas prescripciones que no serían aceptadas por muchos hoy día. Por
ejemplo, Adam Smith, considerado el 'padre del liberalismo', señaló ya desde un
principio la necesidad de progresividad fiscal sobre las rentas del trabajo
dentro de un Estado. Otros como John Stuart Mill y David Ricardo entendían como
fundamental la aplicación de impuestos sobre una de las formas más importantes
de capital en aquel momento, como era la tierra, independientemente de su mayor
o menor productividad. "En contraste, a día de hoy, algo tan básico como
un reducido impuesto sobre el patrimonio, desde estas posiciones más
conservadoras, se entiende como un ataque a la libertad", concluye el
investigador.
Los votantes del PP: más conservadores
que liberales
Lo cierto es que, ateniéndonos a la
demoscopia, los votantes del PP se consideran mucho más conservadores que
liberales. Así lo desgrana José Pablo Ferrándiz, doctor en sociología y
fundador y director de la firma Elemental Research. Según la muestra
postelectoral del Centro de Investigaciones Sociólogicas (CIS) tras las
elecciones generales de noviembre del 2019, el 44% de los votantes del PP se
definía como conservador frente al 14% que lo hacía como liberal y el 11% que
se ubicaba como democristiano
Ferrándiz señala que la etiqueta
liberal-conservador existe, pero apunta que en España "nunca ha habido un
partido realmente liberal". "En el PP aluden a un liberalismo que no
es político, sino económico", resume el sociólogo, que asegura que los
conservadores no cumplen los requisitos para ser considerados como una
formación liberal. "Tienen un votante más femenino que masculino y la
demoscopia indica que las mujeres son más conservadoras que los hombres",
prosigue. Sucede lo mismo con la población mayor de 65 años, un perfil mucho
más conservador que la población más joven, y en los que el PP encuentra un
claro nicho electoral.
El sociólogo no tiene ninguna duda de
que "el PP va a competir por hacerse con la etiqueta de liberal, al igual
que han hecho con el concepto de libertad", pero señala las
contradicciones de definirse como tal y pactar con una formación como Vox.
Ferrándiz los considera una formación "profundamente iliberal o
antiliberal" que se encuentra próxima ideológicamente a líderes
euroescépticos y homófobos como Viktor Orbán, el primer ministro húngaro.
Para Ferrándiz, la victoria de Díaz
Ayuso en las elecciones madrileñas no es extrapolable al conjunto del Estado.
"Santiago Abascal le está haciendo sombra a Casado; en Madrid la candidata
de toda la derecha era Ayuso, pero en los sondeos Casado no consigue aprobar,
no hay un líder transversal en toda la derecha", concluye el fundador de
Elemental Research.
En ese sentido, todos los expertos
consultados creen que el PP trata de rentabilizar la etiqueta 'liberal' para
distanciarse del partido ultra, pese a que realmente no lo es. También apuntan
a que es una estrategia clave para absorber a Ciudadanos. El tiempo dirá si
consiguen también convencer a su principal objetivo: los votantes.
Fuente: Publico.es