Pregunta: Arrójame un poco de luz, Paris. ¿Qué ha pasado para que haya este tufo a guerra en Europa?
Respuesta: Hemos llegado hasta aquí
porque estamos en la última fase de un proceso de enfrentamiento entre bloques
que comienza en los 90. Por un lado, están los restos del naufragio de la Unión
Soviética y, por otro, el bloque occidental, liderado por EEUU, que aprovecha
la caída de la URSS para ampliarse hacia el este de Europa. En 1999, la OTAN
capta a polacos, húngaros y checos. En 2004 rumanos, búlgaros, eslovacos,
eslovenos y a las tres repúblicas bálticas. En 2009, Albania y Croacia. En
2017, Montenegro. Y en 2020, Macedonia del Norte. El problema es que, pese a la
desaparición de la Unión Soviética, Rusia sigue siendo una potencia regional y
un país fuerte que se siente amenazado porque una alianza que se gestó contra
su país avance cada vez más en rededor de sus fronteras nacionales. Esto no se
trata de Rusia contra Ucrania ni de EEUU contra Rusia. Es una lucha de bloques.
Y EEUU lidera un bloque atlántico en el cual varias naciones de Europa han
decidido renunciar a su seguridad y autonomía estratégica. Y tampoco Rusia está
sola, ya que lidera el bloque del Tratado de Seguridad Colectiva.
P: ¿Qué posición defiende Rusia?
R: Rusia quiere asegurarse que no
queda rodeada por un cinturón de guerra e inestabilidad, objetivo de la
geopolítica angloamericana desde el siglo XIX. Además, tras los protocolos de
Minsk, la misión de paz en Kazajistán y el armisticio entre Armenia y
Azerbaiyán, se ha erigido como una fuerza de paz en la región.
En 2014 se dio en Ucrania una
situación como mínimo tolerada y seguramente incentivada por Occidente, en la
cual se llegó a quemar viva a gente de la minoría rusa. Por ello, Putin
intervino para recuperar un territorio que hasta pocas décadas antes era suyo,
Crimea. Una zona geoestratégica muy importante como salida al Mar Negro. Bajo
el argumento de la paz, Rusia pide a la OTAN que cese su interés de ampliación
en los países limítrofes. Una ampliación que, por cierto, la OTAN ha prometido
a Ucrania y a Georgia y con la que ha tanteado a Finlandia y Suecia. Eso puede
implicar la instalación de cabezas nucleares a menos de 5 minutos de Moscú,
algo que entronca con las razones que tienen EEUU y la OTAN en esto.
P: ¿Que son cuáles?
R: Que esta instalación de armamento
americano es una garantía de paz para Europa. Lo llaman escudo antimisiles y lo
colocaron, teóricamente, para Irán y Corea del Norte, pero en realidad está
dirigido contra Rusia. También pretenden castigar un supuesto intervencionismo
ruso que, según Occidente, trataría de reconstruir las esferas de influencia de
la Unión Soviética. Consideran que Rusia está tratando de renacer como imperio.
Sin embargo, quien lo está haciendo es EEUU. La política Biden es que "América
ha vuelto" y volverá a liderar la política internacional y a reforzar los
vínculos entre los países europeos y la jefatura americana. Se supone que la
OTAN pretende darnos un escudo, pero realmente el escudo somos nosotros. Al
instalar misiles están convirtiendo a Europa en la lanzadera a Rusia y también
en el lugar que recibiría la consecuente represalia y dónde se libraría la
guerra. También las sanciones a Rusia que impone EEUU son realmente un castigo
a Europa. Rusia puede colocar sus exportaciones en países como China, mientras
que las empresas europeas dejarían de recibir materiales necesarios sin
posibilidad de alternativa. De esta manera, Europa perdería en favor de los
intereses exteriores de EEUU.
Pregunta: ¿Quién tiene más
posibilidades de salir victorioso?
Respuesta: Por el lado ruso lo
importante es no perder. Desde la época de Yeltsin ha sido un país
desmantelado, expoliado, fragmentado y vendido al mejor postor. Y ahora intenta
revertir todo este proceso de desintegración e impedir que la guerra llegue a
sus fronteras. Por el lado de EEUU la situación es de derrota después de varios
fracasos en los últimos años, como el abandono de Afganistán. De esta manera se
ven atrapados en la imposibilidad de proyectar más debilidad y más concesiones
en un escenario en el que deben aparentar fortaleza ante China. El problema de
la OTAN es que ha perdido su relevancia desde que el centro de operaciones
prioritario de EEUU es el Pacífico, donde el frente abierto contra China le da
el protagonismo al AUKUS (británicos, australianos). Esta, de hecho, será la
“OTAN” del siglo XXI.
En Europa, el único pretexto que
legitima a la OTAN es la supuesta amenaza rusa. Y si los europeos vieran que no
se puede cercar a Rusia o que esa amenaza no es real, EEUU perdería su poder
sobre Europa. Algo catastrófico para la forma-imperio que buscan. Ya dijo
Kissinger que, si perdían Europa, EEUU quedaría aislada del mundo entero.
P: ¿Consideras a Rusia una amenaza
real para Europa?
R: Rusia sería una amenaza si
pretendiese absorber a Europa del Este y volviera a colocar la bandera en
Berlín. Pero Rusia no es hoy el imperialismo soviético, sino una nación
luchando por su seguridad. Quiere pactar límites con la OTAN, retirar armamento
pesado y firmar acuerdos de desnuclearización. Rusia apuesta por que los países
limítrofes asuman una posición de neutralidad. Esa es la posición más racional.
Rusia no busca que seamos pro-rusos. Quiere que, al menos, las naciones de su
alrededor no sean hostiles.
P: Mientras tanto España, humillada.
R: España es de las grandes perdedoras
en este conflicto. La situación reciente es que nuestro país ha sido incapaz de
recibir de la OTAN garantías de protección frente a la amenaza marroquí en
Ceuta y Melilla, dos territorios desprotegidos por la "Alianza". Al
mismo tiempo, Pedro Sánchez, en su intento frustrado de sacarse una foto con
Biden y aparentar ser un aliado fuerte, utiliza a nuestros militares como carta
de negociación en su campaña de marketing personal. Al hacer esto, Sánchez
piensa que España da una imagen de fortaleza. En realidad muestra la máxima
posición de debilidad. Cuando no consigues garantías de protección, darlo todo
sin pedir nada a cambio es una posición de lacayo perruno. Servir más que nadie
y ser el que menos recibe. Con eso consigues que EEUU te ningunee. ¿Y cuál es
la consecuencia? Que Marruecos deje de reconocer los límites fronterizos de
Ceuta y Melilla y sustituyan la palabra “frontera” por “puerta” en las señales,
como ha pasado esta semana. Esta torpe geopolítica lleva a rebajar el prestigio
internacional de España inmediatamente.
P: ¿Por qué esa marginación de España?
La derecha española refleja y culpa a la teórica radicalización izquierdista
del Gobierno español.
R: Yo creo que no. La geopolítica va
más allá de los colores ideológicos. Alemania tiene un nuevo gobierno con
ecologistas y socialistas, críticos con la relación OTAN-Rusia y siguen
contando con ellos en estas negociaciones. Alemania es un país geopolíticamente
poderoso, mientras que España ha sido tradicionalmente ninguneado, recurriendo
a posiciones vergonzosas para ganarse un poco de atención americana. Véase
Aznar en las Azores o Zapatero mendigando para subirse al carro del efecto
Obama. Tenga el color que tenga el Gobierno, tenemos una posición subalterna.
P: ¿Qué tipo de política exterior está
llevando a cabo Biden? ¿Crees que, si siguiera mandando la administración
Trump, estaríamos hablando de una situación similar?
R: La geopolítica siempre pone de
manifiesto las corrientes profundas de los estados, más allá de los discursos
ideológicos y las diferencias de partido. El America First de Trump se ha
reconvertido con Biden en la America is back. No es el mismo discurso, pero es
semejante. Otra de las obsesiones de Trump era contener a China y esto sigue
intacto con Biden. Otra tendencia que continúa es la amistad de EEUU con
Marruecos y cómo Trump le concedió la soberanía del Sáhara. Biden sigue sin
tenernos en consideración en ese escenario. Sin embargo, a pesar de las
continuidades geopolíticas, hay una diferencia en el belicismo, en el grado de
belicismo: con Trump se logró un periodo sin aperturas de nuevas guerras, que
es más de lo que se puede decir del ala de los 'halcones' del Partido
Demócratas (los Clinton y Obama).
P: ¿Ves opciones de que esto
desemboque en un conflicto militar real?
R: Todo es posible en un escenario de
tanta inestabilidad. Pero la predicción con más sentido es que Rusia no tiene
ningún interés en invadir Ucrania. Como mucho, conducirá operaciones en defensa
de las minorías rusas. Y, lo que es más trágico, la OTAN no tiene ningún
interés en defender Ucrania. Es un país al que lleva dando largas desde 2008 y
por el cual Estados Unidos no va a meterse en una guerra que le distraiga del
frente chino. Como mucho, meterá en ella a los europeos.
P: ¿Qué futuro prevés?
R: El único futuro posible es dejar de
lado la histeria y que Europa desarrolle su autonomía estratégica. Que adopte
una posición con soberanía para dictar sus propios intereses y establecer la
neutralidad ante los conflictos a los que EEUU nos quiere arrastrar. Europa
debe abandonar las trampas ideológicas y aprender a pensar geopolíticamente.
Fuente: El Plural.com