16 de mayo de 2020

CORONAVIRUS. Prometedor estudio apunta a que casi todos los curados desarrollan inmunidad

Estudio recogido por "The New York Times", confirma que prácticamente la totalidad de los enfermos generan anticuerpos, aunque se desconozca aún por cuánto tiempo. 
Un nuevo estudio ofrece un rayo de esperanza en la sombría lucha contra el coronavirus: casi todas las personas que han tenido la enfermedad, independientemente de su edad, sexo o gravedad de la enfermedad, han desarrollado anticuerpos proporcionando potencialmente inmunidad a la reinfección. Así lo dice un estudio de la prestigiosa Escuela de Medicina del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, pendiente aún de una última revisión por la comunidad científica, que evaluó a 1.434 contagiados.
De confirmarse esta conclusión, permitiría a las personas que han pasado la enfermedad hacer un vida normal sin miedo a un nuevo contagio.
El estudio, que publicado de forma preliminar en MedRxiv, investigó a 1.434 candidatos que habían pasado la enfermedad o creían que la habían pasado. "Personas con infección confirmada o sospechada de SARS-CoV-2 se examinaron mediante PCR para detectar la presencia del genoma viral y mediante un ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas para detectar la presencia de anticuerpos contra el pico de SARS-CoV-2", explica el estudio.
El 98% generó anticuerpos
La muestra del estudio sobre inmunidad recoge a 624 personas que habían superado el coronavirus. En el momento en el que se realizaron las primeras pruebas, se obtuvieron resultados inquietantes. Solo se detectó un nivel alto de inmunidad en 511 de ellos. Un segundo grupo de 42 personas parecía tener algunos anticuerpos, pero su nivel inmunitario parecía bastante bajo. Y, lo más preocupante, 72 personas no tenían ni rastro de anticuerpos.
Una de las particularidades del grupo de muestra escogido es que se trataba de personas que no tenían un cuadro particularmente grave de Covid-19. Tan solo un 3% de ellos había tenido que ser ingresado en el hospital.
Lo interesante del estudio es que esa prueba de anticuerpos se repitió y, finalmente, los anticuerpos de tipo memoria (esos que se activarían en un segundo contacto con el virus) sí que aparecieron en ese grupo de 72 personas. Concretamente, solo hubo tres sujetos que no desarrollaron esta inmunidad.
Los datos obtenidos con el primer grupo, el de los confirmados con el virus, significan que el 98% generó anticuerpos, si bien aún se desconoce por cuanto tiempo. En todo caso, "la positividad de la PCR se detectó hasta 28 días después de la resolución de los síntomas".
Los científicos del Monte Sinaí han llegado así a la conclusión de que "la gran mayoría de los pacientes confirmados con COVID-19 seroconvierten, potencialmente proporcionando inmunidad a la reinfección".
Tener anticuerpos no es lo mismo que tener inmunidad al virus. Pero en investigaciones anteriores, el equipo del doctor Florian Krammer, virólogo de la Escuela de Medicina del Hospital Monte Sinaí, ha demostrado que los niveles de anticuerpos están estrechamente relacionados con la capacidad de desarmar el virus, la clave de la inmunidad.
Uno de los puntos más importantes de la investigación del Monte Sinaí —la que más pacientes analizó, hasta ahora, sobre la cuestión de los anticuerpos— es que mostró que no sólo aquellos que estuvieron gravemente enfermos crearon anticuerpos: todos lo hicieron, también los que sólo tuvieron los síntomas de un resfrío. Del mismo modo, otros factores como la edad o el sexo no afectaron la producción de anticuerpos: básicamente cualquiera que se infectó con SARS-CoV-2 los desarrolló.
Los científicos —bajo la dirección de Ania Wajnberg— trabajaron sobre un grupo de donantes de plasma convaleciente. Sólo el 3% de ellos había necesitado ir a una sala de emergencias o ser hospitalizado. Los demás sólo tuvieron síntomas moderados. “Hasta donde yo sé, este es el grupo más grande de gente que describió una enfermedad suave”, dijo Wajnberg a The New York Times.
En detalle, el equipo estudió muestras de 624 personas que habían dado positivo en una prueba de COVID-19 y se habían recuperado. Al comienzo solo 511 de ellos tenía altos niveles de anticuerpos, 42 tenían bajos y 71 no tenían. Pero cuando 64 de los donantes que habían tenido niveles bajos o ausentes se sometieron a un segundo análisis, todos excepto tres mostraron anticuerpos.
Pruebas rápidas y masivas, la clave para volver a la normalidad
Eso significa que muchos de los resultados negativos que actualmente se ven pueden ser consecuencia del momento en que se los hace: “Si bien no buscábamos esto, encontramos lo suficiente como para decir que 14 días es probablemente demasiado pronto”, dijo Wajnberg. “Actualmente le estamos diciendo a la gente que (el momento óptimo para el test de anticuerpos) es al menos tres semanas después de la aparición de los síntomas”.
Otro descubrimiento lateral pero valioso del estudio fue que los tests que buscan directamente el coronavirus, cuya imagen más común es el hisopado, pueden dar positivo aun cuando un paciente parece curado, hasta 28 días después del comienzo de la infección. Eso explicaría por qué una persona, aun cuando dio negativo en la prueba, podría volver a dar positivo sin que eso signifique que contrajo una segunda infección.
Ya el Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades de Corea del Sur había argumentado que los 292 casos de esa índole que habían tenido en el país se debían a componentes muertos del virus que permanecieron en las células de los pacientes.
Oh Myoung-don, titular del comité que postuló esa hipótesis, dijo a la agencia de noticias oficial, Yonhap, según Newsweek: “Los fragmentos de ARN (el material genético de los virus) pueden existir en una célula aun cuando el virus esté inactivo”. Además, por el modo en que el SARS-CoV-2 interactúa con el ADN humano, no tiene capacidad para “crear infecciones crónicas”, subrayó.
No es novedoso: algo similar sucede con el virus del sarampión, que se puede detectar seis meses después de la enfermedad, dijo Florian Krammer, virólogo de la Escuela de Medicina del Hospital Monte Sinaí, al Times; los del ébola y el zika permanecen aún más tiempo en el cuerpo.
El trabajo de Monte Sinaí confirmó que un alto porcentaje de las personas que mostró anticuerpos nunca había sido diagnosticada con el coronavirus. Es decir que el COVID-19 se expande también entre los asintomáticos. En algunos lugares de mucha densidad de población, como la ciudad de Nueva York, eso implicó una tasa de infección del 20%, según las autoridades estatales.
No obstante, advirtió Wajnberg, “la gente no debería suponer que si tuvo fiebre en enero tuvo COVID y ahora es inmune”: entre la muestra de personas que no habían sido sometidas a una prueba, el 62% no tenía anticuerpos, y sus síntomas se debieron a otras enfermedades del tracto respiratorio. Así que si no tiene la certeza de que tuvo la enfermedad, salir creyéndose inmune podría hacer que contraiga la enfermedad. Es en este punto, dicen los médicos, donde se vuelve relevante el uso de test masivos para volver a la nueva normalidad.
Fuente: elUniverso.com 

OTRA DE BULOS. ¿Qué los comités científicos y técnicos que asesoran al Gobierno no son públicos?

Los nombres de los expertos científicos y técnicos que asesoran al Gobierno de España en relación con la pandemia de covid-19 y el plan de desescalada son públicos. 
   Los funcionarios que trabajan para el CCAES y para la Dirección de Salud Pública ya estaban allí antes de la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa y seguirán en su puesto cuando cambie el Gobierno, subrayan fuentes de Sanidad
El bulo de que el Ejecutivo no quiere hacer pública la composición de estos comités circula desde hace varios días alentado por la derecha política y mediática, que trata de hacer ver que Sanidad no cumple su deber de transparencia y tiene algo que ocultar.
El Gobierno asegura que creó sólo dos comités de expertos con ocasión de la crisis sanitaria. El primero es el Comité Científico del covid-19, con el que se reúne el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, todas las semanas, y cuyos nombres fueron hechos públicos el 21 de marzo, hace siete semanas.
La composición del Comité Científico se conoce desde hace siete semanas y la identidad de quince de los expertos del grupo de trabajo para la desescalada se publicó el 28 de abril
Son médicos especialistas en salud pública, epidemiología, farmacia y virología de reconocido prestigio: Antoni Trilla García, Hermelinda Vanaclocha Luna, María Teresa Moreno-Casbas, Agustín Portela Moreira, Inmaculada Casas Flecha y Miguel Hernán.
El segundo grupo de trabajo creado por el Gobierno para redactar del Plan para la Transición hacia una Nueva Normalidad, o plan de desescalada, que el Consejo de Ministros aprobó el pasado 28 de abril, está compuesto por una veintena de especialistas epidemiología, salud pública, nuevas tecnologías, filosofía, desigualdad, inteligencia artificial, economía y relaciones internacionales. Y también ha contado con el trabajo de diferentes altos cargos de la Administración.
La composición de la mayor parte de este grupo tampoco es un secreto. De hecho fue divulgada por la Agencia Efe, citando como fuente a la Vicepresidencia de Transición Ecológica y Reto Demográfico previa autorización de los afectados. Incluye nombres como los de Ana María García, catedrática de Salud Pública, Antoni Plasencia, director del Instituto de Salud Global de Barcelona, Raquel Yotti, directora del Instituto de Salud Carlos III, Manuel Cuenca, director del Centro Nacional de Microbiología, Miguel Hernán, profesor de Bioestadística y Epidemiología, Carlos Cuerpo, director de Análisis Macroeconómico del Ministerio dd Economía, Borja Barragué, profesor de Filosofía del Derecho, José Fernández Albertos, investigador de Políticas y Bienes Públicos del CSIC, Miguel Otero, economista del Real Instituto Elcano, Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalición e Inteligencia Artificial, Manuel Muñiz, secretario de Estado de España Global, Bruno Sánchez, doctor en Astrofísica, Ángel Alonso, embajador de la Misión Especial para la Ciudadanía España Global, Diego Rubio, director de la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia de País a Largo Plazo, y del diplomático y director del Gabinete del Secretario de Estado para la Unión Europea Diego Martínez Belio.
Al margen de ambos comités están los expertos que trabajan para el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) y para la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, que son los que se encargan de la gestión en el día a día. Su labor incluye, según fuentes del departamento de Salvador Illa, la realización de informes técnicos que sirven de base, posteriormente, para las resoluciones del ministerio sobre la progresión, o no, a alguna de las fases previstas en el plan de desescalada.
Empleados públicos
El CCAES, subrayan las fuentes citadas, no es un “comité de expertos creado para realizar una labor de asesoramiento en este episodio concreto de la pandemia por coronavirus”. Se trata de empleados públicos, algunos “con larga trayectoria en este departamento, que han trabajado en la respuesta a esta y a otras epidemias anteriores”, incluidas las habituales gripes de cada año. Son profesionales y técnicos “que llevan tiempo desarrollando su labor en el área de Salud Pública”, como los que trabajan para las áreas de salud pública de cada comunidad autónoma y elaboran los informes que dan pie a las propuestas que las consejerías de salud transmiten al Ministerio de Sanidad.
Son precisamente los técnicos de salud pública del ministerio quienes “analizan los datos y realizan los informes” que después sirven de base para que Illa tome las decisiones. “Si hay alguna disparidad”, remarcan, “corresponde al ministro la última palabra”.
Tanto los técnicos de los servicios de salud de las consejerías como los del ministerio “no son políticos. Estaban en la época de gobiernos anteriores y seguirán en las siguientes”, subrayan las fuentes citadas.
La referencia de la Ley de Salud Pública a la publicación de los nombres de las personas que formen parte de órganos externos no afecta a los funcionarios internos. La norma dice que “será pública la composición de los comités o grupos que evalúen acciones o realicen recomendaciones de salud pública”, pero no se refiere a los funcionarios y empleados públicos sino a “las organizaciones científicas y profesionales y a las personas expertas con quienes colaboren en las actuaciones de salud pública, incluidas las de formación e investigación, así como a las personas y organizaciones que reciban subvenciones o con las que celebren contratos, convenios, conciertos o cualquier clase de acuerdo”.
El malestar del Ministerio de Sanidad ante la insistencia de algunos partidos y medios en que se divulgue la identidad de estos funcionarios del CCAES y de la dirección general de Salud es palpable. 
   “Esto empieza a parecerse a la campaña de acoso que se inició en Andalucía contra los empleados públicos de la Junta que se ocupaban de los asuntos de violencia de género”, recuerdan.
Fuente: Infolibre.es

PANDEMIA. Descienden los decesos en España hasta 102 en las últimas 24 horas

El número de muertos diarios con coronavirus descendió este sábado hasta los 102, la cifra más baja desde el 16 de marzo.
En total son 27.563 los fallecidos y más de 230.000 los contagiados, y 146.446 curados. Pedro Sánchez ha anunciado que pedirá al Congreso la quinta y última prórroga del estado de alarma, esta vez de un mes de duración. Toda España entrará el lunes en Fase 1 de la desescalada, salvo la Comunidad de Madrid, Barcelona y algunas zonas de Castilla y León, que seguirán en Fase 0 con algunos alivios. Las islas canarias de El Hierro, la Gomera y la Graciosa, y Formentera, en Baleares, pasan directamente a la Fase 2 y son los territorios más avanzados de toda España.
El mapa mundial del coronavirus: más de 4,5 millones de casos y más de 308.000 muertos en todo el mundo
EUROPA
España (230.698 casos, 27.563 muertes). El primer fallecimiento en España tuvo lugar en la Comunidad Valenciana el 13 de febrero y fue descubierto en la autopsia posterior. Una a una se han ido registrando contagios en todas las comunidades españolas, y también en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. El Gobierno pretende mantener el estado de alarma que decretó el 15 de marzo hasta al menos el 9 de mayo, pero iniciará el 4 de mayo el plan de desconfinamiento gradual y asimétrico por territorios, que durará entre seis y ocho semanas y será por fases. Los niños pueden salir a la calle bajo ciertas condiciones desde el 26 de abril, se pretende permitir salidas indviduales para pasear y hacer deporte a partir desde el 2 de mayo.
Italia (223.885 casos, 31.610 muertes). Fue el foco del brote en Europa cuando empezó a detectar casos en la última semana de febrero y es el segundo país del mundo con más víctimas mortales con coronavirus. El Gobierno italiano paralizó toda actividad, a excepción de la esencial, durante dos meses y ha prohibido entrar y salir del país. El Ejecutivo de Giuseppe Conte ha anunciado el inicio del desconfinamiento gradual a partir del 4 de mayo, cuando retomarán la actividad las empresas y se permitirán visitas familiares y funerales de hasta 15 personas. Dos semanas después, podrán abrir pequeños comercios; y la restauración hará lo propio a partir de junio, pero solo para comida para llevar.
Francia ya es el tercer país de Europa con más muertos con coronavirus, al registrar 27.529 fallecidos con más de 141.000 casos. En confinamiento desde el 17 de marzo, el 11 de mayo ha empezado a levantar las restricciones, pero mantendrá la emergencia sanitaria hasta el 10 de julio. Todos los comercios abrirán, a excepción de la hostelería, el uso de mascarilla será obligatorio en el transporte público y las playas solo abrirán con el visto bueno de los respectivos gobiernos locales y regionales.
Alemania ha superado los 7.800 muertos con más de 175.000 positivos de Covid-19. El ministro de Sanidad ha asegurado que el país, que declaró el estado de emergencia a mediados de marzo, tiene "bajo control" el brote del coronavirus. El 20 de abril, el Gobierno abrió grandes comercios, talleres, librerías y peluquerías, bajo medidas de higiene y el 6 de mayo alivió algunas medidas de restricción, pero mantiene el distanciamiento social.
El Reino Unido se ha convertido en el país de Europa con mayor número de fallecidos y el segundo del mundo, tras Estados Unidos. Mientras los países vecinos decretaban el confinamiento, el país quiso apostar por una estrategia diferente basada en la inmunidad de grupo y no decretó el confinamiento hasta el 23 de marzo. El 30 de abril, el primer ministro Boris Johnson dio por superado el pico de contagios y el 10 de mayo anunció el plan de desescalada en tres fases que se prolongará hasta julio. Actualmente, el país acumula más de 34.000 muertes confirmadas y más de 238.000 contagiados, entre ellos el príncipe Carlos, que superó la enfermedad, y el propio Johnson, que estuvo ingresado en una unidad de cuidados intensivos. Los expertos advierten de que podría ser el país europeo más afectado por la pandemia. De hecho, una investigación del diario Financial Times ha llegado a elevar la cifra de decesos por encima de los 41.000.
La OMS constata situaciones dispares en Europa, porque mientras se ha estabilizado en la mitad occidental, la pandemia aún crece en los países del este, como Rusia, Turquía y Ucrania.
Rusia ha dado cuenta de más de 272.000 contagiados y más de 2.500 muertes, y su presidente, Vladimir Putin, que el 28 de marzo decretó nueve días de vacaciones obligadas en el país, dio vía libre a su gobierno para declarar el estado de emergencia por la pandemia. El alcalde de Moscú ha prolongado el confinamiento hasta el 31 de mayo de sus doce millones de habitantes, ciudad en la que se concentra el mayor número de afectados por esta enfermedad, si bien pretende reanudar a partir del día 12 las obras y la actividad industrial, con estrictas medidas de seguridad y obligará al uso de mascarillas en lugares cerrados.
En Turquía, donde los casos superan ya los 146.000 y las muertes superan las 4.000, el Gobierno pretende entrar a partir del 11 de mayo en una fase de recuperación gradual que califica de "vida social controlada", caracterizada por la distancia social y el uso de mascarillas en el espacio público. Se plantea también que los mayores de 65 años puedan volver a salir y abrir centros comerciales, peluquerías y otros negocios, pero todavía no la hostelería.
En el resto de Europa, la expansión de la pandemia es relativamente elevada en Bélgica, que prevé una reapertura progresiva de comercios y escuelas a mediados de mayo; o en Países Bajos que reabrirá los colegios pero ha prohibido los eventos multitudinarios hasta septiembre. Suiza, Portugal (en estado de calamidad, si bien prevé una flexibilización progresiva de las restricciones impuestas por el coronavirus), Irlanda y Suecia también acumulan miles de casos positivos.
Por su parte, la República Checa ha acelerado el levantamiento de las restricciones de movimiento al considerar que la epidemia está bajo control por la reducción de los contagios, y desde el 24 de abril permite salir a la calle y viajar al extranjero. Austria levantó el confinamiento el 1 de mayo, y sus locales de gastronomía y hostelería podrán reabrir a partir del día 15 y 29 del mismo mes, dictando una distancia mínima de un metro entre las personas y llevar cubierta nariz y boca en comercios y transporte público.
AMÉRICA
Estados Unidos es el país más afectado del mundo y el único en el que se ha superado los 1,4 millones de contagios, con más de 87.000 muertes. La Administración Trump ha implantado diversas medidas para frenar el virus: suspendió los vuelos procedentes de Europa durante un mes, declaró la emergencia nacional para combatir el virus, en abril suspendió la emisión temporal de persmisos de residencia durante al menos 60 días. El país se convirtió el 10 de abril en el primer país del mundo en registrar un aumento de más de 2.000 muertes por coronavirus en un solo día. Apenas dos semanas después, las manifestaciones se sucedieron por varios estados en contra del confinamiento.
En Canadá, casi la mitad de todos los casos del país norteamericano están ligados a residencias de ancianos, y ese mismo es el caso de Quebec, la provincia más afectada por la pandemia. Las autoridades médicas han obligado a recurrir a militares para intentar contener la situación en residencias de Quebec y Ontario. Canadá mantendrá cerrada la frontera con EE.UU. para todo tránsito que no se considere esencial por lo menos hasta el 20 de mayo para ayudar a contener la pandemia.
La Covid-19 también se ha propagado por América Latina. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reportó que "ha habido un aumento preocupante" de la pandemia en América Latina. El país más extenso del subcontinente, Brasil, es también el más afectado. Su presidente, Jair Bolsonaro, ha optado por minimizar los efectos de la pandemia y animar a la gente a seguir trabajando, en contra del criterio y el discurso de sus colaboradores, como el ministro de Sanidad, médico y militar de gran prestigio en el país por su labor en la crisis, que fue destituido. En un clima de crispación política, la expansión de la pandemia no ha llegado a su pico, mientras Bolsonaro presiona a los gobernadores y alcaldes y se alinea con empresarios y otros ministros para abogar por el retorno de la actividad económica.
En el resto de Latinoamérica, destaca por su número de contagios Perú, que sigue viendo crecer las cifras hasta acercarle al límite de sus recursos. Con el sistema sanitario desbordado en algunas regiones, al país se le ha abierto un nuevo frente al registrar un gran foco de infecciones en sus hacinadas prisiones, lo que ha provocado una oleada de violentos motines para pedir medicinas y libertad.
La Covid-19 también es una amenaza en Chile, que no ha decretado confinamiento obligatorio a nivel nacional, sino un modelo de "cuarentenas selectivas o estratégicas" con restricciones semanales que revisan según evolucionen los contagios, y que han obligado a volver al confinamiento de una docena de comunas de la capital ; Ecuador -en ciudades como Guayaquil se acumulan por centenares los muertos en las viviendas-; México, donde el Gobierno ha declarado la emergencia sanitaria y prolongará hasta el 30 de mayo las medidas de distanciamiento social, Colombia y Argentina, esta última en situación de aislamiento social obligatorio desde el 20 de marzo.
ASIA
China, el país epicentro del brote, especialmente en la provincia de Hubei y la ciudad de Wuhan, ya no es el primero del mundo ni en contagiados ni en fallecimientos, aunque tras más de un mes en la 'meseta' de la curva de la evolución de la enfermedad, las autoridades llegaron a duplicar la cifra oficial de fallecidos en Wuhan. De hecho, ya ha comenzado a detectar más casos importados que de contagio local, lo que ha llevado a las autoridades a prohibir la entrada de extranjeros, a excepción de personal diplomático.
Irán es el país con mayor número de víctimas mortales en Asia después de China y el único que ha superado los 110.000 casos positivos. La mayoría de los casos se concentran en la provincia de Teherán, pero también hay en Markazí y el norte del país. Irán está teniendo problemas para importar medicamentos y equipos sanitarios y de higiene debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos en 2018 tras retirarse del acuerdo nuclear multilateral, pero ha recibido donaciones de varios países y organizaciones internacionales y quiere obtener un préstamo del Fondo Monetario Internacional.
En Corea del Sur, la enfermedad tuvo gran incidencia inicial en febrero, pero logró contener la propagación a mediados de marzo y ahora es un ejemplo mundial de actuación temprana ante una crisis que abordó con una estrategia basada en la eficiencia tecnológica para vigilar el virus.
Japón detectó los primeros casos en el crucero Diamond Princess. El país se vio obligado a aplazar a 2021 los Juegos Olímpicos que iba a acoger Tokio este verano, aunque hay expertos que advierten de que ese plazo de un año no sea suficiente si antes no se obtiene una vacuna contra la Covid-19. 
India, el segundo país más poblado del mundo, está sometido a un confinamiento desde el 25 de marzo, con el objetivo de controlar una expansión del virus que sería difícilmente asumib por sus sistema sanitario.
En la mitad oriental de Asia, destaca también la expansión de la enfermedad en Pakistán, Filipinas (el primer país en registrar una muerte con Covid-19 fuera de China en febrero), Indonesia, Singapur y Malasia.
La enfermedad tiene una concentración más dispar en el resto del continente. En Asia occidental, sobresale Israel, uno de los primeros países en prohibir la entrada a viajeros de España y que prevé reabrir los negocios y las escuelas en los próximos días. En esta región, son relevantes las medidas tomadas por Arabia Saudí, que ha prohibido la entrada a la Meca de peregrinos y ha cancelado el rezo diario en las mezquitas.
ÁFRICA
En África, el último continente en el que la Covid-19 ha penetrado, apenas quedan rincones donde la pandemia no se haya hecho presente desde que Egipto reportó el primer caso del coronavirus SARS-CoV-2, aunque el registro de casos aún no se ha disparado como en otras áreas del mundo. Este continente de 1.200 millones de habitantes no es por el momento de los más afectados por el coronavirus, pero la OMS ya ha advertido de la "preocupante tendencia al alza" en esta zona y un reciente estudio estima que si la pandemia no se controla, podrían morir hasta 190.000 personas en el continente y hasta 44 millones podrían contagiarse.
Otras estimaciones, de la Comisión Económica de Naciones Unidas para África (UNECA), apuntan que "más de 300.000 africanos" podrían morir por la Covid-19 en un continente donde el 56 % de la población urbana se concentra en barrios marginales o viviendas informales y sólo el 34 % de los hogares tiene acceso a instalaciones básicas para lavarse las manos. Además, la crisis alimentaria en uno de los continentes más afectados por la pobreza podría llegar a duplicarse, según han advertido la FAO y el Programa Mundial de Alimentos.
A la cabeza de los contagios están Sudáfrica, Egipto, Marruecos, Argelia, Nigeria, Ghana y Camerún.
Ante las dimensiones que la pandemia puede tener en los países más pobres del planeta, la OMS admitió que el distanciamiento físico en esos lugares es "casi imposible" y pidió cautela a la hora de decretar confinamientos porque "millones de personas en el mundo deben trabajar cada día para poder poner un plato en la mesa y no pueden estar en casa un largo periodo de tiempo sin asistencia".
OCEANÍA
Australia, que ha registrado poco más de 7.000 contagios y menos de un centenar de muertes, ha empezado ya a levantar el confinamiento: si desde marzo ya funcionaban las escuelas y las guarderías, en abril se han reabierto algunas playas. Pese a todo, muchos negocios están cerrados o sus actividades restringidas, tampoco se permiten las reuniones de más de dos personas, con excepciones, y se recomienda a la población permanecer en casa a menos que se haga deporte, se acuda a una cita médica o se haga la compra.
Nueva Zelanda, que también ha logrado aplanar la curva y registra menos de 1.500 y solo 21 muertes, permite desde el 28 de abril la reanudación controlada de un 75% de actividades económicas y comerciales, además de reabrir las escuelas el 29 para los escolares que no pueden realizar sus estudios a distancia, aunque todavía siguen vigentes las restricciones a las actividades sociales y las medidas de distanciamiento físico.
Los mandatarios de ambos países estudian la posibilidad de reanudar los viajes entre sus territorios tras los avances en la lucha contra la Covid-19, aunque aún no tienen una fecha prevista a corto plazo.
Tabla de datos
La tabla siguiente, además de mostrar los datos del coronavirus en España por Autonomías, presentan unos cálculos estadísticos, basados en la letalidad del SARS-COV-2, referidos a una letalidad media para la población en general del 1,1% (procedente del estudio seroprevalencia del Ministerio de Sanidad), que identifican los probables casos por coronavirus que han superado el coronavirus y posiblemente hayan generado anticuerpos.
Además, añado una última fila con nuevo cálculo sumando al total de decesos en España, los 9.300 ancianos fallecidos, residentes en Geriátricos con síntomas COVID-19 sin confirmar.
Evidentemente los datos indicados no están validados por la comunidad científica, por lo que deben tomarse con la debida prudencia.
(*) Datos confirmados a las 21,00 horas del día anterior (Ministerio Sanidad)
Fuente: rtve.es