Las fuerzas rusas se hicieron
este viernes con el control de la planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de
Europa y ubicada en el sureste de Ucrania, tras atacarla y generar con ello un
incendio que ya fue controlado.
De acuerdo
al Ministerio de Exteriores ucraniano, el ataque dejó varios "muertos y
heridos".
Las
autoridades de la central anunciaron que, tras la preocupación inicial, la
seguridad nuclear de está garantizada.
Asimismo,
el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) observó que los equipos
esenciales de la planta nuclear están en funcionamiento y que la radiación se
mantiene en niveles normales, pero señaló que permanece en "modo de
respuesta total las 24 horas del día, los siete días de la semana".
La central
nuclear de Zaporiyia tiene seis reactores, de los cuales solo el número cuatro
estaba funcionando al 60% en el momento del ataque, de acuerdo a la OIEA.

"Hemos
sobrevivido a una noche que pudo haber parado el curso de la historia, la
historia de Ucrania, la historia de Europa", les dijo el presidente
Volodymyr Zelensky a sus compatriotas en un discurso televisado en la mañana de
este viernes, después de que las autoridades confirmaran que la situación en la
central es por el momento segura.
El ataque
pudo haber causado una destrucción equivalente "a seis Chernóbils",
dijo, y añadió que Rusia sabía lo que hacía al arremeter directamente contra la
central, por lo que lo tachó de un "acto de terrorismo de un nivel
inaudito".
"¿Cómo
es esto posible? ¿No luchamos juntos contra las consecuencias de la catástrofe
de Chernobyl en 1986?", dijo Zelensky después en su mensaje televisado,
dirigiéndose esta vez a los ciudadanos rusos, a quienes urgió a tomar las
calles y reivindicar ante su gobierno que "quieren vivir".
"La
radiación no sabe dónde está Rusia. La radiación no conoce las fronteras de
nuestro país", zanjó, y agregó que está en contacto con los líderes
mundiales, quienes están "conmocionados".
Por su
parte, en Ministerio de Defensa de Rusia culpó del ataque a los
"saboteadores ucranianos" sin ofrecer ninguna evidencia, y tildó el
acto de "provocación monstruosa".
Reacciones
De hecho,
las reacciones internacionales ante los sucesos en torno a la planta de
Zaporiyia no se hicieron esperar.
El
presidente de Estados Unidos, Joe Biden, instó a Moscú a detener sus
actividades militares en esa zona. Más tarde, en un mensaje de Twitter la
Embajada de EE.UU. en Kiev dijo que "es un crimen de guerra atacar una
central nuclear".
Mientras,
el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, señaló que los "horribles
ataques" de Rusia "deben cesar de inmediato".
El primer
ministro de Reino Unido, Boris Johnson, dijo que el ataque
"irresponsable" podría "amenazar directamente la seguridad de
toda Europa" y añadió que solicitará una reunión de emergencia del Consejo
de Seguridad de la ONU, el viernes, para "aumentar la presión sobre la
maquinaria de guerra de Putin".
Los tres
líderes hablaron por teléfono con el presidente de Ucrania, quien acusó a Rusia
de recurrir al "terrorismo nuclear" y de querer repetir el desastre
de Chernóbil de 1986.
"Si
hay una explosión, es el fin de todo. El fin de Europa", dijo.
Movimientos
diplomáticos
Entretanto,
negociadores rusos y ucranianos acordaron el jueves organizar corredores humanitarios
para evacuar a civiles.
Zelensky
pidió además un cara a cara con su homólogo ruso porque dice que es la única
vía para poner fin a la guerra.
Putin
insiste en que la invasión se está desarrollando "según el plan".
Por su
parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, advirtió que "lo peor
está por llegar", después de hablar con el mandatario ruso, al que dijo
que ve dispuesto a tomar el control de "todo Ucrania".
Bajas en
ambos bandos
Las
ciudades de Járkiv, Chernihiv y Mariúpol permanecen bajo control ucraniano, de
acuerdo con el Ministerio de Defensa de Ucrania, a pesar de sufrir intensos
asedios en los últimos días.
En
Chernihiv, al menos 33 personas murieron y 18 fueron heridas el jueves durante
los bombardeos, según el servicio de emergencias ucraniano.
El
Ministerio de Defensa ruso admitió la muerte de 498 de sus soldados hasta el
miércoles.
Mientras,
la Presidencia de Ucrania informó de 9.000 víctimas en el lado ruso, sin
especificar cuántos son los heridos y cuántos los muertos.
Varias
estimaciones anunciadas desde el lado ucraniano cuantifican miles de militares
entre muertos y heridos, con al menos 2.000 civiles fallecidos, aunque los
números no han sido verificados de forma independiente.
Un millón
de refugiados
Según
Naciones Unidas, más de un millón de personas han huido de Ucrania en la
primera semana de conflicto.
"En
solo siete días hemos sido testigos del éxodo de un millón de refugiados de
Ucrania a los países vecinos", dijo el jueves el alto comisionado de la
ONU para los refugiados (Acnur), Filippo Grandi, a través de Twitter.
Más de la
mitad de refugiados se han dirigido a Polonia y algunos miles ya han llegado a
terceros países, como República Checa, donde existe una importante comunidad
ucraniana.
"Hasta
que no se pare el conflicto, los ucranianos van a seguir huyendo", señaló
Grandi, quien reiteró las perspectivas de que esta crisis pueda provocar hasta
4 millones de refugiados.
La UE y
Estados Unidos anunciaron este jueves medidas de protección especial para los
ucranianos que huyen de la guerra o, en el caso de EE.UU., para los que están
ya en ese país.
Fuente: BBC.com