Nuevamente se ha vuelto
a detectar un problema muy similar, existiendo un listado de teléfonos
inteligentes que poseen un malware preinstalado.
Aunque
no existe una lista oficial, algunos de los terminales incluidos en esta son
Gionee Gpad G1/GN708W/GN800, Polytron Rocket S2350, Hi-Tech Amaze Tab, Karbonn
TA-FONE A34/A37, Jiayu G4S, o el Haier H7.
Por el momento, los terminales
infectados solo se han vendido en África y Asia, y se ha podido comprobar que
este troyano solo se activa bajo unas condiciones muy concretas. Indonesia,
India, Nigeria, Taiwan o China son algunos de los países afectados por este
problema que cada vez es más común.
Los
expertos en seguridad recomiendan la instalación de algún tipo de herramienta
de seguridad para sistemas operativos Android para bloquear esta amenaza. Sin
embargo, afirman que la única solución que funciona es proceder al formateo y
reinstalación completa del terminal. A pesar de todo la duda que surge es si la
instalación del malware se ha realizado después de la cadena de ensamblado del
terminal o bien durante este proceso, y de ser así si el fabricante posee o no
conocimiento sobre este aspecto.
Más
detalles sobre DeathRing, el malware que se encuentra en los terminales
- Pasando a hablar de la
aplicación maliciosa, está instalada en los terminales como un buscador de
tonos de llamada, evitando de esta forma levantar cualquier tipo de
sospecha entre los usuarios. Sin embargo, la actividad del troyano no
comienza desde el primer momento que el terminal es puesto en
funcionamiento, apuntando que al menos se necesitan 5 reinicios del equipo
para que este entre en funcionamiento.
- Entre las capacidades que posee
el virus, puede realizar la descarga de material procedente de los
servidores de control con los que se comunica y descargar APKs adicionales
para instalar software adicional que permita robar datos de los usuarios,
sobre todo información almacenada en la memoria del terminal o en la
tarjeta SD.
La
cadena de montaje es el problema según los expertos en seguridad
- Con la duda aún de saber si el
fabricante es consciente o no de esta práctica, los expertos en seguridad
lo tienen claro y creen que esto se realiza en la propia cadena de montaje
de los dispositivos. Afirman también que la finalidad podría ser
gubernamental, es decir, que algún o algunos gobiernos buscan controlar a
sus usuarios y su actividad gracias a estos dispositivos.
- Sin lugar a dudas, los
terminales móviles son una gran herramienta para el día a día de los
usuarios pero está cada vez más claro que resultan un arma de doble filo
que puede llegar a ser muy perjudicial para la privacidad de los usuarios.