El fútbol y la política a mi modo de ver, tienen en común en cuanto al tema de la corrupción que los dos van a la par y que respecto los enfrentamientos, cada disputa es una batalla donde los contendientes tienen que dominar técnica, táctica y estrategia. Y mal harían quien no lo considerase así (caso de España que recientemente ha quedado eliminada del mundial de fútbol, aunque bien podría quedar en terreno de la anécdota). Y en cuanto a la diferencias, en el libro “el arte de la guerra” de Sun Tzu, aparecen referenciadas estas técnicas entre los que llaman enemigos, que en el deporte quedarían calificados como contrincantes.
Y visto todo ello en perspectiva, supera la frontera de la anécdota, para crear un caldo
de cultivo favorable a extender el odio en la sociedad española, donde claramente se distingue entre ciudadanos de primera categoría y el resto, donde se consideran a las clases pudientes como las únicas dignas de ser respetadas, ya que serán los que podrán pagarse los servicios públicos privatizados que están por venir, puesto que en mi humilde opinión, no se odia a los diferentes, sino al diferente
pobre, es decir se odia a los más desfavorecidos, por concretar más. Pero eso sí, a misa los domingos van todos ellos.
La conclusión en el futbol es bien sencilla, pues queda delimitado al terreno de juego y acaba cuando uno de los competidores pierde el partido o la eliminatoria, caso este año, entre otros, de España, Alemania y Uruguay, aunque en otras ocasiones salieron campeones mundiales de fútbol. Eso es la grandeza del fútbol, que cualquiera puede ganar.
Sin embargo en política la solución no es tan sencilla, dado que los populismos
que utilizan PP y Vox, les hace perdurar embaucando a la población, haciéndoles creer que lo bueno es
malo y viceversa. Como ejemplo tenemos los gobiernos autonómicos de Castilla y León, Madrid, y Andalucía, que después de gobernar junto a Vox, con las correspondientes políticas de extrema derecha asociadas (homofobia, racismo y machismo) no solo prevalecen, sino que en ocasiones alcanzan mayorías absolutas. Y entonces me
pregunto.
¿Los españoles aspiran a ser gobernados por los hijos políticos de
Franco?
La respuesta evidentemente es que no. Por lo menos eso espero.
¿Entonces por qué alcanzan mayorías absolutas la derecha junto a la
extrema derecha?
Llegado a este punto, en síntesis podría decirse, que en la sociedad actual las nuevas generaciones, por un lado no están interesados en conocer o recordar la historia de España, y por otro, cada vez más se informan únicamente por redes sociales; y que éstas, por un puñado de monedas de plata, son fácilmente maleables, lo cual, permite traicionar e influenciar al electorado a partes iguales.
¿Pero alguna solución habrá?
Como antes decía, no es tan fácil, veamos como ejemplo la red social Twitter, que como obsequio de Navidad se ha regalado Elon Musk por unos módicos 40.000 millones de dólares (es el mercado estúpido) y seguidamente ha amnistiado a los que difunden odio por la red, reactivando sus cuentas. En algunos casos, como el expresidente Donald Trump, que agradecido por el detalle, se ha despachado diciendo que debería abolirse la Constitución Americana.
Por cierto, no descarto que a este lado del charco ocurra lo mismo (por ese camino transitan países de la UE y Rusia) y que los nacionalistas del PP y Vox busquen el mismo final para nuestra, supuestamente querida por todos Constitución española, que menos, dado que sin estar en el Gobierno se han cargado el Poder Judicial, y están cerca de conseguir lo mismo con el Poder Legislativo, imponiendo por medio de violencia verbal, lo que los diputados deben hacer o decir, sin respetar las mayorías parlamentarias y por último estoy seguro que lograrán hacerse con el Poder Ejecutivo, por lo civil o por lo militar.
Por ello, la diferencia entre fútbol y política, es evidente y fundamental, puesto que mientras en el primero las normas
que existen en general se cumplen (excepto en corrupción que crece como las margaritas) en lo tocante a la política en España, los patriotas del PP y Vox (golpistas en mi opinión) no cumplen ni siquiera la Constitución.
Fuente: Redacción