El premio Nobel de
Economía cree que es necesaria la emisión de eurobonos en una crisis como la
actual, pero advierte de que ese paso exige una solidaridad que no existe en la
UE
Dice Joseph E.
Stiglitz (Indiana, EE UU, 1943) que algunas de las medidas económicas de
Estados Unidos contra el coronavirus son importadas. Como la iniciativa de
algunos países europeos de mantener a los asalariados vinculados formalmente a
la empresa durante las suspensiones temporales de trabajo, “algo especialmente
relevante en EE UU, donde la mayoría de los trabajadores tiene seguro médico a
través del empleador”. Desgraciadamente, a Europa no le está resultando tan
sencillo replicar la gran ventaja de EE UU para enfrentar esta crisis: emitir
deuda con la que financiar las medidas de salvamento. “Hay que emitir los
eurobonos, de verdad lo creo, pero por ahora no hay suficiente solidaridad en
Europa para apoyar una medida así”, explica el Nobel de Economía a EL
PAÍS durante una entrevista telefónica.
Confinado en su casa
de Nueva York, Stiglitz alerta de que la indecisión europea puede provocar una
caída económica más profunda si implica una reacción “demasiado tardía y
demasiado pequeña”: “Hay mucha preocupación por la viabilidad del proyecto
común si, en esta crisis, Europa se demuestra incapaz de demostrar la
solidaridad necesaria”.
Pregunta. ¿Está en
juego el proyecto europeo?
Respuesta. Este es un
momento de crear o romper. La unión se solidificará si se percibe que, en el
momento de necesidad de una nación, los ciudadanos europeos ayudaron. Pero
también puede ocurrir todo lo contrario si unos siguen siendo tan egoístas como
siempre y solo hay palabras de consuelo pero no lo que de verdad hace falta,
que es dinero. Este es un momento crítico para el futuro de Europa.
P. En Alemania existe
el temor de darle votos a la extrema derecha si el Gobierno comparte el coste
financiero de la crisis con los países del sur...
R. Esto es algo que
remite al gran error de Angela Merkel en 2010 y 2011. En aquel entonces no dijo
que los griegos trabajaban incluso más horas que los alemanes ni que había que
ayudar a un socio europeo en una etapa muy difícil, no solo por solidaridad sino
por ayudar a los bancos alemanes... Lo que hicieron fue salvar a los bancos,
dejar la cuenta sobre los hombros del pueblo griego y tildar a los griegos de
vagos. Lo que estamos viendo una década después es la consecuencia de ese
discurso maniqueo para pasar a los griegos la culpa de un dinero prestado por
bancos franceses y alemanes. Pero una vez dicho eso, la pregunta fundamental es
cuál va a ser el futuro de Europa. Si no hay una respuesta adecuada de Europa,
el sentimiento anti UE en países como Italia va a crecer.
P. ¿Estamos en un
momento de ruptura con la doctrina del liberalismo económico?
R. Eso espero. Se
está demostrando el error fundamental del liberalismo y es que los mercados por
sí solos no pueden manejar esta crisis, por eso estamos acudiendo al Gobierno.
Los mercados tampoco nos prepararon porque siempre tienen una visión incompleta
de los riesgos. En 2008 se vio que habían tomado demasiados riesgos financieros
y esta crisis es otra demostración del exceso de riesgo. En EE UU, los hospitales
no tenían camas extra y las empresas funcionaban con sistemas de inventario
just in time. Todo bien hasta que tienes un problema. Entonces es un desastre.
Es como llevar el coche sin rueda de repuesto. Si pinchas, los costes son
enormes. Donald Trump ha propuesto cada año recortes de un tercio en
investigación científica y ha reducido los fondos de los Centros para el
Control de Enfermedades... Este recorte descerebrado del sector público nos ha
dejado sin protección y sin preparación. Creo que la gente se ha dado cuenta de
que el motivo por el que EE UU no tenía capacidad de hacer test es el
desmantelamiento del sector público. Corea del Sur estaba en una posición mucho
mejor que EE UU. Aquí, en Nueva York, estamos sintiendo el coste de una manera
dramática.
P. En la crisis de
2008 también se hablaba de agotamiento del modelo neoliberal y, sin embargo,
aquí estamos...
R. Ese va a ser el
gran desafío de la política. En medio de esta crisis, los republicanos
propusieron increíblemente un fondo de 500.000 millones de dólares para las
empresas y muy pocas ayudas para la gente que va a sufrirla más. Hizo falta la
acción decidida del Partido Demócrata para sacar una ley que en los hechos será
la probable salvación de la economía. Así que uno de los dos partidos
claramente no ha aprendido nada, pero mi esperanza es que una mayoría de los
votantes estadounidenses sí haya aprendido la lección y las consecuencias de
tener un sector público insuficientemente financiado. Pero va a ser una batalla
política tan polarizada como cualquier otro debate de los que hemos tenido en
los últimos tres años.
P. ¿Esta crisis ayuda
a la candidatura de Bernie Sanders o ya está fuera de la carrera?
R. Está prácticamente
fuera, pero ayudará a quien quiera que sea el candidato demócrata que señale
que el Estado defendido por Trump y el Partido Republicano nos ha dejado sin
recursos para manejar la pandemia, proteger a los estadounidenses y prepararnos
ante riesgos como éste. Esta crisis ilustra la diferencia fundamental en los
valores de los dos partidos.
Fuente: elpais.com