9 de febrero de 2024

OPINION. Las investigaciones que exige la UE sobre la presunta conexión entre el Kremlin y el ‘procés’ llevan años en los juzgados españoles

El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) detectó la presencia de presuntos espías rusos en Cataluña, antes del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 e incluso  durante el desarrollo del mismo también.

Dado que el Parlamento Europeo aprobó este jueves una resolución —no vinculante— para reclamar a las “autoridades judiciales competentes” que investiguen “de forma efectiva” la intervención rusa para intentar desestabilizar determinadas regiones de la UE. Además, la Cámara insta a indagar la presunta conexión del independentismo catalán con Moscú durante el ‘procés’; gracias a la insistencia y enmiendas del PP, siempre comprometidos con su afán de desequilibrar la democracia en EspañaCabe recordar al respecto a dicho Parlamento Europeo en general y al PP en particular, que desde el estallido del desafío independentista en 2017, en España se han abierto al menos dos causas judiciales sobre la supuesta conexión entre Rusia y el 'procés', sin que se haya imputado a nadie por alta traición. También se detectó la presencia de espías en fechas clave, antes del referéndum ilegal del 1 de octubre y durante la celebración del mismo. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) también ha advertido en varios informes sobre las campañas de desinformación (online) impulsadas por el Kremlin.

PRIMERA INVESTIGACIÓN

En noviembre de 2019, un juzgado de la Audiencia Nacional, había iniciado una investigación sobre la presencia de agentes del espionaje ruso en Cataluña en los meses previos al referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y sus supuestos contactos con personas vinculadas al proceso independentista.

La Policía había abierto la Operación Volka (lobo en ruso) tras constatar el paso por Barcelona del general Denís Serguéiev, alias Serguéi Fedótov, solo 48 horas antes de que se celebrara la consulta convocada por el Ejecutivo de Carles Puigdemont.

INVESTIGACION PRINCIPAL

La principal investigación en España sobre la presunta injerencia rusa en el 'procés' es la que dirige, desde hace cuatro años, el juez de Barcelona Joaquín Aguirre. El magistrado indaga las reuniones que, en los días previos a la fallida declaración unilateral de independencia, mantuvo el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont con individuos que, presuntamente, tienen conexiones con el Kremlin. En la causa están investigados el jefe de la oficina de Puigdemont en Waterloo, Josep Lluís Alay; el informático Jaume Cabaní y el exdirigente de Convergència Víctor Terradellas.

Aguirre abrió el caso Voloh y, en octubre de 2020, ordenó diversas detenciones. Fuentes de los servicios de inteligencia aseguran que se comprobó que los interlocutores rusos tenían conexiones estrechas con el Kremlin; otra cosa, matizan, es que la oferta que habían ofertado, de enviar 10.000 soldados —bajo el pretexto de una supuesta fuerza de paz— fuera una ensoñación. “El objetivo era animar con sus promesas a Puigdemont para que se diera el paso”, explican las citadas fuentes.

La causa parecía 'dormir el sueño de los justos' hasta que, el pasado 29 de enero, un día antes de la votación de la ley de amnistía en el Congreso, el juez dictó un auto que, además de prorrogar por seis meses la investigación, citaba por primera vez delitos que no están cubiertos por la amnistía. 

El juez consideró entonces, que los implicados maniobraron para alterar la unidad territorial de España buscando alianzas con Rusia, que puede suponer delito de alta traición, excluido de forma expresa en el texto de la amnistía, lo cual  conlleva un obstáculo más para que, llegado el caso, Puigdemont pueda beneficiarse de la amnistía. 

Al tiempo, dicho juez ha sido objeto de recusación por parte de las defensas, al haber dado una entrevista a la televisión pública alemana hablando de la causa, que presuntamente supone saltarse el principio de imparcialidad. Por otra parte, la instrucción del proceso quizás incurra en investigación prospectiva, pues probablemente, no sean aportadas nuevas pruebas documentadas, verificadas y constatadas, diferentes de las que se disponía antes del 29/01/24, que hasta entonces no habían dado lugar a ninguna imputación por delito de alta traición. 

Fuente: Redacción; el pais.com