El ordenador ‘Albaicín’ permite la ejecución de modelos más precisos y complejos, así como simulaciones de mayor resolución
El encendido de este
nuevo supercomputador, que ha supuesto una inversión de algo más de 1,2
millones de euros, va a permitir a la comunidad científica no solo reducir
significativamente el tiempo de espera de sus investigaciones, sino ampliar las
líneas de investigación que hasta ahora, al requerir el proceso de datos de
forma masiva, no se podían hacer en la universidad granadina. Así lo ha
explicado la rectora: “Llegaremos a ámbitos a los que antes nos era imposible. Y
no solo la UGR sino otras universidades andaluzas, porque queremos ser ejemplo
de colaboración universitaria”. No es esta, sin embargo, la primera incursión
de la UGR en la supercomputación. Según ha detallado Begoña del Pino Prieto,
delegada de Universidad Digital y profesora de Arquitectura y Tecnología de
Computadores, la institución puso originalmente en marcha su servicio de
supercomputación hace 30 años.
De hecho, Albaicín es
la tercera supercomputadora de la UGR y el avance tecnológico ha permitido un
incremento de potencia significativo. La nueva máquina multiplica por 200 la
velocidad de trabajo respecto a la primera, de 2007, y por 20 la capacidad de
la segunda, de 2013. Jesús Rodríguez Puga, informático jefe del Servicio de
Sistemas de Investigación y Supercomputación de la UGR, ha ejemplificado la
capacidad de trabajo de Albaicín: “Los 9.520 núcleos son capaces de reducir a
tan solo 24 horas procedimientos científicos de altísima complejidad que
podrían llegar a durar 25 años”.
Blanca Biel,
investigadora de Física Atómica Molecular y Nuclear de la UGR, ha explicado que
su trabajo en nanotecnología, “que se basa, en gran parte, en simulaciones de
materiales de escala atómica, requiere de cálculos muy complejos que solo
pueden realizarse en máquinas con una gran potencia que hasta ahora tardaban
tres y cuatro semanas en realizarse y que, con Albaicín, se podrán completar en
menos de un día más o menos”.
Supercomputación y
estrategia de futuro
Begoña del Pino ha
apuntado que la supercomputación es un “elemento decisivo para impulsar la investigación,
la innovación, la transferencia de alto nivel y la formación especializada,
ejes estratégicos para la UGR”. Enrique Herrera, vicerrector de Investigación y
Transferencia e investigador altamente citado en Ingeniería y Ciencia de
computadores, ha contado que “no hay investigación de alto nivel sin
infraestructuras de investigación que permitan incrementar la capacidad de
computación y resolución de procedimientos y simulaciones complejas”.
Herrera opina que
esta nueva infraestructura permitirá a la UGR afrontar los retos estratégicos
que se han marcado y que, en este ámbito, son: “Convertir Granada y su
universidad en sede de la Agencia Nacional Reguladora de Inteligencia
Artificial, acoger el proyecto IFMIF-DONES [que busca una nueva fuente de energía
para el futuro, inagotable y respetuosa con el medio ambiente] y poner en
marcha el Centro de Excelencia en Inteligencia Artificial AILab Granada, un
proyecto conjunto de UGR , INDRA y Google que busca llevar el abrir el uso de
la inteligencia artificial al tejido empresarial”.
El vicerrector ha
anunciado también que la puesta en marcha de Albaicín es un paso más en una
estrategia en supercomputación que aspira a servir, no solo a grupos de
investigación nacionales, sino también a “la trasferencia e innovación para dar
soluciones de computación dedicada a problemas concretos de la sociedad”. “Con
el tiempo”, ha concluido, “nos gustaría dar servicio de supercomputación
también a las estrategias innovadoras que surjan en empresas o instituciones
públicas que requieran de este tipo de supercomputadores”.
Fuente: El Pais.com