El semanario
alemán detalla el funcionamiento del programa Politerain, que fue desvelado por
Edward Snowden
La profecía
de McLuhan que en 1968 pronosticó que la tercera guerra mundial sería una “guerra de guerrillas de información” que
implicaría, sin distinciones a los militares y a la población civil ha
adquirido una peligrosa actualidad a causa de un programa secreto que puso en
marcha la famosa y polémica Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y que fue
bautizada con el nombre de “Politerain”, que oculta un eficaz ejercito de
francotiradores cibernéticos, un exclusivo grupo de guerrilleros que forman
parte de la operación que lleva el nombre de TAO (Tailored Acces Operations).
La tropa de
guerrilleros tiene como única misión, manipular y destruir ordenadores
enemigos, acabar con sus discos duros y descubrir, en último término como
piensa y qué herramientas utiliza el enemigo.
El programa
que se puso en marcha hace ocho años hizo posible que el ejército de
francotiradores cibernéticos lograra diseñar estrategias de combates en
Internet destinados a infiltrar y paralizar las redes de ordenadores enemigas
y, de esta forma, tener acceso al suministro de agua potable, electricidad,
fábricas, aeropuertos y transacciones de pago y capitales. La existencia de Politerain
fue descubierta por el exagente de la NSA, Edward Snowden, y varios documentos
que resumen el trabajo del programa fueron examinados por la revista Der
Spiegel, que publica este sábado un amplio reportaje bajo un título sugerente:
“Escalada controlada”.
“Los
servicios secretos ya no se ocupan solo del espionaje. Documentos de Edward
Snowden muestran que desean dominar Internet y se preparan para una guerra
digital”, señala el semanario que revela que los espías digitales trabajan en
servicios secretos que forman la llamada “Alianza de los Cinco Ojos”, integrada
por Estados Unido, Reino Unido, Canadá, Nueva Zelandia y Australia.
Los
documentos en poder de Snowden revelan que la NSA es consciente de que el
próximo gran conflicto mundial se iniciará en Internet, una certeza que
convenció a la agencia a solicitar un aumento sustancial en su presupuesto para
reforzar el “potencial de ataque” en las operaciones en cubiertas destinadas a
invadir redes de ordenadores enemigas.
Los
documentos señalan que uno de los ataques más exitosos realizados por la NSA
fue la utilización del virus Stuxnet para paralizar el programa atómico de
Irán. Otra herramienta desarrollada por los guerreros cibernéticos de la NSA
fue el virus Regin, con el que se intentó infiltrar la red de ordenadores de la
cancillería alemana. El virus también fue utilizado para espiar a la Comisión
Europea.
La NSA y sus
aliados también han utilizado los ataques cibernéticos que han padecido en
carne propia para utilizarlos en su provecho bajo un lema bélico apropiado:
“¡Robad sus herramientas, su know-how, sus víctimas y sus resultados!”. Por
ejemplo, la respuesta que dio la NSA, cuando una de sus unidades de espionaje
cibernético detectó el robo de datos en el Pentágono. El equipo de expertos de
la NSA logró detectar la dirección IP en Asia, una pista que finalmente les
llevo a localizar el inicio del ataque en China. El contraataque fue fulminante
y exitoso. Los espías lograron descubrir el resultado del ataque chino, pero
también descubrieron que el gigante asiático era el responsable de un ataque
que sufrió Naciones Unidas
El núcleo
duro de los espías de la NSA trabaja, bajo el código S321, en el Remote Center
Operation ubicado en Fort Meade, en el Estado de Maryland, ocupa la tercera
planta de uno de los edificios principales del complejo y, en varios turnos,
vigilan sus ordenadores las 24 horas del día.
“La prioridad
de la NSA son los ataques y no la defensa”, admitió Snowden en una entrevista
reciente, al referirse a la nueva estrategia de la agencia que vigila y, cuando
puede, ataca junto con sus aliados del grupo Cinco Ojos, a todos los demás
países que no pertenecen a ese exclusivo grupo de espionaje, incluidos Alemania
y España.
Fuente: El
País.com