Un grupo de investigadores se ha encargado de demostrar
que el proceso de sincronización realizado entre ambos extremos no es del todo
seguro, y esta acción realizada por ejemplo con un dispositivo Android (o con
cualquier otro) podría poner en peligro los datos de los usuarios, pudiendo ser
objeto de un ataque de fuerza bruta.
Entre los datos sensibles a sufrir esta
interceptación y su posterior decodificación se encuentran los procedentes del
servicio Hangouts del Gigante de Internet y los mensajes de la aplicación de
chat de Facebook, dos aplicaciones que sirven como ejemplo de las que pueden
encontrarse en una larga lista difícil de concretar.
El problema de todo esto se encuentra en la tecnología
empleada, una conexión Bluetooth que está basada en un código PIN de seis
dígitos. Todas las posibles combinaciones de estos hacen un total de un millón
de combinaciones posibles, algo para nada imposible, y que aplicando un
algoritmo de fuerza bruta podría obtenerse con relativa facilidad, exponiendo
todas las comunicaciones entre ambos extremos, es decir, entre el reloj
inteligente y el terminal móvil Android.
Fuente: The Hacker News