10 de julio de 2023

DOS CANDIDATOS Y UN DESTINO. Debate electoral en España entre Sánchez y Feijóo

El Primer y único “cara a cara” de esta campaña electoral es hoy lunes, y será decisivo para el resultado de los comicios electorales del 23 de julio, donde los candidatos deberán buscar, responder a las tres preguntas principales que se hace el electorado, 1º) ¿es un líder fuerte?; 2º) ¿se puede confiar en él?; 3º) ¿se preocupa por la gente corriente los días que no son campaña electoral o elecciones?

Y que probablemente (con el Sr. Feijóo a favor y el Sr. Sánchez en contra) el debate se centre  en,  

Los tiempos avanzan y cambian, que es una barbaridad

El Pedro Sánchez actual cree que “la democracia consiste en contrastar propuestas y proyectos con transparencia”. El Feijóo de 2016 creía que “tomar parte de un debate electoral no es una cuestión opinable”; el de 2023 opina que con uno es suficiente y se ha borrado de los enfrentamientos a cuatro organizados por el grupo PRISA y RTVE (digno de cualquier patriota que se precie de serlo)

Intrahistoria de este debate “cara a cara”

El plan en el número 13 de la calle de Génova de Madrid era simple: exponer lo menos posible a su candidato en las elecciones del 23 de julio, y confiar en que las ocho semanas que separan el 28M del 23J pasen lo más rápido posible, sin sobresaltos y en mitad del ambiente festivo que reina en la derecha tras el triunfo de las municipales y autonómicas. Por eso la decisión era intentar esquivar cualquier debate electoral que amenazara a Alberto Núñez Feijóo con un desgaste innecesario, a la vista del viento favorable de las encuestas. Hasta que el PSOE le puso una pequeña trampa, y el propio Feijóo tropezó.

“Espero al señor Feijóo el próximo lunes”, dijo Pedro Sánchez el pasado 5 de junio, durante su intervención en el acto 'Fondos Europeos III: España, por el liderazgo global en economía verde y digital' organizado por elDiario.es, y en el que propuso hasta seis cara a cara con el candidato opositor. Uno por cada una de las semanas desde ahí hasta las elecciones.

“Cuando uno está ansioso y quiere desviar la atención, hace excentricidades”, se limitó a sacudirse la propuesta el portavoz del PP, Borja Sémper. Pero el PSOE ya había logrado meter en la agenda mediática la idea de que Sánchez apostaba por los debates, mientras Feijóo los rehuía.

El presidente del Gobierno cogió así con el pie cambiado a los 'populares', que han ido a remolque durante toda la precampaña en la discusión sobre los debates. Al día siguiente de la propuesta de Sánchez, Feijóo concedió una entrevista en Onda Cero. Durante casi ocho minutos el periodista Carlos Alsina repreguntó hasta en seis ocasiones al líder del PP por su disposición o no a aceptar al menos un 'cara a cara' con el presidente del Gobierno.

Tras muchos balones fuera, el líder del PP, casi sin margen, accedió a comprometerse: “Va a haber un cara a cara entre el señor Sánchez y yo”. Y ahí se fueron al traste los planes de Génova.

El debate a pesar de todo.

Este lunes, no obstante, la hemeroteca dejará paso al momento más esperado de la campaña electoral y los dos máximos candidatos a presidir el Gobierno debatirán en Atresmedia, en un cara a cara conducido por Vicente Vallés y Ana Pastor que será el único momento en el que se podrá apreciar al líder del PP contraponiendo su programa desde la incomodidad del plató.

Durante todo el fin de semana ambos equipos han estado preparando los argumentos y datos con los que lograr el doble objetivo: que te voten los tuyos (afines y nuevos)  y desmovilizar los del rival. Ambos saben que se jugan mucho, que esto, en definitiva, es televisión. Dos horas para ganar unas elecciones. Los expertos cifran el coste: 700.000 votos. Más de medio millón de indecisos. Demasiado en juego en unas elecciones que empiezan a apretarse en lo demoscópico.

Otros debates pendientes del candidato Pedro Sánchez

El Sr. Sánchez también participará en el debate a cuatro que celebra la televisión pública el 19 de julio, en plena semana de votaciones; Feijóo, en cambio, no lo hará. En el PP entienden que una foto junto a Santiago Abascal en un atril contiguo sería demasiado fructífero para la izquierda, demasiado revelador para la audiencia y demasiado indigerible para los votantes moderados que depositasen su voto en la urna el próximo domingo 23 de julio. No ir también tiene sus consecuencias, pero el equipo asesor del favorito en las encuestas para tomar La Moncloa cree que es el mal menor en una situación crítica para sus intereses después de firmar acuerdos de coalición con la extrema derecha en territorios como la Comunidad Valenciana, Extremadura o cientos de ayuntamientos.

Fuente: El Plural.com; El Diario.es