A día de hoy, Edward Snowden se ha convertido en uno de
los hacktivistas más conocidos en todo el mundo. Este ex-contratista de la NSA,
actualmente en busca y captura, hizo públicos una serie de documentos en los
que se demostraba cómo Estados Unidos, el FBI y la propia NSA han estado
espiando todas las telecomunicaciones a nivel mundial a través de un programa
denominado PRISM. Aunque la filtración de estos documentos fue uno de los
mayores descubrimientos sobre el espionaje gubernamental, seguro que aún se
esconden muchos más secretos, y hay gente que se arriesga por sacarlos a la
luz.
En las últimas horas, muchos medios han hecho pública la pasada detención por parte del FBI de un nuevo contratista de la NSA, llamado Harold Thomas Martin, de 51 años, acusado de acceder a documentos clasificados de la organización y robarlos con el fin, probablemente, de venderlos o hacerlos públicos. Entre la información robada, el contratista tenía los códigos fuentes de las herramientas creadas por la NSA para introducirse en las redes de gobiernos extranjeros enemigos, como Rusia, China, Irán y Corea del Norte, entre otros.
Según las investigaciones que se han llevado a cabo,
estos datos han podido ser robados incluso antes de que se filtraran los
primeros datos de Snowden en la red. Además, se sospecha que los códigos fuentes
robados son los mismos que publicaron el grupo de piratas informáticos “Shadow
Brokers” 15 días antes de su detención.
El FBI está investigando si los nuevos documentos y los códigos fuentes llegaron a filtrarse en la red o no, aunque, por el momento, lo único que se sabe al respecto es que se han confiscado una gran cantidad de documentos y discos duros en el coche y garaje de Harold que contenían información altamente clasificada sobre los Estados Unidos.
La mayor vulnerabilidad de la NSA son sus propios
empleados
Curiosamente, este contratista fue contratado de nuevo
por la misma empresa que contrató en el pasado a Edward Snowden y, de ser
detenido, sería el segundo contratista en los últimos tres años que consigue
robar información clasificada a la propia NSA.
This is huge. Did the FBI secretly arrest the person
behind the reports NSA sat on huge flaws in US products?
https://t.co/otgOwB5efm
— Edward Snowden (@Snowden) October 5, 2016
A falta de confirmar si el contratista es culpable o no,
puede enfrentarse hasta a 10 años de prisión por robo de información
clasificada de Estados Unidos. Si, además, se descubre que los datos han
llegado a filtrarse, las consecuencias pueden ser mucho peores, pudiendo llegar
incluso a ser condenado a muerte.
El FBI también estudia si hay otros intereses detrás del robo, por ejemplo, un tercer interesado o motivos políticos, aunque por el momento parece que actuó de forma desinteresada. Harold fue detenido el pasado 27 de agosto y, más de un mes más tarde, por el momento sigue detenido a la espera de que se resuelva el juicio y se le declare inocente o culpable.