Todo parece indicar que la división X
del gigante está negociando con el fondo de inversión centrando en innovación
energética creado por el multimillonario de la informática. El objetivo sería
desarrollar el 'Proyecto Malta', que crearía un almacén de sal fundida a escala
comercial
X, la división de investigaciones
arriesgadas de Alphabet, parece estar negociando la posibilidad de llevar a
cabo el Proyecto Malta, que consistiría en la creación de una unidad de
almacenamiento de energía de sal fundida. Esta operación incluiría al fondo de
inversión Breakthrough Energy Ventures, creado por Bill Gates y dotado con
cerca de 857 millones de euros .
No está claro si el acuerdo llegará a
cerrarse y, en tal caso, tampoco se sabe cuánto dinero hará falta. Pero el
investigador principal responsable del proyecto, el profesor de física de la
Universidad de Stanford (EE. UU.) y ganador del Premio Nobel, Robert Laughlin,
afirma que el acuerdo estaba incluido en el resumen de una charla que dio en la
Universidad de Stanford (EE. UU.) a finales de mayo.
Laughlin afirma que dicho resumen
menciona "el proyecto secreto de la división X llamado Proyecto
Malta". También señala que una "patente clave" para la
tecnología de sal fundida se emitió a principios de abril y añade que "la
spin-off asociada al avance de Breakthrough Energy Ventures de Bill Gates ya
está en marcha".
Sin embargo, la página fue retirada y Laughlin dirigió las preguntas a Breakthrough
Energy Ventures, que no respondió. Y un portavoz de X también se negó a
comentar el asunto.
Además, resulta que el director de
Inversiones de Breakthrough Energy Ventures, Phil Larochelle, ya trabajó con
Laughlin en una empresa de almacenamiento térmico, es copropietario de varias
de las patentes más importantes de la empresa y trabajó de responsable sénior
de programas técnicos en la división X. Pero Larochelle tampoco respondió a las
preguntas de MIT Technology Review.
El Proyecto Malta fue desvelado en una
publicación en Bloomberg en julio del año pasado. El artículo mencionaba que el
equipo estaba "buscando socios para construir y operar un prototipo de
tamaño comercial y conectarlo a la red".
El sistema propuesto convierte la
electricidad de las turbinas solares y eólicas en energía térmica, es decir, en
una fuente de calor que se almacena en tanques gigantes de sales fundidas. Y
también almacena frío en depósitos de líquido refrigerante. El enfoque podría
aumentar la eficiencia y reducir los costes de cualquier sistema de
almacenamiento térmico previo. Para ello, emplea un motor térmico que
transfiere "el calor del lado caliente al lado frío para impulsar una
turbina mecánicamente". Así lo afirma tanto la patente de abril como una
explicación adicional presente en un artículo científico publicado por Laughlin
sobre la tecnología.
Los investigadores creen que el
enfoque les permitirá almacenar energía durante más tiempo del que permiten las
baterías de iones de litio, y a precios competitivos con los de una central
hidroeléctrica reversible. A día de hoy, esta es la forma de almacenamiento a
gran escala más económica, según Bloomberg.
Encontrar formas de almacenamiento en
la red más baratas y mejores es esencial para lidiar con fuentes de energías
renovables fluctuantes como la eólica y la solar. Estas fuentes cada vez tienen
un mayor peso en el mix de generación de electricidad.
Fuente: MIT Technology Review