Junto
con Big Data, social y movilidad, la nube representa uno de los cuatro pilares
del nuevo paradigma en el uso de las TI que está revolucionando la forma en la
que la tecnología es adoptada por las empresas y los consumidores.
Un
estudio de la consultora IDC confirma que el avance del Cloud Computing está
siendo positivo para las ventas de hardware en el mercado de infraestructuras
de EMEA, al mismo tiempo que ejerce influencia sobre las propias arquitecturas
hardware y las estrategias de los vendedores.
La
previsión es que la inversión total en hardware para entornos de nube en esta zona
supere los 4.000 millones de dólares antes de finales de 2014, lo que supondría
un crecimiento interanual del 19%. Además, la consultora calcula que, si en
2011 el gasto en infraestructura cloud en la región EMEA fue del 8%, este año
se situará en el 15%, mientras que en 2018 crecerá hasta superar el 22%.
Los
principales impulsores de este mercado están estrechamente relacionados con sus
ventajas en términos de escalabilidad, soporte de las aplicaciones móviles y un
menor coste total de propiedad (TCO) (así como el cumplimiento normativo, copia
de seguridad y archivo), mientras que el análisis de Big Data contribuye en
menor medida.
El
estudio, que abarca desde 2011 a 2018, divide los distintos componentes
hardware de acuerdo con los diferentes tipos de entornos de nube disponibles en
EMEA: nubes privadas on-premise, nubes privadas alojados en las instalaciones
de un tercero y nubes públicas. Por su parte, los segmentos de hardware
incluidos son servidores, almacenamiento externo, equipos de redes de centros
de datos y aplicaciones de seguridad.
“El
auge de la nube ha provocado una revolución en el mercado de hardware. Aunque
fabricantes de marca blanca y grandes OEMs luchan por absorber el aumento de la
demanda en instalaciones de nube pública, la mayoría de los fabricantes de
hardware invierten mucho con el objetivo de ofrecer instalaciones en la nube
privada tanto on-premise como hospedadas, desarrollando sistemas integrados,
redes de alta gama y almacenamiento de alto rendimiento”, comentan desde IDC.
No
obstante, a largo plazo, lo que esperan es una mayor adopción de la nube
híbrida. Y es que este tipo de infraestructuras permiten que los clientes
conserven datos sensibles detrás de un firewall de la empresa sin dejar por
ello de beneficiarse de los menores costes relacionados con la nube.
En
2013, el 42% del gasto de hardware en la nube fue absorbido por
infraestructuras públicas, 38% por nubes privadas on-premise, y el 20% por
nubes privadas dedicadas.
Fuente:
Silicon Week.es