Expertos en seguridad informática advierten que los
«hackers» son capaces de emular zonas de internet inalánmbricas fraudulentas
como si fueran reales
Ya se sabe que estar sin internet en el móvil es, hoy
en día, como sentirse desnudo. Vivimos en una era hiperconectada gracias a la
proliferación de dispositivos electrónicos cuya razón de ser es conectarse.
Pero para evitar utilizar la tarifa de datos móviles contratada, los usuarios
cada vez más deciden conectarse a las redes wifi públicas.
Este hecho puede provocar, a juicio de los expertos, un
riesgo de ser interceptado o poner en peligro la información del teléfono
móvil, el «gadget» que no permanece alejado de su propietario ni cinco minutos.
Conectar el «smartphone» a las redes WiFi del hotel, cafetería o aeropuerto es
muy frecuente, sobre todo, en vacaciones, una época en la que los usuarios
consumen datos a velocidad de vértigo subiendo fotos a sus redes sociales,
viendo vídeos o buscando el mejor sitio para cenar.
Según alerta la compañía de seguridad Kaspersky Lab, la
posibilidad de que el dispositivo memorice la red wifi, es decir, conectarse a
cualquier red inalámbrica que tenga el mismo nombre y SSID entraña un peligro
al poder los ciberdelincuentes crear «hotspots» o zona de acceso a internet con
los mismos nombres que otras redes inalámbricas reales.
De esta manera, el usuario siente la confianza de poder
conectarse a una red segura sin saber que puede ser «hackeado» fácilmente.
Según los expertos, para acceder a una red WiFi pública, normalmente se le pide
al usuario un registro con nombre y contraseña. Sin embargo, los «hackers» son
capaces de emular zonas de internet inalánmbricas fraudulentas. «Si el usuario
se ha conectado ese mismo día a la wifi real, su dispositivo se conectará
automáticamente también a la falsa facilitando a los ciberdelincuentes el
acceso a toda su información», advierten.
«Configurar nuestro dispositivo para que se conecte a
estas redes abiertas tiene sus ventajas, si asumimos que son seguras. Pero, en
realidad no se sabe hasta qué punto son seguras, ya que podrían tener fugas.
Las conexiones WiFi se usan cada día más y los 'hackers', aprovechando la
situación, crean puntos de acceso WiFi falsos con el fin de monitorizar las
comunicaciones en internet a través de ataques man-in-the-middle, robando
credenciales de acceso, infectando a los usuarios con malware y realizando
otras acciones maliciosas», señalan.
Los expertos recomiendan que con el fin de evitar que
estas conexiones automáticas se produzcan, los usuarios de «smartphones» deben
configurar sus dispositivos para que pidan permiso antes de conectarse a una
red inalámbrica.
Fuente: ABC.es