Un informe asegura que ciberdelicuentes de países como Rusia utilizan la
plataforma de alquiler de pisos para evadir impuestos o dar salida a tarjetas
de crédito robadas
Ha sido el diario The Daily Beast el que ha destapado esta supuesta
práctica, especialmente en países como Rusia. La publicación asegura que los
delicuentes utilizan varios foros de aquel país, el que se puede comprobar cómo
se abren hilos en el que se buscan colaboradores para llevar a cabo estos
abusos del servicio.
Básicamente, además de blanquear dinero y evadir impuestos lo que se
persigue también es dar salida rápida y sencilla a tarjetas de crédito y
credenciales de cuentas corrientes robadas. En vez, de por ejemplo, comprar un
iPhone y revenderlo rápidamente por aplicaciones de compra y venta, se opta por
este servicio.
Ni criptomonedas
ni sesudas estafas.
Para descubrir el último método para los fraudes digitales tampoco hay
que viajar a un paraíso fiscal o sumergirse en las profundidades de la 'Deep
web'. Airbnb. La aplicación por la que puedes alquilar parte de tu piso o la
casa entera parece estar siendo utilizada para lavar dinero. No se trata de un
elaborado 'malware' sino de un poco de ingenio en el uso de esta plataforma
para sacar tajada ilícitamente.
El funcionamiento
es sencillo.
La persona que quiere blanquear una alta cantidad de dinero se pone en
contacto con uno de los anfitriones de la aplicación. Se cierra una estancia
que resulta ser ficticia. Se paga y se valoran al final del hospedaje como si
todo fuese normal. Pero en realidad nadie se ha alojado allí. El pacto incluye
que el dueño del inmueble devuelve parte de las ganancias, en base al acuerdo
alcanzado entre ambas partes. De esta manera dan apariencia legal a todo el
proceso.
Aumento del robo
de perfiles
La firma de seguridad Digital Shadows asegura también que ha detectado
una mayor actividad en el robo de cuentas de Airbnb y la creación de perfiles
falsos para llevar a cabo este tipo de estafas. De esta manera se reduciría el
número de personas implicadas en la operación y el proceso sería más ágil.
Las publicaciones que se recogen en el informe apuntan a que esto es una
práctica bastante más extendida de lo que se puede pensar en un primer momento.
Asegura que se pueden ver anuncios que piden “colaboradores regulares” y hablan
de cifras de entre 1.000 y 3.000 dólares por cada ocasión y que el reparto de
beneficios se “producirá al 50%”. Otros mensajes buscan “anfitriones en otros
países de la UE”.
Anfitriones con
experiencia y valoraciones
El perfil que buscan estos ciberdelicuentes es el de un usuario con
trayectoria. Que tenga valoraciones y varios inquilinos en su historial,
principalmente, para no levantar sospechas. Es decir, aprovechan la
'protección' que les otorga la reputación basada en las experiencias de
distintos miembros de la comunidad en el alojamiento en concreto.
Airbnb ya ha salido al paso de estas acusaciones. Asegura que dispone de
un “sistema de detección en tiempo real” que analiza todas las reservas y
evalúan los riesgos de actividades sospechosas. Además, la startup ha asegurado
que cuentan con varias medidas de seguridad para evitar la utilización de
tarjetas de crédito robadas o la sustracción de perfiles.
Fuente: El Confidencial.es