El último informe del MIT (Massachusetts Instituye of Technology) demuestra que los
"Me gusta" de Facebook no sirven para nada.
Para la realización del informe han llevado a cabo un experimento para determinar la
utilidad de captar fans. Para ello, crearon 13 cuentas en Facebook, en las
cuales se especificaba claramente que se trataba de cuentas falsas, y que por
tanto no se recomendaba a nadie que las siguiera. Estas 13 páginas se
dividieron en 2 grupos (9+5).
Al
primer grupo, compuesto por 5 perfiles, se le dotó con un presupuesto publicitario,
con el fin de conseguir fans en todo el mundo, especialmente Estados Unidos,
Francia, Egipto e India. Por su parte, para las 9 páginas restantes se recurrió
a empresas que crean de forma artificial dichos fans, una actividad muy popular
para hacer crecer rápidamente los fans, aunque no por ello exenta de críticas,
dada la dudosa veracidad y procedencia de los perfiles adheridos como
seguidores.
Como
resultado de estas acciones, los investigadores pudieron observar que, las
páginas promocionadas por la vía tradicional, consiguieron fans, a pesar de los
explícitos mensajes disuasorios acerca de esta acción. Asimismo, dichos fans
procedían de lugares tales como India, Egipto y otros países de todo el globo,
excepto Francia y USA. Otro hecho reseñable es que los nuevos fans seguían, de
media, a una media de 1.000 páginas; sin duda una cifra elevada, máxime
teniendo en cuenta que la media suele rondar en torno a las 40. Datos que nos
hace pensar que dichos fans eran, asimismo, cuentas falsas, cuya actividad
principal era la de seguir en masa a otras cuentas.
En
el caso del segundo grupo, las cuentas falsas también consiguieron obtener
fans, entre los 600 y 1000. Asimismo, dichos fans crecían de forma
intermitente, pero masiva, lo cual nos lleva a la conclusión de que, detrás de
dicha estrategia de crecimiento, se escondía la mano de un robot.
Por
tanto, ante los resultados expuestos, no podemos sino poner seriamente en duda
la utilidad de las prácticas habituales para hacer crecer el número de adeptos
a una página de Facebook. Incluso el propio valor del fan queda en entredicho
como índice de credibilidad de una marca, o como potencial cliente. Si a esto
unimos la cada vez menor relevancia de las publicaciones en Facebook ¿qué nos
queda? ¿realmente merece la pena continuar destinando recursos a esta
plataforma?
Fuente:
Puromarketing.com