La colaboración entre Orange y la DGSE pone a disposición de la agencia
el control y acceso libre y total a las redes y flujos de datos de la
operadora.
La recogida de datos por parte de las agencias de Inteligencia, con o
sin colaboración de las empresas de comunicaciones, no es un asunto
exclusivamente anglosajón. Según revela hoy Le Monde, el servicio secreto
francés, denominado Dirección General de la Seguridad Exterior (DGSE ) y el
principal operador de telecomunicaciones galo France Telecom, que tomó el
nombre Orange en 2012, mantienen una “relación altamente confidencial”.
Ha sido un documento interno de la agencia británica GCHQ, el
equivalente a la NSA, el que desveló que la DGSE tiene una estrecha
colaboración con “un operador de telecomunicaciones francés”. Por la duración
de dicha relación, la descripción de la experiencia específica de la empresa,
así como por su propia investigación , Le Monde concluye que se trata de
Orange.
De acuerdo con el citado documento, la DGSE y la teleco francesa
trabajan en conjunto para mejorar las capacidades nacionales de intercepción de
las redes de comunicación y romper el cifrado de los datos que circulan por la
Red. De esto se deduce que Orange es un jugador importante en el sistema de
vigilancia en Francia.
La nota de la agencia británica, tomada de los archivos de la NSA por
Edward Snowden, asegura que la relación entre la DGSE francesa y el operador es
una gran ventaja sobre sus homólogas occidentales. Uno de los puntos fuertes de
la DGSE radica en el hecho de que no sólo disfruta de los permisos concedidos
por el Parlamento para acceder a los datos de clientes de France
Telecom-Orange. Tiene sobre todo el control, el acceso libre y total a los
redes y flujos de datos de la compañía.
Este conjunto de elementos de control, proporcionado a través de la
operadora francesa, afecta a datos masivos, relativos tanto a ciudadanos
franceses como a extranjeros. Según el
diario, es utilizado por la DGSE, que lo pone a disposición de todas las
agencias de inteligencia galas bajo la puesta en común de información técnica y
de su base de datos. Estos datos también se comparten con aliados extranjeros
como el GCHQ. Por último, el operador francés desarrolla, en colaboración con
la DGSE, una investigación en criptografía.
Más información