14 de noviembre de 2023

OPINION. Nunca deja de sorprenderme la estupidez humana

 Ya dijo Einstein de la estupidez que, “dos cosas son infinitas: la estupidez humana y el universo; y no estoy seguro de lo segundo”

 

Llevo más de un mes escuchando estupideces de los políticos españoles, como si el resto de las opiniones no contasen, pero la ciudadanía no va a consentir que unos políticos irresponsables y sin escrúpulos, nos arrastren a un enfrentamiento civil de consecuencias impredecibles.

Por ello quisiera aportar mi granito de arena, para echar algo de luz sobre el asunto de la amnistía, con unas sencillas preguntas tipo test, de respuesta SI/NO

PREGUNTA 1. ¿Aceptas  la Amnistía de 1977, para los causantes de 1.000.000 de muertos durante la guerra civil y la dictadura, Sí o No?

PREGUNTA 2. ¿Aceptas las Amnistías del PSOE de Felipe González, que en 1982 y 1991, perdonó delitos a evasores fiscales y delincuentes económicos. Sí o No?

PREGUNTA 3. ¿Aceptas la Amnistía del PP de Mariano Rajoy, en 2012, que perdonó los delitos de evasores fiscales y delincuentes económicos. Sí o No? .

PREGUNTA 4. ¿Son más justas las Amnistías que perdonaron delitos de, asesinos, torturadores, violadores, ladrones, delincuentes económicos y evasores fiscales, que la Amnistía que perdone a quienes hacen referéndums inconstitucionales y declaración de independencia, seguida de instantánea revocación de la misma, y delitos menores asociados, como ocurrió en 2017 en Cataluña. Si o No? 

En mi opinión, si una mayoría de españoles respondiesen SI a todas las preguntas, en ese caso, tendríamos en España un grave problema de credibilidad democrática, dado que entonces, no hablaríamos de democracia y justicia, sino de odio y venganza, al utilizar distintas varas de medir en la aplicación de las Amnistías, según quienes fuesen los que incumpliesen la Ley. A no ser que alguien demostrase que venganza y odio forman parte de la democracia y dictan los manuales de la Justicia.  

A mi entender, los Poderes del Estado siempre debieran ser magnánimos con sus conciudadanos, en tanto en cuanto sea necesario para la convivencia y el bien común, independientemente del momento elegido para hacerlo.

Fuente: Redacción