7 de septiembre de 2014

REDES SOCIALES . Lo que las pymes esperan de ellas pero que solo dará el esfuerzo

Las redes sociales son una de esas cosas que se han convertido en un must para el mundo empresarial. ¿Te vas a lanzar a crear una empresa? Tienes que hacerte con un buen ordenador, un buen gestor, una cuenta en el banco y unos cuantos perfiles en redes sociales. Puede que no tengas oficina (el coworking y el trabajo desde casa están muy de moda) pero sí tendrás que tener presencia en Twitter y en Facebook (mínimo) o no serás realmente nadie. Pero las redes sociales no proveerán de las siguientes realidades a menos que antes se haya trabajado en ello.
Dinero
  • Si una pyme se mete en las redes sociales es porque está convencida que  va a reportar un beneficio económico para su empresa: Twitter se va a convertir en una manera de enamorar a los clientes, Facebook va a dirigirlos a todos al negocio y al final del día la caja no podrá con su peso de tanto dinero como rebosa.
  • Las redes sociales no generan dinero de por si y sobre todo no suelen hacerlo de forma directa: son una forma de hacer que los consumidores conozcan a la marca y la tenga presente en su día a día y en sus decisiones de compra. Pero ello, como todo lo que incluimos en esta lista, se consigue con mucho trabajo.
Fama
  • Los casos de éxito de pequeñas empresas que han conseguido ser conocidas mundialmente o al menos a nivel estatal gracias a las redes sociales son habituales en los congresos, los artículos y los libros sobre social media. Demuestran el poder que las redes sociales pueden tener como altavoz de un producto y sobre todo muestran cómo pueden actuar como herramientas más o menos democratizadoras del mercado. 
  • Conseguir alcanzar la fama en redes sociales es posible, es muy recomendable y es un objetivo a plantearse, pero lograrlo requerirá horas de trabajo duro, una buena planificación de los pasos a seguir y una actividad en redes sociales continuada, original y trabajada. En definitiva, necesita trabajo.
Consumidores
  • El camino para la fama pasa por tener muchos fans y muchos followers que además serán consumidores, pero convertir a toda esa base de usuarios en consumidores reales de los productos que se venden o de los servicios que se ofrecen no es tan sencillo.
  • De entrada, un fan no va necesariamente a pasar por caja. Es más un potencial consumidor, al que tendrás que convencer de que compre. Lograr la conversión implica horas y horas de dedicación. Los mensajes deben estar cuidados al detalle, la información debe ser compartida regularmente y la marca debe esforzarse por conseguir enamorarlo para empujarlo después a que compre.
El fin de los problemas de atención al cliente
  • Una de las cosas que más se han repetido es que las redes sociales pueden ser una gran ayuda a la hora de ser eficientes en atención al cliente. En parte es cierto: las redes sociales son una gran ayuda a la hora de gestionar la atención al cliente y consiguen convertir las quejas en impactos positivos. Pero lo que falta en esa ecuación es que para lograrlo hay que dedicarle (cómo no, teniendo en cuenta de qué va este artículo) muchas horas de trabajo.
  • Siempre debe haber alguien pendiente de lo que se dice en Twitter o en Facebook y siempre está, por supuesto, dispuesto a solucionar cualquier problema que puedan surgir.
Ese tono corporativo de gran empresa
  • Las redes sociales no convierten a una pyme en una multinacional. El tono adecuado, eficaz y profesional (aunque cercano) de las compañías que han tenido éxito en redes sociales no se adquiere por casualidad.
  • Conseguir el tono exacto requiere esfuerzo, sobre todo si existe la tendencia a olvidarse de que se trata de una página corporativa y no de un perfil personal (un problema que tienen muchas pymes, que hablan en sus páginas en Facebook o en sus perfiles en Twitter en primera persona y como si se tratase de una conversación con sus amigos íntimos).
Trabajo fácil
  • Y otro de los engaños en los que caen las pymes cuando se enfrentan a las redes sociales es pensar que se va a tratar de un trabajo muy fácil. Total, piensan, solo es publicar cuatro cosas en Facebook o en Twitter. Nada más lejos de la realidad.
  • Las redes sociales requieren no solo horas de trabajo duro sino también conocimientos previos. Dejar en manos de quien no conoce el entorno la gestión de la imagen de marca en social media puede ser un suicidio corporativo.
Fuente: Puro Marketing.com