Se acabaron los ojos indiscretos en las comunicaciones mediante el
servicio de correo electrónico de Google. El cifrado HTTPS que ya desde 2010
aparecía por defecto en Gmail desde este jueves pasa a ser obligatorio y no
podrá desactivarse, con lo que nadie que no sea el destinatario y el remitente
podrán acceder al contenidos de los emails enviados mediante este servicio.
Las comunicaciones entre los distintos servidores de Gmail serán desde
hoy sometidas a un cifrado de seguridad, lo que puede comprobarse con facilidad
cuando en la barra de direcciones del navegador se observa que la URL comienza
por las siglas HTTPS, es decir, protocolo de transmisión segura de hipertexto.
Independientemente de que el usuario acceda a Gmail desde una red WiFi
pública que pueda permitir que otros tengan acceso a los datos que circulan por
la misma Gmail tendrá codificadas todas sus comunicaciones con este protocolo
de seguridad al enviar y recibir paquetes de datos de todos los servidores,
algo que constituía un objetivo prioritario para la Agencia de Seguridad
Nacional según desveló en su momento el exanalista de la NSA Edward Snowden.
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