Los casos del último rebrote del
coronavirus en China, registrados en el noreste del país, tienen diferentes
características a los del brote original, que surgió de la provincia central de
Hubei, informan medios locales.
El diario oficial Global Times cita a
un experto de la Comisión Nacional de Sanidad, Qiu Haibo, que apareció esta
semana en la televisión pública afirmando que los casos detectados estas últimas
semanas en las provincias de Heilongjiang y Jilin se parecen más a los
importados de otros países que a los de Hubei, en cuya capital, Wuhan, se
registraron los primeros contagios mundiales de la Covid-19.
Aunque no se habla de una mutación
confirmada del virus, las diferencias en el comportamiento del patógeno podrían
suponer que se ha producido, lo que dificultaría el trabajo de contención de su
propagación y el de desarrollo de tratamientos y vacunas.
En esas dos regiones nororientales,
según Qiu, los contagiados muestran un período de incubación más largo y
síntomas atípicos -en muchos casos, no tienen fiebre pero sí fatiga o
irritación de garganta- o directamente no muestran síntomas, lo que resulta en
contagios en el entorno familiar.
En Wuhan, los pacientes no solo
sufrían lesiones pulmonares sino que el virus también atacaba su corazón, riñones
o intestinos, mientras que en Heilongjiang y Jilin los contagios relativos a
casos importados apenas causaban daños a otros órganos aparte de los pulmones.
Portan el virus durante más tiempo
pero con menos gravedad
Qiu agregó que los contagiados nororientales
están portando el virus durante un período más largo que los de Hubei, y que
los tratamientos están siendo más efectivos en esas zonas, donde la proporción
de casos graves es menor que en Wuhan.
El aeródromo londinense ocupa la
séptima plaza debido a que en el 2018 tuvo un tráfico de pasajeros que alcanzó
los 80,1 millones de personas.
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La provincia de Jilin es uno de los
lugares donde siguen dándose contagios en China, país en el que las autoridades
creen que tienen el virus prácticamente bajo control.
En esa zona sigue habiendo 25 casos
activos de los 84 que siguen mostrando las cifras oficiales a nivel nacional,
aunque el último parte de la Comisión Nacional de Sanidad no muestran nuevos
contagios en la provincia de Jilin.
El principal foco está en el municipio
de Shulan, bajo la jurisdicción de la vecina ciudad de Jilin, donde las autoridades
han impuesto un confinamiento ante el resurgimiento de los casos y obligarán a
todos los residentes que regresan desde Rusia -uno de los países más afectados
por la pandemia- a registrar su información personal y a someterse a pruebas de
ácido nucleico sufragadas por el Gobierno.
El noreste de China ha sido el punto más
conflictivo para las autoridades locales, que en las últimas semanas se han
visto obligadas a cerrar la frontera con Rusia después de detectar un goteo de ciudadanos
chinos infectados procedentes de territorio ruso e incluso a construir otro
“hospital exprés” en la provincia de Heilongjiang.
Fuente: 20minutos.es