Al
Project Ara de Google para smartphones construidos a base de bloques
personalizables se une ahora Blocks, que defiende lo mismo para el campo de la
“wearable technology”.
Los
primeros terminales construidos a base de piezas extraíbles a gusto del
consumidor deberían llegar en enero de 2015. Y para entonces también podríamos
ver en el mercado relojes modulares campando a sus anchas, siempre y cuando la
industria evoluciona con la suficiente rapidez. En esta ocasión la defensa de
smartwatches totalmente personalizables no corre a cargo de la compañía de
Mountain View, sino de una firma británica que ya está trabajando en los primeros
prototipos de Blocks, tal y como se puede comprobar en su página web.
Blocks
consiste en un proyecto basado en tecnología “open source”, tanto en la parte
de software como en la de hardware que contempla que “cualquier empresa o
individuo pueda desarrollar aplicaciones o incluso construir bloques” para su
gama de relojes modulares en el futuro. O al menos ése es el trasfondo de la
iniciativa. Y es que con la ayuda de la comunidad, las posibilidades de
combinación irían aumentando y alimentando el objetivo de entregar un reloj con
posibilidades casi infinitas. Un reloj que sería distinto según las necesidades
individuales de cada persona.
Los
creadores de Blocks contemplan cambios de pantalla, de cámara, de tarjeta SIM,
de micrófono, del jack de audio y de aquellas piezas que controlan el GPS, los
gestos, la temperatura, el reconocimiento por huellas dactilares, el sensor de
movimiento, el control del ritmo cardiaco o el medidor de oxígeno en sangre. A
cada una de ellas se le podrá conferir un aspecto propio, seleccionando color y
material, lo que redunda en la diferenciación frente a los demás usuarios.
“No
compres nunca otro smartwatch, simplemente cambia tus bloques con el tiempo”,
animan los responsables de Blocks al explicar las implicaciones de su proyecto,
ya que cada una de estas piezas podrá reemplazarse cuando se desee por otras
que ofrezcan características más potentes.
Además de facilitar la modernización del dispositivo, este concepto modular
está pensando para alargar su vida y ser más respetuoso con el bolsillo y con
el medio ambiente, ya que sólo exige el reemplazo de las piezas, no la del
hardware completo, a la hora de obtener un reloj diferente y funcional.
Como
todo smartwatch que se precie está previsto que Blocks sea capaz de ejecutar
múltiples aplicaciones que permitan visualizar las notificaciones de llamadas
entrantes y gestionar los mensajes recibidos, así como monitorizar la actividad
física, reproducir música o abonar pagos.
Fuente:
Silicon Week.es