8 de julio de 2018

ESPAÑA. Grafeno. el material del futuro, también es donostiarra

La firma Graphenea lleva el grafeno a los mercados electrónico, de semiconductores y de baterías. 
El uso de este material nanotecnológicocrece en biosensoresy en optoelectrónica Un fundador que apuesta y arriesga, un proyecto privado basado en la inversión en I+D, y el compromiso de media docena de inversores han situado a Graphenea como referente entre los proyectos innovadores de la industria vasca.
 La empresa -que produce grafeno en su planta-laboratorio de Miramón, en el parque tecnológico de San Sebastián- ha logrado en siete años cuotas destacadas en el mercado mundial, ha aumentado ventas un 25% en 2017 y prevé seguir creciendo a ese ritmo en los próximos ejercicios.Descubierto en 2004, el grafeno es un nanomaterial formado por una sola capa de átomos de carbono, con propiedades eléctricas, ópticas, mecánicas y térmicas muy especiales. Por ello, firmas de diferentes sectores analizan cómo puede impactar el grafeno en sus productos y procesos.
El grafeno despertó pronto la curiosidad del consultor Jesús de la Fuente. Creó Graphenea en 2010, y se rodeó de un equipo de profesionales cualificados, algunos de ellos "talento repatriado". Éste es el caso de la directora científica, Amaia Zurutuza, que vino desde Escocia.
Demanda al alzaParte de los materiales de grafeno se emplean en la producción de prototipos, algunos aún en fase de preindustrialización. Por ello la demanda crece, tendencia que se mantendrá en los próximos años, asegura el presidente de Graphenea, Jesús de la Fuente. Según sus previsiones, la compañía puede alcanzar ventas de 5 millones de euros en sus actuales instalaciones, pero para rebasar esta cifra deberá invertir y desarrollar sus dos principales tecnologías.Actualmente, Graphenea tiene en el mercado dos productos fabricados con una tecnología medioambientalmente "sostenible", explican sus responsables: Chips de grafeno cvd para electrónica y material para fabricarlos, tecnología en la que ha alcanzado una cuota del 32% del mercado mundial; y láminas de óxido de grafeno que se utilizan como aditivo para mejorar las propiedades de polímeros y la densidad energética de las baterías de móviles y coches. La firma ha logrado una cuota de mercado del 23% en este producto, que se usa en prototipos de baterías que almacenarán más energía y reducirán tiempos de carga. En 2017, Graphenea facturó 1,6 millones de euros, y la previsión para este año es facturar un 25% más, hasta los dos millones. El proyecto empresarial comenzó a rondar en la mente de Jesús de la Fuente en 2008. Este joven cántabro estudió en Deusto y durante unos años fue consultor en Bilbao en Arthur Andersen y en PwC. Después se lanzó a la aventura. Su conocimiento del sector energético y de mercados de materiales como el silicio y el litio le ayudaron en la redacción, hace diez años, del primer plan de negocio de Graphenea.
Los trabajadores acceden con trajes especiales a las 'salas blancas' del laboratorio para evitar contaminar los productos.
InversoresPara financiar el proyecto, el fundador contó desde el inicio con seis inversores privados del País Vasco que aportaron 1,6 millones de euros. En los orígenes entraron también CIC Nanogune y la Sociedad de Capital Riesgo del País Vasco. En 2013 se sumaron al accionariado el fondo de capital riesgo de Repsol Energy Ventures e Innvierte, del CDTI.Con la preparación del laboratorio y la contratación de Amaia Zurutuza como directora científica y del grupo de investigadores, Graphenea comenzó en 2010 las actividades de I+D y, un año después, el equipo tenía en sus manos un primer material de grafeno, aún rudimentario. Ese producto era mejor del que disponían en Nokia, y la firma finlandesa se convirtió en el primer cliente de Graphenea, recuerda De la Fuente. Luego llegaron Phillips y la multinacional de productos químicos Sigma Aldrich, del grupo Merck, que distribuye sus productos por todo el mundo; y hoy cuenta con 600 clientes en 55 países.
El uso del grafeno está creciendo en biosensores y optoelectrónica, y las empresas de distintos sectores analizan su posible impacto en productos y procesos.
Graphenea tiene registradas ocho patentes internacionales, y gran parte de su equipo y de sus inversiones se centran en la I+D. El equipo de Graphenea está integrado por 25 profesionales de alta cualificación, la mayoría doctores con experiencia internacional en grandes compañías. Algunos son casos de talento repatriado. La directora científica llevaba once años trabajando en la industria farmacéutica en Escocia. La empresa tiene una filial en Boston dado que la mitad del mercado de grafeno en el mundo está en EEUU. Vende también en Japón, Alemania, Reino Unido, mercados en los que quieren incidir. Aún tratándose de un mercado global, la demanda se concreta en los países del mundo que son intensivos en I+D, los que están desarrollando la siguiente generación de tecnología.
Fuente: El Diario Montanes