Funcionarios de alto rango de
gobiernos de varios países aliados de Estados Unidos fueron blanco este año de
un software de piratas informáticos que utilizó WhatsApp para controlar sus
teléfonos móviles, dijeron personas que están al tanto de la situación.
Fuentes con conocimiento de la
investigación interna de WhatsApp sobre la violación de seguridad dijeron que
una porción “significativa” de las víctimas conocidas son funcionarios de alto
perfil del gobierno y el ejército de al menos 20 países en cinco continentes.
El ataque informático contra un número
mayor de teléfonos inteligentes de funcionarios gubernamentales de alto rango
que el previamente reportado sugiere que la intrusión contra WhatsApp podría
tener profundas consecuencias políticas y diplomáticas.
WhatsApp presentó una demanda el
martes contra el desarrollador israelí NSO Group, responsable de una
herramienta para ataques informáticos. NSO no respondió inmediatamente a una
solicitud de comentarios pero antes había negado cualquier ilícito, afirmando
que sus productos sólo buscan ayudar a los gobiernos a capturar a terroristas y
criminales.
La compañía de mensajería propiedad de
Facebook Inc alega que NSO Group creó y vendió una plataforma de piratería que
explota una falla en los servidores de WhatsApp para ayudar a sus clientes a
entrar en los teléfonos de al menos 1.400 usuarios.
Si bien no está claro quién utilizó el
software para atacar los teléfonos de las autoridades, NSO dice que vende su
herramienta exclusivamente a clientes gubernamentales.
Algunas de las víctimas están en
Estados Unidos, México, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Pakistán e India,
dijeron las fuentes. Reuters no pudo verificar si las víctimas de esos países
incluían funcionarios gubernamentales.
En los últimos años, investigadores de
ciberseguridad han determinado que los productos de NSO fueron utilizados
contra diversos objetivos, incluidos manifestantes en países de gobierno
autoritario.
Un grupo de investigación
independiente que trabaja con WhatsApp, llamado CitizenLab, dijo que al menos
100 de las víctimas son periodistas y disidentes, no criminales.
Fuente: Reuters.