El antiguo responsable de investigación de Google en China Kai-Fu Lee
cree que el impacto de la tecnología se estructurará en cuatro grandes olas de
cambio y advierte de que la destrucción de empleos, sobre todo en el trabajo de
oficina, es inminente e irreversible
Kai-Fu Lee es uno de los tecnólogos e inversores más conocidos de China.
Y en su opinión, la inteligencia artificial (IA) está a punto de suplantar a
muchos millones de trabajadores de oficina de su país. "Este reemplazo ya
se está produciendo, y está generando una verdadera y completa
aniquilación", afirmó la semana pasada en una conferencia celebrada en el
Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, EEUU). El experto añadió: "En
mi opinión, la fuerza laboral de cuello blanco [trabajadores de oficina de
nivel medio y alto] es la más amenazada, el riesgo para el trabajo del cuello
azul [personal técnico de rango bajo] llegará más tarde".
Lee destacó varias inversiones de su empresa, Sinovation Ventures, como
claras señales de que la inteligencia artificial ya está transformando el
trabajo de oficina rutinario. Por ejemplo, Lee ha respaldado a Smart Finance
Group, una empresa que emplea el aprendizaje automático para determinar la
elegibilidad de una persona para un préstamo. Sinovation Ventures también ha
invertido en empresas que automatizan el servicio al cliente, formación y otros
servicios de oficina rutinarios.
Hay muchas razones para hacer caso a la advertencia de Lee. Antes de
convertirse en inversor, creó el laboratorio de investigación de Microsoft en
China y se convirtió en presidente fundador de Google China en 2009. En la
década de 1980, realizó un innovador trabajo técnico en la Universidad de
Carnegie Mellon (EEUU) sobre reconocimiento de voz mediante el aprendizaje
automático.
En su papel de inversor de capital riesgo, quizás tenga un fuerte
incentivo para hacer hincapié en el probable impacto de la inteligencia artificial.
Pero su punto de vista sobre China también es importante, dada la enorme
inversión que su Gobierno está haciendo en la inteligencia artificial y el
potencial de las industrias jóvenes para transformar la economía
Lee identificó cuatro olas de inteligencia artificial distintas pero no
secuenciales. La primera está siendo impulsada por la disponibilidad de grandes
cantidades de datos etiquetados. Las grandes empresas de internet, tanto en
China como en EEUU, ya se han aprovechado de ello para ganar ventaja en la
construcción de sus negocios y en la consolidación de la experiencia en
inteligencia artificial.
La segunda ola, la más relevante para la revolución laboral prevista por
Lee, se basa en la disponibilidad de datos de las propias compañías, especialmente
en industrias como el derecho y la contabilidad. Los bufetes de abogados
podrían necesitar menos asistentes legales, por ejemplo, si las máquinas fuesen
capaces de buscar rápida y eficientemente entre miles de documentos durante la
investigación de un caso.
Una tercera ola depende de las compañías que generan datos a través de
nuevos productos o aplicaciones. Y la cuarta ola, aún algo lejana, sería la de
los servicios totalmente automatizados, como vehículos autónomos y ayudantes
robóticos.
El discurso de Lee continúa: "La IA aplicada a diferentes sectores
y convertida en productos generará un valor inmenso. Para cualquier inversor de
capital de riesgo o gran empresa que quiera aprovechar estas tecnologías, esta
es la era abierta de la inteligencia artificial".
En la conferencia, llamada IA y el Futuro del Trabajo, había una
sensación de que el mundo de la tecnología debe prepararse para lo peor. Cuando
comenzó el evento, por ejemplo, el presidente del MIT, Rafael Reif, afirmó que
los recientes desarrollos tecnológicos tienen el potencial de afectar
profundamente a la sociedad.
Sin embargo, la conferencia también destacó que los tecnólogos y
economistas expertos no se ponen de acuerdo sobre cuál será el grado del
posible impacto de la inteligencia artificial y la automatización. Esto forma
parte de un debate mucho más amplio que ha estado tratándose en círculos de
política económica desde hace varios años (ver De cómo la tecnología está
destruyendo el empleo y Quien posea los robots acaparará las riquezas del
mundo).
Varios ponentes del evento afirmaron que la inteligencia artificial dará
lugar a nuevas empresas e industrias, lo que hará que genere más empleos de los
que podría destruir (ver "Cada empleo que destruye la tecnología genera
uno nuevo"). Sin embargo, Lee claramente no compartió ese punto de vista.
El inversor concluyó: "Muchos optimistas dicen que en las revoluciones
tecnológicas, unos trabajos desaparecen y aparecen otros nuevos. Es cierto que
en algunos sectores aparecerán nuevos puestos de trabajo, pero yo creo que
serán la excepción".
Fuente: MIT Technology Review