Alemania, que en los últimos años ha empezado a
depender mucho de la energía eólica y solar, va a lanzar más de 20 proyectos de
demostración para almacenar energía separando el agua en hidrógeno y oxígeno.
Los proyectos podrían servir para decidir si la electrólisis, como se conoce la
tecnología, servirá para resolver uno de los mayores retos que tiene por
delante la energía renovable, su intermitencia.
Alemania no es el único país que invierte en el
almacenaje de energía en forma de hidrógeno. Canadá también se apunta con una
instalación de demostración planeada en Ontario.
La electrólisis presenta algunas ventajas frente a
otras opciones de almacenaje de energía. Se puede instalar en casi cualquier
parte, puede almacenar vastas cantidades de energía y el hidrógeno se puede usar
para sustituir los combustibles fósiles no sólo en la producción de
electricidad sino también en la industria y los transportes, que son
responsables de muchas más emisiones de CO2.
Aún así siempre se ha considerado una forma
relativamente mala de almacenar energía por su pobre eficiencia, se pierde
aproximadamente el 65% de la energía de la electricidad original. Sin embargo,
mejoras en la tecnología están sirviendo para reducir el coste, y el uso a gran
escala de energías renovables ha creado nuevas necesidades de almacenaje, lo
que convierte a la electrólisis en una opción práctica en cada vez mas lugares.
Este mismo año Siemens empezó la construcción en Mainz
(Alemania) del que afirma será el mayor electrolizador de membrana de
intercambio de protones (PEM por sus siglas en inglés). Mientras que otros
electrolizadores están diseñados para funcionar con niveles de energía
constantes, el sistema PEM funciona bien incluso con cantidades muy variables
de energía de origen eólico y solar. Cuando se inaugure el año que viene,
tendrá capacidad para producir 650.000 kilos de hidrógeno anuales, el
equivalente energético de 2,5 millones de litros de gasolina. (Sin embargo,
dado que será una planta de demostración no funcionará de forma continua).
Hydrogenics, que ha instalado los electrolizadores en
muchos de los grandes proyectos de Alemania, está diseñando un sistema de 40
megavatios que producirá el equivalente a 16 millones de litros de gasolina al
año. La empresa acaba de desarrollar un electrolizador PEM que ocupa la décima
parte de espacio que sus electrolizadores alcalinos convencionales. El menor
tamaño, unido a la facilidad para instalar los electrolizadores puede servir
para reducir los costes.
Los costes también caen gracias a que el exceso de
energía eólica y solar crea una superabundancia de energía en la red. Como la
energía tiene que usarse en cuanto se genera para mantener la red estable, a
veces los precios se bajan a cero para encontrar compradores. La electricidad
barata hace que la electrólisis sea mucho más competitiva.
A pesar de todo, la electrólisis sigue siendo mucho más
cara que producir hidrógeno a partir de gas natural, al menos en Estados
Unidos, donde el gas natural es barato. Pero puede competir con opciones de
almacenaje como las baterías, explica el ingeniero sénior del Laboratorio
Nacional de Energías Renovables de Estados Unidos con sede en Colorado, Kevin
Harrison. También es más versátil que la forma más barata de almacenar energía:
bombear agua colina arriba para dejarla caer de nuevo y que mueva una turbina,
método que tiene unas limitaciones geográficas claras, pero Harrison afirma que
"un electrolizador se puede colocar casi en cualquier parte".
Fuente: MIT Technology Review