Ha habido un buen número de internautas que no se han dado cuenta de que www.bloomberg.market no es www.bloomberg.com pero mientras les ha dado tiempo a gastar un buen dinero en acciones de la red social de microblogging.
Una elemental regla de seguridad en Internet explica que hay que fijarse bien en la URL, la dirección que nuestro navegador indica para la web por la que estamos visitando. Es la mejor forma de cerciorarnos de que estamos en el sitio apropiado.
Y es que al acceder a la dirección de Internet www.bloomberg.market
la apariencia era la de estar visitando la conocida página de información
económica Bloomberg, pero en realidad se trataba de una web falsa perteneciente
a una empresa de Panamá que además ofrece completo anonimato a los propietarios
de las web que alberga.
A partir de ahí la información publicada en ese falso
Bloomberg carecía de toda credibilidad… excepto para quienes no se percataron
de la diferencia entre la dirección URL. Faltó tiempo para comenzar a
negociarse títulos de Twitter cuando apareció publicada la noticia de que
Twitter iba a ser comprado a cambio de 30.000 millones de dólares, información
que ha hecho subir en pocos momentos hasta un 8 % las acciones de la red social
del pájaro azul.
No habían pasado más que unos minutos cuando desde Bloomberg
(esta vez sí, los auténticos) procedían a explicar la situación denunciando que
wwww.bloomberg.markets no tiene absolutamente nada que ver con el Bloomberg
real.
Tras conocerse dicha noticia una gran mayoría de accionistas han corrido raudos a hacerse con alguna plusvalía negociando sus títulos, que han vuelto a la normalidad en su cotización cuando poco después se ha desmentido categóricamente que dicha adquisición haya tenido siquiera visos de realidad.
Fuente: Reuters