Los que optan por realizar el Jailbreak a su iPhone, deben saber que este proceso crea algunos problemas de seguridad como el de ser vulnerables a ataques de fuerza bruta.
Detalle del problema
- Esta situación permite que una tercera persona pueda utilizar el software TransLock para conseguir el código de desbloqueo de estos dispositivo. Mientras la solución hardware empleaba un total de 111 horas, la solución software que nos ocupa tan solo emplea un máximo de 14 horas en el peor de los casos, y es que dependiendo del código establecido este tiempo se puede reducir. El problema al que tiene que hacer frente este procedimiento es el sistema de protección contra ataques de fuerza bruta que Apple ha establecido en el dispositivo.
- Esto quiere decir que con 10 intentos erróneos el iPhone se bloquea, quedando inservible y no permitiendo más intentos. Sin embargo, si el dispositivo se desconecta de la corriente el procedimiento se restablece y permite la instalación de nuevos códigos, de ahí que se tarde tanto.
- El
único requisito que debe cumplir el dispositivo es que posea esta versión
de software especial que permite la ejecucicón de código con permisos de
administrador y sin necesidad de que el paquete se encuentre firmado con
claves autorizadas por los de Cupertino. De este modo, se puede editar la
clase que se encarga de gestionar el bloqueo de pantalla y modificando el
retorno de un método permitir que se pruebe una clave cada 5 segundos.
Mayor flexibilidad pero
también menor seguridad
- Muchos
usuarios se quejan de que iOS se encuentra muy limitado por parte de los
de Cupertino y realizar esto es la mejor opción para añadir más
funcionalidades a nuestro terminal. Sin embargo, esto se puede volver en
contra de estos, ya que el software se instala con total privilegios en el
sistema y está autorizado a modificar cualquier módulo. Por lo tanto, el
hacer Jailbreak a un dispositivo nos demuestra que no todo es oro lo que
reluce y hay que tener una serie de consideraciones en lo referido a temas
de seguridad.