Valls ha ofrecido desinteresadamente sus
votos y concejales a los comunes y al partido socialista para evitar que
gobiernen los partidos independendistas en el Ayuntamiento de Barcelona.
Y casi simultáneamente Errejón ha
ofrecido los concejales y escaños de Mas Madrid, para un acuerdo con Ciudadanos y Partido Socialista en los gobiernos de Ayuntamiento y Comunidad de Madrid, y así
frustrar, la entrada de VOX en dichas
Instituciones y la validación de los años de corrupción del PP de Madrid.
El
rechazo de dichos ofrecimientos le supondría al partido naranja entrar en una
serie de contradicciones que a su electorado le resultarían difíciles de
entender y a Ciudadanos difíciles de explicar para futuras elecciones, puesto
que todo aquello que predicaba en sus mensajes electorales, referidos a la
lucha contra el Independentismo en Cataluña y la Regeneración Democrática en
Madrid y en el resto de España, se demostraría que no eran verdad.
Ahora
la pelota está en el tejado de Ciudadanos, para aceptar los ofrecimientos que
le llegan de Barcelona y Madrid, dar el salto y convertirse en un partido
político con sentido de Estado o bien seguir siendo un partido veleta, sujeto a
cambios de ideología constantes, de Liberal a Extrema Derecha, y viceversa,
pasando por el Centro, y guiado por intereses partidistas.