Un 10 % más que su antecesor, ese es el resumen del
primer mes de ventas del último terminal estrella de la marca surcoreana. Unos
buenos datos, si somos objetivos, aunque la percepción
subjetiva sea diferente.
Samsung tiene la intención de “inundar el mercado” con
una multiplicidad de versiones del Galaxy S5, una estrategia que le ha
reportado desigual fortuna en ocasiones anteriores, pero con la que quiere
superarse a sí misma y conseguir con su nuevo smartphone tope de gama unas
ventas aún mayores que sus anteriores ediciones.
Desde hace ya unos años en Samsung se dieron cuenta de
lo acertado de disponer de una versión Mini de su móvil de referencia ya que
estaba comenzando a crecer el tamaño de las pantallas de los smartphones. Poco
a poco fueron apareciendo algunos terminales que complementaban y completaban
la gama, modelos orientados a la fotografía o la actividad deportiva. Ahora esa
estrategia se repetiría y de ahí que ese 10 % inicial de porcentaje con el que
se superan las ventas del Galaxy S4 podría aumentar por la decidida apuesta de
Samsung a la hora de diversificar la oferta basada en el S5.
Así habría un modelo premium denominado Galaxy S5
Prime, en el que por primera vez la carcasa sería metálica en lugar de con el
plástico habitual, con lo que se rivalizaría con el iPhone 5S y con el HTC One
M8. No sería la única novedad de este terminal auténtico tope de gama, que
entre otras cosas aportaría una pantalla de 2560×1440 píxeles.
Se completaría la oferta con un Galaxy S5 Neo que sería
más económico (probablemente a base de recortar prestaciones) y el consabido S5
Mini de menor tamaño, sin descartar la versión específica para actividades al
aire libre (resistente a polvo y salpicaduras) o la que pondría el acento en la
parte fotográfica.
Cuando todas estas versiones vayan haciendo su aparición
es probable que veamos como las ventas se animan aún más.
Más
información:
- The Wall Street Journal http://online.wsj.com/news/articles/SB10001424052702304908304579561920434884250