23 de febrero de 2021

ESPAÑA. Manuel Valls: “La solución en Cataluña es un gobierno de concentración con un Draghi catalán”

 Reproduzco íntegramente, por gentileza de “lavanguardia.com” e interés informativo, la entrevista a Manuel Valls (Barcelona 1962) gran observador de la política catalana desde su escaño de concejal de Barcelona pel Canvi, con la experiencia acumulada en la primera línea de la política francesa, como ministro del Interior y primer ministro de gobiernos socialistas –una militancia que abandonó en el 2017– que propone un gobierno de concentración en la Generalitat.

Sobre el apoyo a Hasél

“Me indigna la defensa de alguien que alaba el terrorismo, en Francia se va a la cárcel por eso”

¿Cuáles deben ser las prioridades de la próxima legislatura?

Luchar contra la pandemia, movilizar los recursos para vacunar, y dar prioridad a la recuperación económica, y para eso tendremos que gestionar bien los fondos europeos.

¿Quién tiene que presidir la Generalitat?

Creo que el independentismo está incapacitado para gobernar. Es responsable en parte de la decadencia, de la pérdida de riqueza y de inversiones. Y la supuesta mayoría alternativa de izquierdas es un espejismo: ERC no es un partido de izquierdas porque el nacionalismo es incompatible con la izquierda, y la CUP es un partido antisistema. Y un tripartito liderado por el PSC creo que de momento no es posible.

¿Qué solución propone?

Un gobierno de concentración. No sé si hay un Draghi catalán, pero es esa idea, con un calendario de máximo dos años y con un pacto en el gobierno o fuera del gobierno de todos los partidos, excluidos Vox y la CUP. Aquí hay un régimen parlamentario, hay hombres y mujeres de talento, pero antes deben ponerse de acuerdo en la fórmula. Es muy difícil pero es la única solución.

Con un gobierno técnico, ¿no cree que la política tira la toalla?

Al revés. Las elecciones no han cambiado los bloques, y si en unas semanas no hay una solución viable de largo plazo el desánimo va a ser aún más potente en la sociedad. Lo que estoy proponiendo es una solución muy política. Necesitamos unidad. Por eso los grandes partidos estatales, PSOE y PP, tienen que apoyar en buscar esa solución.

Pero el independentismo se ha impuesto en las urnas, ¿qué valor tiene esa mayoría?

No habrá independencia, pero no pueden salir de esta vía fracasada. El ordenamiento jurídico, la Constitución, no permite un referéndum de autodeterminación, todo eso es un relato para continuar, pero nos llevan a un callejón sin salida.

¿Qué le parece que se esté negociando con la CUP y que puedan incorporarse al gobierno?

Me parece un error, una barbaridad y acentuará la decadencia de Catalunya. Aquí ha habido un fracaso de parte de las élites, de la burguesía catalana que ha querido jugar con todo eso, con la independencia, con el nacionalismo, con el catalanismo, con el procés , con la CUP. Recordemos que fue la CUP que vetó a Artur Mas, el gran responsable de la situación que se está viviendo. El gran problema no es solo la relación con el resto de España, es la división profunda que hay en Catalunya.

Ha sido siempre crítico con la extrema derecha, ¿hay que aislar a Vox o buscar pactos puntuales?

No se puede pactar con Vox. No es una escisión del PP, es un partido nacional-populista, que quiere transformar el Estado de las autonomías, que no tiene la misma concepción de los valores europeos, que tiene un discurso antiinmigración y antimusulmán que me parece peligroso para la convivencia. Y la izquierda no tiene que jugar tampoco con Vox. Se ve demasiado que le va bien que crezca a costa del PP.

Hablaba del discurso de Vox sobre la islamización. ¿Al debate izquierda-derecha se suma el debate democracia-populismo?

Sí. El debate derecha-izquierda existe en la sociedad, es el alma de la democracia, por eso necesitamos alternancias. Pero el gran debate es democracia liberal frente a iliberalismo, frente a formas de populismo. El populismo, seguir siempre al pueblo, eso no, eso lleva al Capitolio, al 1 de octubre. La democracia representativa es la única posible.

Fue ministro del Interior, ¿qué le parece que desde las instituciones se critique la actuación de los Mossos ante los disturbios?

Es otra barbaridad. Hemos llegado a una forma de decadencia política e intelectual de parte de unos responsables. El orden público es complicado y siempre se puede mejorar una actuación, hay inspecciones en la policía, hay un Parlamento, pero es muy importante defender a los cuerpos de seguridad en una actuación muy difícil. Cuestionar el modelo policial con la violencia que estamos viendo es un grave error.

¿Qué papel debe tener el Estado para normalizar la situación política en Catalunya?

Ante todo es un conflicto dentro de la sociedad catalana. Catalunya goza de una autonomía como pocas regiones de Europa y hay gente que se ha saltado la ley. El Gobierno de España tiene que buscar una solución como la que propongo.

¿Qué opciones ve de diálogo?

El diálogo no es la solución política, es un instrumento. Catalunya no puede ser moneda de cambio de nada, el indulto tampoco, además ni acabará con las reivindicaciones independentistas, ni arreglará la situación de los fugados de la justicia.

¿Qué le parece la defensa del rapero Pablo Hasél?

A lo mejor soy muy francés, pero me ha indignado ver cómo se defiende a un rapero que alaba el terrorismo, el yihadismo, que amenaza, que agredió a un periodista, y la idea de que tenemos que cambiar la ley para que este tipo de persona no vaya a la cárcel. En Alemania o en Francia, que son grandes democracias, por esos actos se va a la cárcel. Y la persona que el otro día hacía un discurso antisemita, en Francia la condenan, no son opiniones, es un delito de odio. Y una parte de la izquierda, por buenismo, cae en esta trampa.

¿Cuál es su posición sobre los indultos a los presos del 1-O?

Se tiene que cumplir con la justicia. Luego hay una tramitación de los indultos, pero no es lo que piden, piden amnistía. ¿Piden perdón? No. Dicen que lo van a repetir. El Gobierno tiene que escuchar pero no puede ser débil.

Se habla de reformar el delito de sedición, ¿cree que rebajar las condenas de los presos podría favorecer una reconciliación?

No creo. Es muy peligroso jugar con el Código Penal y, si se hace, pasa por un consenso político.

Hace un año se barajó un posible retorno suyo a la política francesa. ¿Qué planes políticos tiene?

Yo tengo la suerte de poder expresarme en Francia como en España. Me siento muy francés, pero ¿marcharse de Barcelona con esta situación? No, todos tenemos que ayudar a esta ciudad a recuperarse.

¿Votó el 14-F?

Sí, por supuesto.

¿Y qué votó? ¿Por Eva Parera?

No. Como muchos catalanes me lo pensé mucho, veo todas las contradicciones. Estoy muy triste por lo que ha pasado con Cs, se equivocaron. El PP ha tratado de abrirse a personalidades como Roldán, como Eva, pero nunca he votado conservador. Después de pensarlo mucho voté a Salvador Illa, a pesar de las ambigüedades durante el procés del PSC, a pesar del alto precio que estamos pagando por su coalición de gobierno con Podemos, y de lo insufrible de sus cesiones a Bildu y a ERC. Pero su discurso era la única alternativa al independentismo.

Fuente: lavanguardia.com