5 de abril de 2020

CORONAVIRUS. ¿Por qué se ensaña con Italia y España?

Demografía, sociabilidad, falta de tests y reacción tardía explican que los dos países sumen el 44% de muertos mundiales
Con 15.300 y 11.700 muertos, Italia y España hace días que dejaron atrás a la región china de Wuhan, origen de la pandemia, y encabezan el triste ranking de víctimas por coronavirus en el mundo. Ambos países suman el 44% de los muertos globales, mientras representan sólo el 1,4% de la población mundial.
¿Por qué la Covid-19 se ha ensañado en este rincón del Mediterráneo? ¿Mala suerte? ¿Mala gestión? ¿Existen factores que explican su mayor vulnerabilidad que otras zonas? ¿O, simplemente, Italia y España han enfilado primero una senda que otros seguirán más tarde?
Los interrogantes están encima de la mesa de los expertos, que advierten que es pronto para conclusiones pues están ante un virus aún muy desconocido. “No estamos seguros de por qué, ni siquiera de si Italia y España han sido golpeados más duramente que el resto de países europeos”, dice Leon Danon, epidemiólogo de la Universidad de Exeter y miembro del equipo que asesora al Gobierno británico.
Algunas hipótesis, sin embargo, toman fuerza. Si hay un elemento al que apuntan los datos de forma constante, es que la edad es clave: la Covid-19 golpea mucho más letalmente a la gente mayor. La pirámide demográfica de Italia y España, con una población envejecida, indica que son más vulnerables ante el virus. “La famosa dieta mediterránea y la longevidad están jugando en vuestra contra”, resume Danon.
Los expertos advierten no coinciden si los dos países mediterráneos van peor o sólo primeros
La demografía explica algo, pero no todo. La edad media en Italia (45,9) y España (44,9) está por encima de la china (38,4) o la británica (40,5), pero no tanto de la surcoreana (43,7) o la alemana (45,9).
La estructura social mediterránea, las costumbres y modos de relacionarse, han contribuido, afirma Àlex Arenas, catedrático de Ciencias de la Computación y Matemáticas de la Universidad Rovira i Virgili. “Somos una sociedad muy familiar, en la que los abuelos cuidan a los niños al salir del cole. Y somos de abrazar y besar, de quedar con los amigos para tomar algo. Es distinto en el norte de Europa, no digamos en los países asiáticos, donde el contacto físico es mínimo y todos llevan mascarilla”.
Los italianos Paolo Surico y Andrea Galeotti, profesores de Economía en la London Business School, señalan un estudio del 2008 que analiza el contacto entre grupos de edad en ocho países europeos para determinar su impacto en la propagación de enfermedades infecciosas. España no sale, pero Italia sí, y es razonable creer que los datos serían parecidos: los ancianos italianos tienen mucho más contacto con niños y jóvenes que los alemanes.
Surico y Galeotti comparan estadísticas en Italia o Corea del Sur. El 29,9% de los infectados coreanos tiene entre 20 y 29 años; en Italia son el 3,7%. Ahí, en cambio, el 41,3% tienen más de 70 años, frente al 8,7% coreano. ¿Cómo, si es el mismo virus? La diferencia es que Italia sólo hace tests a los casos más graves; Corea ha testeado de forma masiva y no sólo a los enfermos.
Todos los expertos consultados coinciden que los tests son el factor clave que explica la propagación o contención de la epidemia. Alemania, que comenzó en enero y ahora hace 500.000 pruebas por semana, “tiene una imagen más clara que otros de la parte del iceberg que está escondida bajo el agua”, dice Maier.
Fuente: lavanguardia.com