Parece ser que los políticos se han puesto de acuerdo en que existe una pandemia, (algo es algo) y que es necesario un Estado de Alarma (es un avance). Pero en nada más. Ahora hay que decidir si el Estado de Alarma, le quieren largo o corto, como el café.
Excepto los sanitarios, a los que desde
los balcones dedicábamos merecidos aplausos de reconocimiento por su abnegado valor
y trabajo (que ahora miserablemente se les falta al respeto) el resto no hemos aprendido nada o muy poco, de la primera ola de la pandemia, o dicho de otra manera los seres humanos, son la única
especie animal que tropieza dos veces en la misma piedra. ¿Y por
qué?.
Veamos, lo que entiendo es que erróneamente
la consigna principal es la de “salvemos al soldado economía”, en lugar de “salvemos
a la ciudadanía”, porque ya se sabe “sin economía no hay nada”. ¿no?.
Pues no señores, están confundiendo “el
tocino con la velocidad”, y nunca mejor dicho, porque si bien es cierto que
la economía es muy importante, no es menos cierto, que lo que debe primar por
encima de todo, es la salud de la ciudadanía, porque sin salud no hay vida, y
sin vida no hay economía ¿lo entienden ahora?.
Pregunta para políticos constitucionalistas
e independentistas, que anteponen sus dudas políticas al respecto, ¿Dónde reside
la soberanía de la Constitución Española?
Una pista, Constitución Española articulo
1 apartado 2 “La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que
emanan los poderes del Estado”.
¿Y quien es el pueblo español? digo
yo que será la ciudadanía ¿no?
Bien, ahora pasemos al articulo 15
de la Constitución, donde cita, “Todos tienen derecho a la vida y a la
integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a
tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes..”, vamos que dejar
morir a los ancianos como ocurrió en la primera oleada (que muy probablemente vuelva
a ocurrir en la segunda oleada si colapsan o se saturan las UCI), no me parece a mí que cumpla
exactamente este artículo de la Constitución.
Y para terminar, quisiera repasar con
ustedes el artículo 43 igualmente de la Constitución Española, que dice así:
“Apartado 1. Se reconoce el derecho
a la protección de la salud.”
“Apartado 2. Compete a los poderes
públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y
de las prestaciones y servicios necesarios. La ley establecerá los derechos y
deberes de todos al respecto”.
CONCLUSIÓN
Si no quieren que los ataúdes empiecen
a navegar otra vez por el centro de las ciudades en las portadas de los periódicos,
pónganse de acuerdo y actúen con contundencia, porque estas guerras políticas
sobre quien manda más, nos está convirtiendo en el hazmerreír del mundo, y lo
que es peor para la ciudadanía en general y para las clases más desfavorecidas
en particular, que son quienes más sufren las desastrosas consecuencias de sus actos.
No les hemos dado el mandato
constitucional para eso, sino para que cumplan íntegramente la Constitución
Española y en especial en estos tiempos de pandemia, los artículos 15 y 43.
Una última consideración, la única herramienta
jurídica válida para restringir derechos fundamentales, es el Estado de Alarma,
y a los hechos me remito (sentencias producidas al respecto en TSJM, TSJC entre otros).
Pretender hacer una nueva ley que
sustituya al Estado de Alarma en solo 3 ó 4 meses con el multipartidismo y la
fragmentación que existe hoy en el Congreso de los Diputados, me parece una
quimera, pues ni siquiera se han puesto de acuerdo para aprobar los PGE en los últimos 2 años, y
el que no quiera verlo, que vaya al oculista, o como diría Serrat, “niños
dejad ya de joder con la pelota” que ya está bien y dejen los tacticismos,
que está muriendo gente, pues de poco les vale luego a los muertos, que los políticos
que hayan actuado de forma contraria a la Ley, vayan a la cárcel, porque no
creo que a nadie le guste estar allí.
Para terminar, les diré que anoche
escuché a políticos y empresarios, que hay que salvar la Navidad y la Semana
Santa (supongo que se referirán al consumo y negocio que generan dichas
festividades, no a las fiestas en sí) pero nunca olviden que en esa época, es más que
probable que aún continuemos en tiempo de pandemia, porque prácticamente ambas
dos coinciden con el invierno (la primera al inicio y la última casi al final).
Y no sé si ustedes serán conscientes de la potencialidad negativa de este virus en invierno. Hasta ahora le han conocido en
su cara amable, aunque cierto es que ha habido muchos muertos, pero no es nada comprable a lo que está por venir, cuando el general invierno y el general
coronavirus unan sus fuerzas, será imparable sin vacuna, el mundo va a conocer la otra cara del bicho, la que siembra la
muerte allá por donde pasa, así que recomiendo a todos que no hagan planes para
navidades y si el virus se comporta igual que este año, tampoco para Semana Santa del 2021, y miren bien lo que les digo, si los políticos siguen como hasta ahora,
tampoco para el verano del próximo año.
Hagan sus cálculos a ver que les trae más a cuenta, intentar salvar la Navidad y sino la Semana Santa, o bien ir sobre seguro, aprobando 6 meses de Estado de Alerta para salvar primero la salud de la ciudadanía ( mandatado por la Constitución) y de paso salvar la temporada de verano.
Caso de equivocarme (ojalá fuese así) y la pandemia hubiese desaparecido, bien en Navidad o bien en Semana Santa, siempre se puede levantar el Estado de Alarma.
Bueno, ahora todos al rincón de pensar, que el tiempo no corre, sino que vuela, y los muertos se acumulan.
POSDATA
A esta situación se ha llagado por la ausencia
de previsión de la mayoría de las Comunidades Autónomas (todas tienen transferidas
las competencias en Sanidad y Salud Pública), que en contra de las
recomendaciones de los expertos para el verano, minusvaloraron el coronavirus, no aumentando los médicos en Atención Primaria, ni contratando suficientes rastreadores.
Mientras tanto, a inaugurar hospitales, que
electoralmente mola, aunque sin contratar nuevo personal sanitario, lo cual se parece mucho al milagro de la multiplicación de los panes y los peces, en versión humanitaria.
Fuente: Redacción