El CEO de Telegram,
Pavel Durov, ha reiterado su negativa a facilitar al Servicio Federal de
Seguridad de Rusia (FSB por sus siglas en ruso) el acceso a varias cuentas de
usuarios de la aplicación de mensajería, tras la sentencia de un tribunal de
Moscú que lo obliga al pago de una multa 800.000 rublos (unos 12.000 euros al
cambio) por negarse a cooperar.
La sanción económica
a Telegram, establecida este lunes por el tribunal moscovita de Meshchansky, se
debe a la negativa de Durov a facilitar herramientas con las que el FSB podría
crear una puerta trasera con la que burlar la encriptación de mensajes de la
aplicación, lo que, como entiende el responsable de Telegram, constituye una
infracción del código administrativo ruso.
El FSB, una agencia
de investigación gubernamental heredera del KGB y dependiente directamente del
presidente ruso --el equivalente al FBI en Estados Unidos--, reclamó al CEO de
Telegram, el ruso y residente en Estados Unidos Pavel Durov, que le facilitase
estas herramientas para acceder a los mensajes intercambiados por los usuarios
de seis números de teléfono.
Tras la presentación
del requerimiento, que llevó a cabo el FSB el pasado 12 de julio y por la que
reclamaba los mensajes de seis números de teléfono, la compañía responsable de
la aplicación de mensajería disponía de un periodo de siete días para
proporcionar los medios a las autoridades rusas, según ha publicado la agencia
rusa de noticias TASS.
Durov, a su vez, ha
respondido criticando la sanción del tribunal ruso, y ha asegurado que "el
deseo del FSB de acceder a mensajes privados constituye un intento de expandir
su influencia a expensas de los ciudadanos y los derechos y libertades constitucionales",
como ha publicado el ejecutivo en su cuenta en la red social VKontakte.
No se trata esta de
la primera ocasión en la que Telegram ha tenido problemas en Rusia por motivo
de su política de encriptación de mensajes, ya que el pasado mes de junio,
Aleksandr Zharov, director del Servicio Federal de Supervisión de las
Telecomunicaciones ruso, amenazó con bloquear la aplicación en Rusia si esta no
cumplía con la ley.
WhatsApp y Apple son
dos compañías que han vivido situaciones similares en los últimos años. La
aplicación de mensajería llegó a quedar bloqueada en Brasil, en 2016, por orden
judicial, debido a la negativa de su dirección de entregar información de
varios usuarios en el marco de una investigación de narcotráfico y crimen
organizado.
Apple, por su parte,
rechazó proporcionar al FBI las herramientas para crear una puerta trasera en
un dispositivo iPhone perteneciente a uno de los atacantes en el tiroteo de San
Bernardino (Estados Unidos), que tuvo lugar en diciembre de 2015.
Fuente: Europa Press