7 de julio de 2021

CORONAVIRUS. España supera 250 casos de IA, con tasa de jóvenes disparada y más de 17.000 nuevos contagios

 Este miércoles el Ministerio que dirige Carolina Darias ha informado de 17.384 nuevos casos y 17 fallecidos. La incidencia entre los jóvenes, por su parte, continúa subiendo y se encuentra en 729 para los que tienen entre 12 y 19 años, 814, para aquellos de 20 a 29 y 307, para los de 30 a 39

La tasa de incidencia acumulada en España vuelve a estar por encima de los 250 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Este miércoles se encuentra en 252,16 puntos. El ascenso es debido, principalmente al aumento de casos entre la población joven, de hecho, la incidencia en esos grupos continúa subiendo. Por franjas de edad, el dato es de 729,24 entre quienes tienen entre 12 y 19 años. Para el grupo de 20 a 29 años, supera los 800 hasta anotar 814,01 puntos. Por comunidades, la que tiene la IA más elevada en este grupo poblacional es Catalunya (2.009), seguida de Cantabria (1.702), Castilla y León (1.552) y Asturias (1.202). También crece además en las personas de 30 a 39 años, donde marca 307,97.

 

















Fuente: El Diario.es

CORONAVIRUS. La nueva variante “Lambda” aterriza en España

 Preocupa por su posible resistencia a las vacunas

El director general de Salud Pública de Cantabria, Reinhard Wallmann, ha calificado este miércoles como "alarmante" la situación del coronavirus en la región. Wallmann ha asegurado que todos los indicadores de la pandemia van a seguir creciendo en los próximos días y ha reconocido que la variante ‘lambda’ o ‘andina’ ya ha entrado en España puesto que en la actualidad está teniendo un importante impacto en Cantabria, con más del 40% de los positivos.

“La verdad es que la situación es alarmante. Estamos experimentando un incremento de casos muy considerable y llevamos ya cinco días donde a diario se han notificado más de doscientos casos y sumamos en los últimos siete días 1.324”, ha manifestado el epidemiólogo de Cantabria.

¿Qué ha dicho la OMS de la variante Lambda?

En su informe del pasado 15 de junio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya alertó que esta nueva versión del virus que se encontró por primera vez en agosto de 2020 en Perú (entonces se le denominó C.37 o ‘variante andina’) debía ser considerada "de interés" (VOI) por sus altas tasas de transmisión comunitaria. Como es lógico, preocupa por su posible resistencia a los anticuerpos (es decir, a las vacunas).

La OMS instaba así a la comunidad científica a estudiar el posible aumento de la transmisibilidad y mayor virulencia de esta versión del virus para determinar en qué grado disminuye la eficacia de las medidas sociales, las vacunas y otros tratamientos disponibles.

Según GISAID, iniciativa de ciencia global que proporciona acceso abiertos a datos del coronavirus, el 15 de junio esta variante ya estaba presente en al menos 29 países en el mundo.

En Perú, según datos oficiales de la OMS, desde abril de este año, el 81% de los casos de COVID-19 se han asociado con esta nueva variante. En Argentina la variante representó el 37% de los casos secuenciados y en Chile el 32%. Son tres de los países más castigados este año por el coronavirus.

En declaraciones a la 'BBC', Pablo Tsukayama, doctor en microbiología molecular y coordinador del Laboratorio de genómica Microbiana de Perú, ha admitido que probablemente, “Lambda” tiene una mayor transmisibilidad que otras versiones.

"El solo hecho de que sean más transmisibles, se traduce en más hospitalizaciones y fallecidos", explica Tsukayama. Respecto a los síntomas de esta nueva variante, el doctor indica que no se han reportado mayores cambios frente a los que ya se conocen con las otras mutaciones pero que, basado en algunos informes anecdóticos de doctores, podría haber una mayor frecuencia de problemas intestinales.

 Temor por las vacunas

Paralelamente, científicos de la Universidad de Chile han expresado sus temores sobre la posibilidad de que la variante peruana pudiera ser resistente a las vacunas covid-19.

 “Nuestros datos muestran por primera vez que las mutaciones presentes en la proteína de pico de la variante Lambda confieren un escape a los anticuerpos neutralizantes y una mayor infectividad”, escribieron en un artículo que aún no ha sido revisado por pares del que se ha hecho eco el diario 'La Razón'.

Los virólogos han puesto el foco sobre todo en la proteína de pico L452Q debido a su potencial para infectar células humanas como la mutación L452R en la variante Delta altamente infecciosa.

“Es posible que exhiba tasas de infección más altas, pero aún no tenemos suficientes datos fiables para compararlo con Gamma o Delta”, sostienen.

Fuente: El Plural.com

CIBERSEGURIDAD. “El manejo de los datos será en el futuro una amenaza a la seguridad nacional”

 Así se expresa, el director del Centro de Comunicación Estratégica de la OTAN, que nos alerta sobre las ciberamenazas que afronta Occidente y señala a países como Rusia, China e Irán como máximos responsables

Hace dos años, el soldado John (nombre ficticio) desobedeció las órdenes de sus superiores, abandonó su puesto de trabajo y, además, reveló su posición secreta al enemigo. Pese a la gravedad de los hechos, no fue sancionado. John había sido víctima de una manipulación en el marco de unos ejercicios de ciberguerra llevados a cabo por un grupo militar del Centro de Excelencia de Comunicación Estratégica de la OTAN (StratCom), con sede en Riga (Letonia), del que él mismo formaba parte. “Cogimos los datos personales [de los soldados] que estaban en la Red, sin piratear nada, con el fin de manipularlos y cambiar sus conductas. En tan solo dos semanas, por 200 dólares [168 euros] y con un solo empleado fuimos capaces de conseguir que un soldado desobedeciera a su superior”, revela el director del StratCom, el letón Janis Sarts, durante una entrevista este lunes en la Embajada de su país en Madrid.

Para el director del StratCom, centro abierto en la capital de la república báltica en 2014 cuando el Este de la UE puso las espadas en alto ante el avance de Rusia a raíz del conflicto en Ucrania, “los datos [su manejo] serán en el futuro una de las amenazas a la seguridad nacional” de las democracias occidentales. El directivo explica que a veces es difícil identificar si las amenazas exteriores vienen de los Gobiernos o de grupos afines, pero sí deja claro que es un problema en el que están implicados “Rusia y, hasta cierto punto, China”, y a los que se están sumando cada vez más países. “Irán, Venezuela, México y Brasil”, enumera. Mientras se baja levemente la mascarilla azul para dar un sorbo a un café, Sarts, de 48 años, añade a la lista a Filipinas. El país del sudeste asiático no solo se está haciendo un hueco en esa lista de “actores estatales” que actúan con fines maliciosos en el ciberespacio, sino que se está convirtiendo en el “kilómetro cero de la desinformación” en el mundo por su amplio uso del inglés como idioma; conocimientos informáticos y tecnológicos decentes, y un Gobierno, el de Rodrigo Duterte, que es “tímido” a la hora de atajar estas actividades, dice el experto.

El letón, de visita en España para tratar temas de seguridad nacional con Exteriores y Defensa, está preocupado por el “rápido avance de la tecnología” a nivel global, que ha implicado una mayor polarización política y social. “Hay más desacuerdos internos y más pronunciados, hasta el punto de que casi no existe la posibilidad de encontrar un término medio de entendimiento [entre dos partes enfrentadas]”, lamenta. Sarts, que lleva años observando actos “hostiles” en el ciberespacio, a través de intentos de manipulación de la opinión pública o procesos electorales, considera que ahora la atención debe dirigirse a otra amenaza: la manipulación y la desinformación a través de la compra de big data con fines maliciosos. “Con la compraventa de grandes cantidades de datos personales [big data] ahora cualquiera puede saber cómo pensamos, cómo nos movemos, qué nos gusta... De esa manera se puede manipular de forma mucho más sofisticada nuestro comportamiento en un sentido u otro”, explica. Eso es justo lo que puso de manifiesto en 2019 el comportamiento del soldado John, recuerda. Y es que “nadie está preparado para esta amenaza”.

“En China ya se está controlando todo a partir de los datos, la vigilancia constante, la inteligencia artificial. Esto es el máximo control de los comportamientos y de los pensamientos”, algo que ve peligroso.

El equipo de 14 nacionalidades que pilota Sarts puso recientemente en marcha un experimento para ver hasta qué punto el manejo de datos personales es realmente un arma y representa una amenaza para la seguridad de los Estados. “Compramos a un broker datos de 100.000 vecinos de Riga. Miramos qué tipo de información había y si potencialmente podía ser utilizada con objetivos malignos. Hicimos microfocalización [el llamado microtargeting] a cada uno de ellos para saber dónde vivían, qué familia tenían, qué les gustaba o cómo se movían”, ilustra. Finalmente, el StratCom llegó a la conclusión de que el mercado europeo está legalmente mejor protegido que el estadounidense; que los usuarios que se mueven por la red en varios idiomas están más expuestos, y que la información comprada al broker era suficiente para que un criminal pudiera entender quién es esa persona y manipular sus comportamientos. “O sea que sí. El manejo del big data representa una amenaza a la seguridad nacional”, insiste Sarts. Pese a todo, el experto argumenta que Europa está a la vanguardia en cuanto a la protección de información personal gracias al Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, por sus siglas en inglés) de 2018, por delante incluso de Estados Unidos.

Frente a las nuevas amenazas, menos reconocibles por el público, también se siguen produciendo ciberataques contra instituciones o empresas estratégicas, como ha sucedido en las últimas semanas en Estados Unidos con el caso de un oleoducto y una firma cárnica. “Aún es pronto para sacar conclusiones [de esos ataques], pero resulta interesante el momento en el que han sucedido”, desliza en referencia a la cercanía en el tiempo de la esperada reunión entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, que tuvo lugar en Ginebra (Suiza) el 16 de junio.

Elecciones en Alemania y Francia

En este sentido, y ante dos citas democráticas muy importantes —las elecciones en Alemania el próximo septiembre y las presidenciales francesas en 2022—, Sarts reconoce estar “preocupado”. Admite que Rusia tiene un interés por desestabilizar y polarizar a la sociedad en la UE. En cambio, considera que China no tiene interés alguno en estos comicios.

El director del StratCom, que colabora con la OTAN aunque formalmente no depende de ella ―lo financian Estados adscritos al centro, pero no todos están la Alianza Atlántica―, asegura que tanto Francia como Alemania llevan un tiempo preparándose para una posible injerencia electoral, pero insiste en que “será difícil” identificar a posibles responsables. En el caso de Rusia, o de actores cercanos a la órbita del Kremlin, es especialmente complicado, dice, porque su modus operandi consiste en mimetizarse lo más posible con la sociedad, con grupos y fuerzas desestabilizadoras internas del propio país afectado. De todas formas, continúa Sarts, “hay signos de que Europa está reconociendo que existe un problema y que hay algunas soluciones en el frente tecnológico que está liderando, como la GDPR. Pero no es suficiente”, insiste.

El experto apunta a la combinación de tres factores para que Europa y Occidente afronten estos desafíos futuros: más educación, más regulación y mayor capacidad de los Estados para identificar quién y para qué se utilizan los datos de los ciudadanos. “Nadie lo está controlando bien”, advierte.

EL USO DE LAS REDES SOCIALES

El director del StratCom, Janis Sarts, se muestra convencido de que las plataformas de redes sociales como Facebook, Tik Tok, YouTube y, en menor medida, Twitter, “son muy responsables, intencionadamente o no, de la polarización de la sociedad”. Explica que el modelo de negocio de estas compañías se basa en la permanencia de usuarios (el llamado 'engagement'). Lo habitual es ver circular contenido que apele a las emociones. Y eso, explica, divide.

Además, “la punta del iceberg”, sostiene Sarts, es que estas empresas no dan acceso a los datos que poseen de los ciudadanos. “Así que no se sabe nada de lo que está pasando con ellos [los datos]. En el StratCom no lo vemos adecuado porque el debate político es ahora básicamente digital y de repente vemos que está diseñado por modelos de negocio, no por otras reglas, lo que genera muchos problemas para las sociedades democráticas”.

En las elecciones al Parlamento Europeo de 2019, el StratCom compró 55.000 cuentas activas en redes por 300 euros. El 90% del discurso polarizador caló en la red, un hecho que el Centro de Excelencia de la OTAN comunicó a las compañías responsables de las plataformas. “Solo el 3% de esas cuentas maliciosas fueron cerradas”, explica. Un año más tarde, antes de las elecciones estadounidenses, el Centro hizo el mismo experimento: compró 300.000 cuentas por 300 euros. “La vulnerabilidad [de la red] siguió ahí y, además, el precio [de desestabilizar en el ciberespacio] se abarató”, lamenta Sarts.

El asalto al Capitolio el pasado 6 de enero representó, sin embargo, un “punto de inflexión” en este campo, reconoce Sarts. A partir de entonces, “las compañías [de redes sociales] se acercaron a nosotros para consultarnos, cuando antes normalmente nos ignoraban

Fuente: ElPaís.com

ESPAÑA. El Gobierno anuncia el primer observatorio público sobre ciberseguridad

 El objetivo de ObservaCiber, promovido por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) y Red.es es el de “abordar el impulso y la divulgación” entre ciudadanos y empresas.

El Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) y el Observatorio ―adscrito a Red.es―, han anunciado este martes en el transcurso del Mobile World Congress ObservaCiber, el primer observatorio público especializado en ciberseguridad, según han informado ambas entidades en un comunicado.

El primer reto de este nuevo observatorio, apoyado por el Centro Criptológico Nacional (CCN), el Departamento de Seguridad Nacional (DSN), la Oficina de Coordinación de Ciberseguridad (OCC) y el Mando Conjunto del Ciberespacio (MCCE), será “abordar el impulso y la divulgación de la importancia de la cultura de la ciberseguridad entre los ciudadanos y las empresas” a través de varios estudios.

El primero de estos informes, el Estudio sobre percepción y nivel de confianza en España. Cómo se protege la ciudadanía ante los ciberriesgos, se ha dado a conocer durante la presentación y constata un aumento del uso de la mensajería instantánea y los chats (71,7%); así como servicios de pagos a través de Internet (58,4%), el acceso a los contenidos digitales de pago (43,4%) o los trámites a través de la Administración Pública Electrónica (42,5%).

Además, el 41,5% de los encuestados cree innecesario cifrar documentos o datos, algo que desde el observatorio tachan de “preocupante” teniendo en cuenta que se trata de una medida preventiva para evitar el acceso no autorizado.

De la segmentación por género, se aprecia una mayor tendencia por parte de las mujeres a desconfiar de las medidas de seguridad de las que disponen en el ordenador personal, como en el caso del uso de certificados digitales, donde un 13% declaran no fiarse de ellas, frente al 8,4% declarado por los hombres. Además, el 65,7% de las mujeres realizan con mayor frecuencia copias de seguridad de sus archivos, fotos o documentos de sus terminales móviles, frente al 62% de los hombres.

Las mujeres comparten menos información sensible

En banca online o comercio electrónico mejora la conducta de los usuarios: aumentan muy ligeramente los usuarios que vigilan los movimientos en su cuenta (92,1%) o los que cierran la sesión al terminar (88,2%). También es reseñable que los usuarios de redes sociales han mejorado la privacidad de sus cuentas, comprueban más la veracidad de lo que se descargan y analizan los archivos.

Los correos electrónicos no deseados siguen encabezando el listado de problemas de seguridad y en redes sociales, las mujeres suelen comportarse de manera más prudente que los hombres al publicar información propia. Además, un 46% tienen configurado su perfil en estas aplicaciones para que solo pueda ser vista por sus amigos o contactos, mientras que este porcentaje se sitúa en el 39,8% en el caso de los hombres.

Aumenta la extorsión cibernética

En fraude online, se ha incrementado la extorsión con información personal, pasando en seis meses del 7,1% al 8,8%. Además, ocho de cada 10 usuarios dice no haber sufrido impacto económico tras un fraude y se han disparado hasta un 74,6% los usuarios que han tenido pérdidas de hasta 100 euros por fraude telefónico. Cabe destacar que los hombres sufren más situaciones de fraude que las mujeres, especialmente en solicitud de claves de usuario y páginas de venta online falsas.

Por último, continúa aumentando ligeramente la percepción de que Internet es cada día más seguro, pero también que hay que reducir los riesgos (el 41,8% de los usuarios siguen creyendo que la seguridad es una barrera en el uso de internet) y cerca de la mitad de los españoles (52% de los hombres y 41% de las mujeres) muestra seguridad a la hora de hacer pagos ‘online’.

Fuente: El Pais.com

CIBERSEGURIDAD. Microsoft aconseja actualizar cuanto antes los equipos con Windows

 La compañía alerta de que los ciberdelincuentes pueden acceder a sus ordenadores aprovechando una vulnerabilidad bautizada como PrintNightmare

Microsoft ha lanzado una alerta de seguridad para los usuarios de sus sistemas operativos Windows 10 y Windows 7 y les ha recomendado que actualicen “inmediatamente” sus equipos. La actualización permitirá instalar un parche de seguridad de emergencia contra una vulnerabilidad considerada crítica por la compañía, descubierta en los últimos días en el servicio de cola de impresión, y que permitiría a los ciberdelincuentes ejecutar código malicioso en los ordenadores de sus usuarios.

La vulnerabilidad ha sido bautizada como PrintNightmare, está recogida en la web de Microsoft con el código CVE-2021-34527, y facultaría a un atacante a ejecutar “código remoto con elevación de privilegios del sistema”. Es decir, permitiría que un ciberatacante instalara programas y accediera a datos para modificarlos o eliminarlos, e incluso, que creara nuevas cuentas de usuario con todos los privilegios. Así lo ha confirmado Microsfot y la compañía de ciberseguridad Sangfor, que descubrió la vulnerabilidad la semana pasada.

Los investigadores de Sangfor publicaron accidentalmente en Twitter una guía práctica para explotar la vulnerabilidad, según informa CNN. Posteriormente la eliminaron, pero no antes de que se publicara también en la plataforma para desarrolladores GitHub.

Los parches de seguridad de Windows son archivos que se ponen a disposición de los usuarios para corregir fallos de funcionamiento y cerrar potenciales vulnerabilidades del sistema operativo. PrintNightmare no disponía de parche que lo solucionara hasta ahora, pero Microsoft ha difundido una actualización de seguridad para los usuarios de Windows 10 e incluso de Windows 7, sistema que carece de soporte desde el año pasado. En cambio, no ha difundido ningún parche para Windows 11, su nuevo sistema operativo de momento para usuarios en pruebas.

Recomendación

La actualización, que ha recibido el código KB5004945, requiere a los usuarios de Windows 10 y 7, para instalar dicho parche, seguir los siguientes pasos publicados en la página de la compañía:

  1. Acceder al menú “Configuración” de Windows
  2. Buscar el apartado “Actualización y seguridad”
  3. Seleccionar la opción “Windows Update”
  4. Aparecerán actualizaciones ya disponibles.
  5. Si no las encuentra, pulsar en el botón “Buscar actualizaciones”.
  6. Hacer clic en “Instalar ahora” y seguir el proceso.
  7. Esperar unos minutos.
  8. Cuando termine de instalarse, reiniciar el ordenador para aplicar los cambios.

Fuente: El Pais.com

IA: “El futuro que trae la inteligencia artificial parece distópico, pero vamos hacia allí de cabeza”

 La futuróloga, Amy Webb, considera que si los países no empiezan a trazar una estrategia seria respecto a las tecnologías más disruptivas, nos aguarda un porvenir oscuro

Estamos entrando en una nueva fase del desarrollo de la inteligencia artificial (IA). Hay un puñado de empresas que están creando el código que marcará a las generaciones futuras. Y lo están haciendo sin que la sociedad participe de decisiones clave, sin que nadie supervise si la IA que ahora mismo se está cocinando con fines principalmente comerciales es también la que queremos que ordene nuestras vidas en las próximas décadas. Amy Webb (East Chicago, Indiana, 1974) ha tomado como punto de partida este momento clave para describir tres posibles escenarios de futuro para este siglo. A eso se dedica, de hecho, Webb: es fundadora y CEO de Future Today Institute, una compañía que investiga, modela y prototipa los riesgos y las oportunidades que están por venir. Entre sus clientes se cuentan algunas de las mayores empresas del mundo, pero también bancos centrales y gobiernos, incluyendo el Departamento de Defensa de EE UU.

Desde su punto de vista, la inteligencia artificial general (IAG, la que definitivamente superará a la humana) está ya dando sus primeros pasos. AlphaGo Zero demostró que una máquina es capaz de superar a la mente humana, diseñando estrategias ganadoras para un juego tan completo como Go que los mayores maestros del mundo ni siquiera son capaces de entender. “La gente suele pensar que la IAG se parecerá a los replicantes de Blade Runner o a Jarvis de las películas de Marvel. Es cierto que AlphaGo no puede conducir un coche o inventar nuevas recetas, pero yo diría que es un ejemplo temprano”, sostiene.

En su libro Los nueve gigantes. Cómo las grandes tecnológicas amenazan al futuro de la humanidad (Península), la asesora alerta de que si no tomamos las riendas de la situación, lo que veremos en los próximos años seguramente no será de nuestro agrado. De eso se encargarán los nueve gigantes: la GMAFIA (Google, Microsoft, Amazon, Facebook, IBM y Apple) y los BAT (Baidu, Alibaba y Tencent). “Elegí estas porque son las que hacen un uso más transversal de la IA”, justifica la autora.

PREGUNTA. ¿Tenemos motivos para temer la IA?

RESPUESTA. Creo que sí. La gente suele identificar la amenaza de la IA con el surgimiento de una especie de Terminator. El futuro que nos depara es mucho más matizado. No hace falta morir de un tiro, también se puede fallecer por millones de cortes de papel. Algunos de los problemas que afrontamos hoy parecen muy menores: que se nos muestren noticias distintas a las que ve otra persona, recomendaciones diferentes, precios también distintos en función de qué puede pagar cada uno... No son cosas catastróficas, pero no dejan de erosionar nuestra capacidad de decisión. Paralelamente, la IA sigue ganando terreno. En EE UU hay quien propugna que la regulación del tráfico aéreo la lleven a cabo sistemas automáticos. En los aviones de hecho la IA hace la mayoría del trabajo, aunque los pilotos están al mando de las operaciones críticas: despegue y aterrizaje. Puede que la IA sea mejor que nosotros, pero ¿cómo nos aseguramos de que los datos con los que opera están bien?

P. Sostiene que mientras China tiene una estrategia muy clara para convertirse en líder mundial de la IA, en Occidente se ha permitido que las empresas desarrollen esta tecnología como prefieran.

R. China nunca ha escondido sus ambiciones: quiere dominar la IA, pero también la biología sintética, la edición genética… Le han contado su plan a todo el mundo y lo están ejecutando paso a paso, el problema es que durante mucho tiempo nadie se los tomó en serio. En EE UU el Gobierno ha mirado hacia otro lado. En algún momento la gente se preocupó porque Facebook hacía cosas malas y porque Amazon y Google están convirtiéndose en empresas demasiado grandes, y ahora es cuando se está tratando de legislar. En la UE desde el principio se ha pensado en la regulación, pero la tecnología que regula no se fabrica en Europa. Así que tenemos el Salvaje Oeste en EE UU, donde las compañías hacen lo que quieren; un sistema planificado en China comandado por el gobierno y una UE que está tratando de establecer el estándar de cómo deberían ser las cosas. El problema es que estos tres actores no están motivados para colaborar de ninguna forma. Vamos hacia redes de IA separadas, como ya pasó con internet.

P. Las grandes tecnológicas están desarrollando una IA que casa con sus intereses comerciales, pero no necesariamente con lo que la gente necesita. ¿Cómo se puede encontrar un equilibrio mejor?

R. Efectivamente, son empresas y por tanto tienen que ganar dinero, pero no pueden saltarse la ley. Y de hecho no lo están haciendo, aunque pensemos que lo que hacen no es lo mejor para nuestros intereses a largo plazo. El gran problema es que a la mayoría de la gente le da igual. La gente quiere buenas experiencias de producto y no tomar decisiones. Y eso crea una paradoja: por un lado, la mayoría seguramente opine que sí hay que trocear a las big tech, pero al mismo tiempo nadie estaría dispuesto a dejar de usar voluntariamente los servicios que ofrecen.

P. Usted propone que la IA se convierta en un bien público.

R. Eso ya pasa con la energía o las telecomunicaciones. En ambos sectores hay compañías que ganan dinero, la diferencia es que hay un alineamiento más fuerte entre los gobiernos y las empresas. Si podemos definir conceptualmente la IA como un bien público entonces podemos incentivar más colaboración público privada. Va a ser complicado, y cuanto más esperemos peor, porque más desarrollado estará el ecosistema.

P. Deja claro también que China puede ser una amenaza.

R. China ha invertido muchísimo en el mundo en desarrollo. Pero no solo dinero: tienen diplomáticos sobre el terreno, están construyendo relaciones sólidas. Creo que va a haber grandes cambios geopolíticos en los dos próximos años. Y no me extrañaría que China construya un bloque geopolítico apoyado en la tecnología, un campo que es posible que lidere. Creo que eso es un problema para Europa y EEUU.

P. En su libro describe tres posibles escenarios en función de cómo gestionemos la IA. ¿Cómo los desarrolló?

R. Soy futuróloga. Sé que eso suena raro, pero tenemos nuestros métodos. La planificación y el estudio es una parte capital de nuestro trabajo. Hay muchas formas de describir escenarios de futuro, que siempre incorporan una gran cantidad de investigación y de construcción de modelos. En este libro me plantee el reto de ver qué pasaría si tomamos las decisiones adecuadas, si tomamos decisiones terribles o si seguimos como hasta ahora. Me interesaba construir tres escenarios, optimista, pesimista y pragmático, porque quiero que la gente vea que tenemos alternativas. Y espero que nos sirva para tomar buenas decisiones.

P. ¿Cómo es el escenario optimista?

R. No significa que vivamos en un mundo idílico, sino que afrontamos las decisiones difíciles de la mejor forma posible con la información que tenemos. En este escenario se aplica un sistema de incentivos económicos como método para unir a los países y se tratan los datos personales de forma adecuada para afrontar los desafíos que tenemos hoy. Y también se empieza a desarrollar tecnología que servirá a los centennials [los nacidos entre 1990 y 2009]. Para que este escenario funcione también hay que identificar el ciberterrorismo patrocinado por estados. Soy consciente de que esto último es muy aspiracional, pero tendría sentido.

P. ¿Y el pragmático?

R. El escenario pragmático dibuja qué pasaría dentro de unos años si seguimos como hasta ahora. Tendremos una mayor consolidación empresarial y la mayoría de países, también España, se unirán a la familia de Google o Applezon, la fusión de Apple y Amazon. Eso significa que una de estas compañías controlará tus datos y aportará el sistema operativo de tu vida diaria. Microsoft e IBM siguen existiendo, aunque en un segundo plano, y Facebook desaparece, porque realmente no le veo continuidad a largo plazo a su modelo de negocio. Este futuro explora qué pasaría si nuestras vidas dejan de ser interoperables. Paralelamente, China sigue concentrando poder mientras EE UU combate a las big tech en los tribunales y la UE regula el uso de la tecnología. Al final de este escenario, China crea su propio bloque geopolítico basado en las relaciones económicas y diplomáticas que lleva tanto tiempo cultivando y en la aplicación de su IA en sus áreas de influencia, que pasan a ser dependientes de su tecnología. China crea One China y usa la tecnología para encerrar a los demás países en su bloque: hace difícil a las empresas operar más allá de sus propias fronteras, dificulta que la gente viaje fuera… Y este escenario culmina con un nuevo tipo de guerra tecnológica en la que domina China.

P. ¿Cómo es el pesimista?

R. En el escenario pesimista, China ya no necesita a EE UU como socio comercial ni como fuente de propiedad intelectual. Exporta su sistema de crédito social a más de 150 países y, a cambio de obediencia, estos países tienen acceso a su red tecnológica, al comercio y a un sistema financiero estable respaldado por Pekín. Sus ciudadanos son libres de desplazarse por todos los países de la órbita china siempre que su crédito social sea suficiente. EE UU y Europa quedan cercados. Con el tiempo, China desarrolla una super inteligencia artificial que decide que, en un planeta superpoblado y con falta de alimentos, hay que aniquilar a la población de fuera del bloque para sobrevivir.

P. ¿Cuál de los tres escenarios le parece más plausible?

R. Creo que ahora mismo estamos avanzando decididamente hacia el pragmático. Muchos creen que este escenario parece muy distópico. Pues si te hace sentir incómodo tengo malas noticias: estamos yendo hacia allí de cabeza. El catastrófico tampoco parece muy lejano. Todavía estamos a tiempo de rectificar, pero la pandemia nos ha dividido todavía más en muchos sentidos. Espero que a medida que el mundo empiece a salir de esta crisis recordemos que tenemos mucho trabajo que hacer y que hay que tomar muchas decisiones complicadas para lograr que la IA sirva al interés público

Fuente: El Pais.com

PRIVACIDAD. Los bancos no podrán exigir a los clientes sus datos biométricos, ni para firmar transacciones por la cara.

 La Agencia Española de Protección de Datos concluye que las entidades están en su derecho de ofrecer esta tecnología para validar operaciones, pero solo cuando los usuarios den su consentimiento

Las entidades bancarias podrán seguir usando los datos biométricos de sus clientes, como la huella dactilar o el reconocimiento facial, como método de autenticación para realizar operaciones. Pero en ningún caso tendrán derecho a exigir esa información en el momento de abrir una cuenta. Así lo concluye la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) en un informe presentado el viernes por su gabinete jurídico, en el que se deja claro que dichos datos solo se podrán solicitar con carácter voluntario.

Según ha podido saber EL PAÍS, el citado informe responde a un proyecto presentado en el marco del llamado sandbox o banco de pruebas para la transformación digital del sector financiero, un entorno seguro para probar innovaciones tecnológicas en el ámbito de las fintech antes de su comercialización puesto en marcha el año pasado por el Gobierno y en el que participa la AEPD. Una entidad bancaria, cuya identidad no puede revelar la agencia, planteó “el tratamiento de datos de reconocimiento facial en el momento del alta de clientes en la oficina o a través de un canal online con el objetivo de verificar su identidad y así realizar las verificaciones oportunas (...) de prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo (...), así como del control del fraude”, lee el informe.

La respuesta es contundente. Como a fecha de hoy no hay una ley que especifique los supuestos en los que cabe apelar al interés general para solicitar datos biométricos, ni que fije las garantías y salvaguardas necesarias, debe primar la privacidad de los ciudadanos. “La propuesta de tratamiento de datos basados en el reconocimiento facial con fines de identificación (...) carece de base de legitimación (...) y es contraria a los principios de necesidad, proporcionalidad y minimización”. En plata: no se puede pedir a los clientes que aporten sus datos biométricos si ellos no quieren.

Los informes del gabinete jurídico de la AEPD marcan el criterio que seguirá la agencia en caso de conflicto. En otras palabras, es un aviso a navegantes de que si hay una denuncia sobre este tema en particular, la entidad afectada tendrá las de perder.

Los argumentos esgrimidos por la AEPD son similares a los expuestos en la sentencia del Tribunal Constitucional que tumbó la normativa que permitía a los partidos políticos crear perfiles ideológicos de los ciudadanos. “El Constitucional ya dijo que aunque hay una prohibición general de tratar datos biométricos, en caso de que hubiera un interés público esencial podría hacerse. Pero tendrían que fijarse muy claramente por ley los supuestos, las medidas organizativas para proteger los datos, las garantías, etcétera”, subraya Borja Adsuara, experto en Derecho Digital y uno de los impulsores del citado recurso ante el Constitucional. El recurso se ganó: la sentencia tardó solo dos meses en publicarse y tumbó la normativa por unanimidad de los magistrados.

El informe de la AEPD cita también el caso de Mercadona. La cadena de supermercados puso en marcha el año pasado en 40 establecimientos de Mallorca, Valencia y Zaragoza una red de cámaras de vigilancia dotados de un sistema de reconocimiento facial. Su objetivo, según reveló a posteriori la compañía, era identificar a delincuentes fichados. La Audiencia Provincial de Barcelona resolvió en febrero de este año que “el nivel de intrusión en la vida de los interesados” era desproporcionado. Se instó a la compañía a retirar el sistema. “Los mismos que interpusimos el recurso ante el Tribunal Constitucional por los partidos políticos dijimos que nos parecía excesivo lo de Mercadona: para identificar a cuatro rateros no hace falta tomar los datos biométricos de todos los clientes. Eso olía mal. Y nos han dado la razón”, sostiene Adsuara.

Identificación facial y huella dactilar

Las aplicaciones móviles de los bancos cada vez le roban más protagonismo a las sucursales bancarias. Casi todo se puede hacer hoy desde el móvil. Para agilizar los trámites y ahorrarle a los clientes la memorización de contraseñas, algunas entidades ofrecen a día de hoy la opción de entrar en sus respectivas apps con su huella dactilar o con el reconocimiento de su rostro. Ambos métodos son posibles gracias a los sensores que incorporan los teléfonos inteligentes de última generación y su uso va a más, tanto en el sector bancario como en otros.

El BBVA se convirtió en junio en el primer banco que permite firmar operaciones por la cara. Otras entidades, como Banco Santander, incorporan el reconocimiento de huella dactilar como medida adicional de seguridad para realizar algunas operaciones, entre ellas validar compras online. Todo esto podrá seguir haciéndose de forma voluntaria: lo que especifica el informe de la AEPD es que no se pueda obligar a los clientes a aportar datos biométricos.

Fuente: El Pais.com