La
seguridad por defecto de los sistemas operativos no es la misma que la de hace
unos años, y es que los software antivirus son cada vez menos necesarios,
especialmente con la llegada de Windows 10 Creators Update, y esto no gusta a
las grandes empresas que viven de la seguridad, como Kaspersky, que ven a
Windows Defender como una seria amenaza para su negocio.
Windows Defender es el antivirus
instalado por defecto en las versiones modernas de Windows. Aunque hace algún
tiempo confiar en este antivirus era como no tener software de seguridad
instalado, en los últimos meses Microsoft ha trabajado muy duro en mejorar su
software de seguridad hasta el punto de que, con la llegada de Windows 10
Creators Update, se ha convertido en una excelente herramienta de seguridad,
siendo capaz de proteger a los usuarios de prácticamente cualquier amenaza
informática igual, o incluso mejor, según el enfoque que pongamos, que las
suites de seguridad profesionales y generando miedo en las empresas de
seguridad.
Con el fin de ofrecer la mejor
seguridad a los usuarios, Microsoft implementó en su sistema operativo una
serie de funciones que impiden que el usuario quede desprotegido en ningún
momento. Una de las más polémicas, además de que este software de seguridad
esté activado desde el primer momento, es que, si caduca la licencia de un
antivirus, el sistema operativo lo desactiva por completo y activa Windows
Defender para seguir protegiendo a los usuarios.
Desde que se presentó el pasado mes de
noviembre de 2016 el nuevo Windows Defender y estas medidas de seguridad,
Microsoft ha sido acusado de monopolio y competencia desleal por las
principales empresas de seguridad, siendo incluso amenazado con demandas. Por
suerte, la compañía no busca, ni mucho menos, desprestigiar a las grandes
empresas de seguridad y, por ello, actualmente se encuentra trabajando en
implementar nuevas soluciones que no perjudiquen a estas empresas de seguridad
ni tampoco pongan en peligro a los usuarios.
Fuente: Redes Zone.net