27 de octubre de 2020

PANDEMIA. En España, el Parlamento decide si el Estado de Alarma será largo o corto

 Parece ser que los políticos se han puesto de acuerdo en que existe una pandemia, (algo es algo) y que es necesario un Estado de Alarma (es un avance). Pero en nada más. Ahora hay que decidir si el Estado de Alarma, le quieren largo o corto, como el café.

Excepto los sanitarios, a los que desde los balcones dedicábamos merecidos aplausos de reconocimiento por su abnegado valor y trabajo (que ahora miserablemente se les falta al respeto) el resto no hemos aprendido nada o muy poco, de la primera ola  de la pandemia, o dicho de otra manera los seres humanos, son la única especie animal que tropieza dos veces en la misma piedra. ¿Y por qué?.

Veamos, lo que entiendo es que erróneamente la consigna principal es la de “salvemos al soldado economía”, en lugar de “salvemos a la ciudadanía”, porque ya se sabe “sin economía no hay nada”. ¿no?.

Pues no señores, están confundiendo “el tocino con la velocidad”, y nunca mejor dicho, porque si bien es cierto que la economía es muy importante, no es menos cierto, que lo que debe primar por encima de todo, es la salud de la ciudadanía, porque sin salud no hay vida, y sin vida no hay economía ¿lo entienden ahora?.

Pregunta para políticos constitucionalistas e independentistas, que anteponen sus dudas políticas al respecto, ¿Dónde reside la soberanía de la Constitución Española?

Una pista, Constitución Española articulo 1 apartado 2 “La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”.

¿Y quien es el pueblo español? digo yo que será la ciudadanía ¿no?

Bien, ahora pasemos al articulo 15 de la Constitución, donde cita, “Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes..”, vamos que dejar morir a los ancianos como ocurrió en la primera oleada (que muy probablemente vuelva a ocurrir en la segunda oleada si colapsan o se saturan las UCI), no me parece a mí que cumpla exactamente este artículo de la Constitución.

Y para terminar, quisiera repasar con ustedes el artículo 43 igualmente de la Constitución Española, que dice así:

“Apartado 1. Se reconoce el derecho a la protección de la salud.”

“Apartado 2. Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La ley establecerá los derechos y deberes de todos al respecto”.

CONCLUSIÓN

Si no quieren que los ataúdes empiecen a navegar otra vez por el centro de las ciudades en las portadas de los periódicos, pónganse de acuerdo y actúen con contundencia, porque estas guerras políticas sobre quien manda más, nos está convirtiendo en el hazmerreír del mundo, y lo que es peor para la ciudadanía en general y para las clases más desfavorecidas en particular, que son quienes más sufren las desastrosas consecuencias de sus actos.

No les hemos dado el mandato constitucional para eso, sino para que cumplan íntegramente la Constitución Española y en especial en estos tiempos de pandemia, los artículos 15 y 43.

Una última consideración, la única herramienta jurídica válida para restringir derechos fundamentales, es el Estado de Alarma, y a los hechos me remito (sentencias producidas al respecto en TSJM, TSJC entre otros).

Pretender hacer una nueva ley que sustituya al Estado de Alarma en solo 3 ó 4 meses con el multipartidismo y la fragmentación que existe hoy en el Congreso de los Diputados, me parece una quimera, pues ni siquiera se han puesto de acuerdo para aprobar los PGE en los últimos 2 años, y el que no quiera verlo, que vaya al oculista, o como diría Serrat, “niños dejad ya de joder con la pelota” que ya está bien y dejen los tacticismos, que está muriendo gente, pues de poco les vale luego a los muertos, que los políticos que hayan actuado de forma contraria a la Ley, vayan a la cárcel, porque no creo que a nadie le guste estar allí.

Para terminar, les diré que anoche escuché a políticos y empresarios, que hay que salvar la Navidad y la Semana Santa (supongo que se referirán al consumo y negocio que generan dichas festividades, no a las fiestas en sí) pero nunca olviden que en esa época, es más que probable que aún continuemos en tiempo de pandemia, porque prácticamente ambas dos coinciden con el invierno (la primera al inicio y la última casi al final).

Y no sé si ustedes serán conscientes de la potencialidad negativa de este virus en invierno. Hasta ahora le han conocido en su cara amable, aunque cierto es que ha habido muchos muertos, pero no es nada comprable a lo que está por venir, cuando el general invierno y el general coronavirus unan sus fuerzas, será imparable sin vacuna, el mundo va a conocer la otra cara del bicho, la que siembra la muerte allá por donde pasa, así que recomiendo a todos que no hagan planes para navidades y si el virus se comporta igual que este año, tampoco para Semana Santa del 2021, y miren bien lo que les digo, si los políticos siguen como hasta ahora, tampoco para el verano del próximo año.

Hagan sus cálculos a ver que les trae más a cuenta,  intentar salvar la Navidad y sino la Semana Santa, o bien ir sobre seguro, aprobando 6 meses de Estado de Alerta para salvar primero la salud de la ciudadanía ( mandatado por la Constitución) y de paso salvar la temporada de verano. 

Caso de equivocarme (ojalá fuese así) y la pandemia hubiese desaparecido, bien en Navidad o bien en Semana Santa, siempre se puede levantar el Estado de Alarma.

Bueno, ahora todos al rincón de pensar, que el tiempo no corre, sino que vuela, y los muertos se acumulan.

POSDATA

A esta situación se ha llagado por la ausencia de previsión de la mayoría de las Comunidades Autónomas (todas tienen transferidas las competencias en Sanidad y Salud Pública), que en contra de las recomendaciones de los expertos para el verano, minusvaloraron el coronavirus, no aumentando los médicos en Atención Primaria, ni contratando suficientes rastreadores.

Mientras tanto, a inaugurar hospitales, que electoralmente mola, aunque sin contratar nuevo personal sanitario, lo cual se  parece mucho al milagro de la multiplicación de los panes y los peces, en versión humanitaria.

Fuente: Redacción

ESPAÑA. Expertos advierten que fijar límite Navidad como límite estado de alarma repite error desescalada exprés verano

 Los epidemiólogos insisten en que la idea de "salvar la campaña navideña" manejada para pedir que se acorte el estado de alarma no puede guiar la gestión de la pandemia: "Pensar que va a estar controlado entonces es un sueño"

Todavía no se ha aprobado ninguna prórroga, pero ya hay prisa por levantar el estado de alarma. A pesar de que los epidemiólogos insisten en que "nadie sabe cómo vamos a estar en diciembre", ya hay voces que exigen limitar al máximo la duración del estado de alarma contra la COVID-19 para "salvar la campaña de Navidad".

"La duración del estado de alarma responde más a razones legales o políticas que científicas. Eso está claro", explica el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública, Fernando Rodríguez Artalejo, que calcula que la epidemia "va a durar". "Creo que hasta verano, como pronto, no vamos a estar fuera de la situación pandémica. Aunque tengamos la vacuna en diciembre o enero, hay que ver lo eficaz que es, cómo administrarla… y todo eso no tiene mucho que ver con lo que dure el estado de alarma".

Sin embargo, el presidente del PP, Pablo Casado, la de Ciudadanos, Inés Arrimadas o la portavoz de ERC, Marta Vilalta han considerado este lunes, por diferentes motivos, que la prórroga del estado de alarma que ampara las medidas más contundentes contra la pandemia no debe extenderse lo que pide el Gobierno. Pablo Casado ha vinculado incluso su apoyo parlamentario al decreto, entre otras cosas, a que se limite "a ocho semanas" para dejar fuera la campaña comercial navideña. Su versión acabaría el 6 de diciembre.

La epidemióloga Pilar Serrano Gallardo entiende que "los seis meses no es nada exagerado porque desde el punto de vista epidemiológico pensar que esto va a estar controlado en Navidad es un sueño: no acompañan la climatología ni la incertidumbre sobre cómo se van a traducir las medidas del consejo interterritorial". Serrano, miembro de la Asociación Madrileña de Salud Pública, se hace una pregunta sobre la evolución previsible de la enfermedad: "¿Va a mejorar milagrosamente? No. La Navidad es un deseo, pero nada hace pensar que la situación vaya a estar mejor".

"Que no nos entre el frenesí navideño como nos entró el frenesí del verano", resume el ex director de Acción Sanitaria de la OMS, Daniel López Acuña. Se refiere a la reapertura de las actividades económicas tras el confinamiento domiciliario de primavera para la campaña turística estival. Una aceleración de la desescalada que ha sido criticada recientemente en un análisis de la revista médica The Lancet, que señalaba entre los errores de España una "reapertura demasiado rápida y rastreo de casos demasiado lento".

España registró su menor incidencia acumulada global desde que se declaró la pandemia el 25 de junio con 7,74 casos por 100.000 habitantes. La evolución de la curva durante lo que López Acuña llama "frenesí veraniego" llevó a que el 31 de julio esa incidencia en 14 días se situara en los 57,46 contagios. Un mes después, el 31 de agosto, escaló a los 205 y para el final de septiembre ya estaba en los en 284 casos. Después ha llegado el subidón de octubre.

La idea de la campaña de Navidad como referente para la gestión de la pandemia está siendo utilizado por algunos responsables políticos a medida que avanza el otoño. El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado (Ciudadanos), expresó la semana pasada que quería rebajar la curva de contagios hasta una incidencia de 25 casos por cada 100.000 habitantes para "salvar la Navidad" y hacer posible que "haya turismo de otras provincias, incluso de otras regiones de Europa". Eso supondría, en el caso de Madrid, recortar la tasa 16 veces desde el último dato de 421 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días. Su jefa, la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, corrigió y dijo que su objetivo para esa época era "que no haya contagios. No 25, que no haya".

Serrano Gallardo estima que "las cenas, las fiestas, el turismo, la cabalgata… es muy difícil que vayan a ocurrir. Es un pensamiento mágico muy peligroso porque si se rebajara muchísimo la curva y se llegara, por ejemplo, a 100 casos por 100.000, se daría el peligro, como ocurrió en verano, de normalizar la situación como si el virus ya no circulara". Rodríguez Artalejo cuenta que la llamada campaña de Navidad "no es ni puede ser un elemento relevante a la hora de tomar las decisiones sobre la COVID-19. Ahora tenemos mucha transmisión comunitaria y alta ocupación en los hospitales. Si estas medidas consiguen que todo esté más controlado para la época navideña, muy bien, pero nadie sabe cómo vamos a estar en diciembre: no conocemos la eficacia de estas medidas concretas, aunque suponemos que serán útiles".

El peligro de los calendarios fijos

López Acuña admite que "todo el mundo tiene estas expectativas porque a nivel social y de actividad económica la Navidad es importante", pero advierte de que "todos los pasos que demos deben estar subordinados a la pandemia y a la presión asistencial".

Pedro Gullón, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), coincide en que marcar calendarios fijos puede ser "peligroso" porque la evolución del virus "es impredecible". Es posible, además, que ahora se logre atajar la curva y en diciembre haya comunidades que registren incrementos fuertes, explica. Gullón advierte de que aunque se llegue a la Navidad con una transmisión baja, las fiestas "serán muy atípicas" ante el riesgo de que "actúen con efecto multiplicador, incluso más que el verano: es un corto periodo de tiempo, con una movilidad altísima y contactos con personas que posiblemente no hemos visto en los últimos meses".

Lo que tienen claro ambos expertos es que aún queda mucho camino para alcanzar el reto de los 25 casos por cada 100.000 habitantes del que también habló el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras aprobar el estado de alarma. López-Acuña augura un "esfuerzo monumental" en el que los toques de queda "serán efectivos, pero se quedarán cortos". "Son necesarias medidas más restrictivas, eso sin dejar de hacer PCR, rastrear y aislar a los positivos, fomentar el teletrabajo y el autoconfinamiento. Si hace falta un confinamiento domiciliario es algo que tendremos que ver y yo creo que dependerá mucho de cómo veamos la curva de aquí a entre dos y cuatro semanas", explica. En esta ocasión, además, el aplanamiento es "mucho más lento" que en marzo o en abril, añade Gullón, porque ahora hay elevados niveles de actividad social y económica y entonces fue un cierre total.

El catedrático Rodríguez Artalejo remata que esa incidencia supondría "tener muy muy controlada la pandemia. Es un horizonte más aplicado para movilizar a la población y que se acepten las medidas".

Fuente: El Diario.es

SEDICIÓN EN EUROPA. Se castiga con penas más bajas que en España y tiene como requisito la violencia

 El Gobierno prepara una reforma del delito de sedición para actualizar un redactado de más de 100 años.

El Gobierno se ha mantenido siempre en el respeto a la sentencia del procés, lo que no ha sido un obstáculo para que el Ejecutivo impulse este curso una reforma de la sedición que beneficiaría a los políticos y líderes sociales independentistas al acelerar su salida de prisión. Con este objetivo los 'comuns' ya han presentado al PSOE una propuesta de reforma del Código Penal. Más allá del conflicto catalán, entre las razones del Gobierno para la reforma de la sedición destaca la actualización de un tipo penal que apenas ha sufrido reformas en un siglo y su acomodación con el resto de países europeos.

Una de las características del delito de sedición español es que no forma parte los delitos contra la Constitución –como la rebelión– sino contra el orden público. No obstante, su redactado decimonónico todavía lo asemeja a la denostada 'rebelión en pequeño' pese a proteger un bien jurídico distinto, pues no castiga el ataque a la Constitución o a la integridad territorial sino el "alzamiento público y tumultuario para impedir, por la fuerza o fuera de las vías legales, la aplicación de las Leyes o a cualquier autoridad el legítimo ejercicio de sus funciones".

En cambio lo más habitual respecto a la sedición en los países europeos es el castigo a la desobediencia y a la resistencia, cuya pena se va elevando en función de la violencia de la conducta o el uso de armas. Adjunto tabla comparativa al respecto.



CORONAVIRUS. España: 35.031 muertos y más de un millón de contagiados

 El nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que provoca la enfermedad conocida como COVID-19, deja ya 1.098.320 casos en España y 35.031 muertos, según el último balance del Ministerio de Sanidad. La cifra de recuperados hasta el 18 de mayo es de 150.376 personas, pero el número de casos activos no puede facilitarse, dado que el organismo aún no ha actualizado esta información.

En cuanto a las muertes, tras una revisión que dejó fuera a casi 2.000 y doce días con el total congelado, Sanidad ha podido ubicar a todos los fallecidos por fecha de defunción. Además, los informes diarios ofrecen el número de decesos en los últimos siete días.

Madrid y Cataluña, principales focos de la pandemia

El coronavirus tiene actualmente una incidencia acumulada en la población de España de 410,18 casos por cada 100.000 habitantes diagnosticados en los últimos 14 días (medida utilizada en todo el artículo) y la Comunidad de Madrid acumula el mayor número de contagios: 296.638.

Le siguen Cataluña (207.692), Andalucía (114.707), Castilla y León (74.406), el País Vasco (60.511), Castilla-La Mancha (59.307), la Comunidad Valenciana (55.875), Aragón (51.502), Murcia (30.797), Galicia (30.638), Navarra (29.759), Baleares (17.431), Canarias (16.882), Extremadura (17.339), La Rioja (11.759) y Asturias (10.367). Por debajo de los 10.000 casos están Cantabria (9.019), Melilla (2.367) y Ceuta (1.324).















Fuente: Rtve.es