La industria espera tener las primeras
terapias en cuatro meses o antes
La industria farmacéutica trabaja
contra reloj para encontrar un tratamiento contra el coronavirus. “No es una
compañía, sino numerosas, la mayoría de ellas multinacionales, y no se trata de
un solo producto, sino de diferentes aproximaciones; todo el mundo de las vacunas
y todo el mundo de los medicamentos está comprometido en encontrar una solución
al virus”, afirma por teléfono Emili Esteve, director del departamento técnico
de la patronal Farmaindustria.
Pero advierte de que las terapias
llegarán de forma escalonada, no de golpe; las primeras, en tres o cuatro
meses, incluso antes, y después los demás fármacos y las vacunas –“los más
optimistas hablan de un año”, dice–.
El abordaje es multidisciplinar para
lograr una solución eficaz
Esteve recuerda que el desarrollo de
un medicamento requiere de 10 a 12 años hasta que se comercializa en el
mercado, por lo que, en estas circunstancias de pandemia global, lo que están
haciendo los laboratorios es partir de moléculas ya autorizadas para otras
patologías víricas o en fases preclínicas para acortar el proceso y tener una
respuesta anticipada. “Imagina que en vez de un recorrido de 1.000 metros
hacemos 150-100, los metros finales”, ilustra.
Por eso, algunas compañías ensayan con
antivirales que se utilizan hoy contra el VIH y otras con antitumorales para
tratar el cáncer, entre otras líneas de investigación. “La aproximación es
multidisciplinar, ya que, en algunas infecciones, la asociación de varios
compuestos es más favorable para eliminar el virus que la de un solo monocomponente”,
explica, tras insistir en que “se están analizando todas las herramientas
disponibles porque la máxima preocupación es el coronavirus.
La patronal Farmaindustria contabiliza
30 fármacos y 4 vacunas en desarrollo
Todo el mundo está trabajando en esto,
hay decenas de miles de personas de la industria farmacéutica que están
buscando soluciones al respecto”. La patronal contabiliza 30 fármacos y 4
vacunas en desarrollo que se realizan a través de programas de I+D
colaborativos con las autoridades sanitarias, organizaciones científicas, de la
salud y centros de investigación público-privados.
La estadounidense Gilead es una ellas.
El laboratorio ha comenzado en España dos
ensayos internacionales en fase III en País Vasco (Hospital de Cruces), Madrid
(Hospital La Paz) y Barcelona (en el Clínic), al igual que en Italia, Francia y
Alemania, para evaluar la seguridad y eficacia de su antiviral Remdesivir.
El primero incluye a 400 pacientes
(voluntarios) graves y el segundo, 600 leves, datos globales. Además de dos en
la provincia china de Hubei (Hospital de Amistad China-Japón), cuyos resultados
se esperan en abril, y otro en EE UU dirigido por el Instituto Nacional de
Alergias y Enfermedades Infecciosas, informan en la empresa.
“Este producto experimental ha
mostrado actividad in vivo e in vitro contra el SARS y el MERS, causados por
otros coronavirus de estructuras similares al Covid-19; también ha mostrado
resultados positivos de forma experimental en pacientes con ébola”, indican. De
hecho, Remdesivir curó al primer estadounidense contagiado por coronavirus,
según publicó el New England Journal of Medicine.
La española PharmaMar es otro ejemplo
Que el viernes pasado, junto a un
equipo de investigadores del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), anunció
que su fármaco Aplidin, para enfermos de melanoma, frena in vitro la
multiplicación del coronavirus HCoV-229E, familia del Covid-19. Ahora los
científicos tienen que probarlo contra el SARS-CoV-1, similar en un 80% al SARS-CoV-2 con el que será testeado después.
En dos o tres meses se conocerá su
eficacia, auguraron los responsables del estudio, Luis Enjuanes, Isabel Sola y
Sonia Zúñiga, que trabajan, además, en el desarrollo de una vacuna. Pero, en
este caso, el proceso será más largo, casi dos años (implica solicitud de
permisos, aprobación, pruebas en animales y luego en humanos); la inmunización
se espera para el próximo ciclo. El Gobierno destinará 30 millones a I+D para
el CSIC y el Instituto de Salud Carlos III.
El grupo farmacéutico astríaco
colabora en un estudio para prevenir la propagación del Covid-19 en pacientes
positivos y en sus contactos. El ensayo, impulsado por el equipo del doctor
Oriol Mitjà, especialista en enfermedades infecciosas en el Hospital Germans
Trias i Pujol de Barcelona, se realiza en la Conca d'Òdena y la zona
metropolitana norte barcelonesa, muy afectados por el virus e incluye a 195
pacientes a los que se les administrará Darunavir, un inhibidor de la proteasa
utilizado para el VIH.
Mientras que los que han tenido
contacto con el enfermo, a 15, se les administrará hidroxicloroquina, un agente
antimalárico también usado para el lupus o la artritis reumatoide. En las
pruebas participarán en total 3.000 personas y esperan tener los primeros
resultados en 21 días.
Otros buenos ejemplos
La estadounidense AbbVie, con sus
antivirales lopinavir y ritonavir; la británica GSK, con su inhibidor
zanamivir; Roche, Merck y Bayer, con el interferón, y Pfizer o Regeneron
Pharmaceuticals son otras firmas que pisan el acelerador.
Por el momento, hasta que llegue la
cura o remita la propagación, solo queda seguir en cuarentena. Los expertos
creen que el nuevo coronavirus puede convertirse en estacional y que nos visite
el próximo invierno.
ANTÍDOTOS VARIOS
Las investigaciones contra el
coronavirus no solo incluyen antivirales y antitumorales. La biotecnológica
canadiense AbCellera y la estadounidense Lilly desarrollan juntas terapias con
anticuerpos. La idea es probarlas en pacientes en los próximos cuatro meses,
apuntan en un comunicado.
La japonesa Takeda ha iniciado también
un tratamiento derivado del plasma sanguíneo, la globulina hiperinmune (H-IG)
policlonal para enfermos de alto riesgo. La española Grifols colabora con las
autoridades sanitarias internacionales en una terapia antiviral con
inmunoglobulinas, además de test diagnósticos. En esta última área trabajan,
además, la suiza Roche, PharmaMar y la francesa BioMérieux.
VACUNAS
China por medio del Ministerio de
Defensa ha confirmado con un comunicado emitido en la noche del martes que su
primer prototipo de vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2, ya está listo para realizar ensayos
clínicos. Este proyecto ha sido desarrollado por una empresa privada, CanSino
Biologics, localizada en Tianjin –ciudad portuaria cercana a la capital–, en
colaboración con la Academia Militar de Ciencias Médicas.
El equipo de investigación está
liderado por la bioingeniera y comandante Chen Wei, quien comenzó a trabajar en
el proyecto cuando ella y su equipo llegaron a Wuhan, epicentro de la pandemia,
a finales de enero. El resultado es una vacuna de subunidad, una fórmula de
nueva generación que solo contiene ciertos antígenos específicos sin patógenos,
por lo que es contemplada como más segura que las técnicas tradicionales. “La
vacuna no tiene sustancias infecciosas, es muy segura y estable y requiere una
sola inoculación”, explicaba el Centro para el Control y Prevención de
Enfermedades de Hubei en su reclamo en busca de voluntarios.
Un día antes Estados Unidos había
anunciado el comienzo de la primera fase de los ensayos clínicos de su propia
vacuna experimental. Se trata de un proyecto financiado por el Instituto
Nacional de Salud y desarrollado por la biotecnológica Moderna. Este, a
diferencia de la alternativa china, emplea una tecnología conocida como ARN
mensajero (ARNm), la cual copia el código genético del virus en lugar de
transmitir una versión atenuada del propio virus. Hasta la fecha, ninguna
vacuna que emplee la fórmula ARNm ha sido aprobada para su uso en seres
humanos. La vacuna consiste en dos pinchazos en el brazo, uno ahora y otro
dentro de 28 días. El objetivo es observar la seguridad de diferentes dosis. Se
espera que el ensayo haya terminado en unas seis semanas.
Además, también figuran destacados en el
apartado de vacunas, Janssen, Sanofi Pasteur, GSK y Clover Biopharmaceuticals.
Fuente: cincodias.com
y elpais.com